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Es una ilusión peligrosa creer que la demagogia puede caminar a media rienda A la mejor se des– manda y arrolla a los partidos y al Estado en su carre– ra El moviminto del 28 de abril fue la oportunidad para que se precipitaro, produciendo la caída definiti– va del régimen semipatriarcal de las Treinta Años

Surgió como consecuencia notural el cesarismo demo–

crático El General José Santos Zelaya ejercía una dictadura irrestricta, que no podía soportar la libertad de imprenta, y trató desde sus comienzas can hostili– dad a dan Anselmo, cama el publicista más caracteri– zado del

I égimen destruído El Diario Nicaraguense

fue estrechado por continuas restriccion~s e imposi– ciones En los primeros años procuró su director

mantener el periódico dentro de una oposición mode– rada, adaptándolo, hasta donde lo permitiera la dig– nidad, al pesado ambiente dictatorial, tan distinto del suave y tolerante en que había nacido a la publicidad

Cuando se escribe en esos medios restringidos, aunque

parezca extraño, gana el estilo pureza y se hace más flexible, por la habilidad que tiene que desarrollar el escritor para decir las cosas de tal suerte, que puedan se. comprendidas por el lector, sin provocar la ira del podzroso No ha sido bajo el imperio de la libertad cuando han florecido las más hermosas páginas de la literatura universal Lo que escribió don Anselmo ba– jo aquel ambiente de plomo es más persuasivo en el discurso y ágil en la dicción, parque meditaba cada palabra y cada frase antes de trazarlas en la cuartilla

La persecusión aumenta por parte de la dictadu– ra y se agudiza la oposición del partido conservador Lucha terrible para el país, en que sucumbe El Diario

Nicaragüense El dictador no tolerá más su publica– ción Don Anselmo sufre hondamente cuando se le impone silencio, y para consolarse y activar sus talle– res, los arrienda para la edición de periódicos ajenos, en los cuales colabora de incógnito Esos diarios son de efíll)era exístencia, porque mueren al menor desliz de las plumas que los escriben

Las influencias de la dictadura son trastornado– ras, y todo cambia con rapidez en la política y en la sociedad La tranquilidad es desconocida, porque no dan tregua ni descanso al país, el dictador con sus

persecuciones, y sus enemigos cón las revoluciones

Las mutaciones en el partido conservador han sido radicales en los métodos y en los personajes Los com– lJañeros de don Anselmo, los envejecidos tenientes de

don Fruto, han muerto unos, otros estón desterrados,

los demás estón alejados, y todos han sido sustituídos en la dirección del partido por una juventud que no conoce de cerCa el gobierno en ninguno de sus pode– res, y que ha forjado su mente en la indisciplina de las prisiones, de la conspiración y de la rebelión Se acongojaba el anciano al contemplar cuán fácilmente habra sido destejida la tela que con ímprobo trabajo logró tejer su generación ,

Permitaseme que desde aquí en adelante siga en estos apuntes el hilo de mis recuerdos personales Don Anselmo es siempre el eje del movimiento inte– lectual de Granada, con repercusiones en toda la Re-

pública En el último año del siglo XIX, varios jóvenes

estudiantes que le visitábamos con frecuencia, estimu–

lados por él, decidimos publicar en su imprenta una hoja llamada El Periódico Principió siendo semanal y después la convertimos en diaria Sujetos a la cen– sura, leníamos que orillar mil obtáculos que nas ponian fas autoridades AIfi publiqué mis primeros ensayos literarios Don Anselmo y don Mariano Zelaya Bo– laños eran nuestros guías y consejeros Ellos daban interés al periódico. Esos días fueron de gran tristeza para don Anselmo, y sin embargo, yo las recuerdo como tiempo alegre Las mismas cosas tienen dife– rente color a la luz de la tarde, en que todo palidece y defallece, que a la rosada luz de la mañana, propi– cia al regocijo y a las ilusiones Desde entonces mi amistad con él fue estrecha, mantenida por su bené– volo acogimiento y por mi adicta admiración Esas

relaciones me permitieron contemplar muy de cerca la

último evolución de su espíritu selecto

Muerta El Periódico, le notificó la autoridad a don Anselmo la prohibición de imprimir ningún otro diario No se resignaba o dejar vagar a su imprenta y a su pluma Se dedicó a traducir abras nuevas de idio–

mas extranjeros, para editarlas por entregas mensua–

les Así tradujo del inglés y publicó la obra "De Esclavo a Catedrático", de Bucker T Washington, e hizo LIno traducción en prosa del "Cyrano de Belge– rac", de Edmundo Rastand Las entregas eran leí'– das con agrado por el público En Granada había entonces más entusiasmo por las letras y se ayudaba can mayor generosidad a los que las cultivaban Pe– ra la mano pesada cayó también sobre los talleres, y se quedaron inactivos, empolvándose las letras en sus

moldes, ensarrándose los resortes de las máquinas,

mientras su dueño soportaba entristecido el silencio obligado, que tal vez dejaba inédita en su cerebro la mejor de sus obras, la hija última de una gran inteli– gencia aleccionada por la experiencia de una larga vida Lástima que la dictadura no hubiera permitido siquiera la dosis de libertad necesaria para que pudie– ra escribír las ideas abstractas, nacidas en lo medila– ción de aquellos años, porque conoceríamos hoy la filosofia que dedujo de las propios dolores y desenga–

ños, que tonto enseñan, de los grandes infortunios de

la patria, de la esterilidad de las pasiones partidistas y la fecundidad del patriotismo auténtico, y de la de– biliadd de los esfuerzos humanos cuando no son sos– tenidos por la gracia de Dios

Varias veces oía en aquel entonces el pensa– miento vulgar de que don Anselmo se había sobrevi– vido Tal vez yo mismo acogí ese concepto erróneo y materialista de la vida, en mi criterio de joven Los años en que el hombre maduro de entendimiento por la experiencia, voluntaria o forzadamente, se aleja del maremagnum de los negocios públicos, y puede entre– garse en el recogimiento a meditar sobre lo que ha visto y ha sufrido, sobre lo difícil que es acertar con la clave del bienestar de las pueblos, sobre la dificultad Con que se avanza y la facilidad con que se retrocede

en la organización de las naciones, sobre las ilusiones

pasajeras de lo terreno, y sobre la esperanza perma-

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