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Yo pen– Y ahora

FRANCISCO HUEZO

EL PRIMER DIARIO DE NICARAGUA

En las primeras horas de una noche de invierno, tal la necesidad de leerlo que siente el pueblo, cuando el año de 1883, se presentó en el cuarto de don Ansel- yo se acostumbra a él -lo digo con experiencia- que mo R. Rivas, en la capital de Nicaragua, un viajero no hoy modo que deje de busc(lrlo todas las mañanas, joven, preguntando por aquél. Vestía redingote azul, como se busca el alimento para el cuerpo

chaleco blanco, corbata de lazo, y sombrerito negro Gratamente sorprendido <luedó el señor Rivas al de paño Llevaba bajo el brazo, en un maletín, 1'0- oír aquellas nuevas ideas, aquellas palabras hermosos ñuelos, cuellos, una camisa, un cepillo de ropa y otros que entrañaban una alta visión de las conquistas del objetos de uso personal espíritu moderno Lo seducía la música de aquel -Soy Rigoberto Cabezas -dijo al señor Rivas-,... concepto expresivo, el tono de sinceridad y de fe, que y vengo de Costa Rica daba un perfil de apóstol a aquel joven de mirada ful-Aquel nombre era conocido para el señor Rivas, gurante y cabellos de ébano, pero no queriendo dejar que contestó arrastrar por un entusiasmo que juzgaba pasajero, -Tengo mucho gusto de conocer personalmente reprodujo

a Ud Su nombre ya me era conocido por su labor -.-Para editar un diario se necesitaría fuerte en la prensa de Costa Rica ¿En qué puedo servir a gimnasia mental, prontitud para escribir, rapidez de usted? pensamiento, a lo cual no están acostumbrados los E invitó a tomar asiento al señor Cabezas escritores del país

-Acabo de llegar al país y voy de paso para -Esa gimnasia es saludable al escritor Masaya en donde tengo familia, pero antes he querido soba lo mismo que Ud antes de practicarlo

ver a Ud, tonto por el placer de conocerle, como por ya ve Ud la opinión que tengo.

el propósito de proponerle un negocio Cabezas hablaba con el acento de un)'onvencido -Gracias en primer lugar, por sus septimientos Después de aquella entrevista;tcUv.·éron otros y Veamos ahora en qué consiste el negocio ¡' otras Siempre tratando sobre el mi o tema, siem-Vaciló un momento Cabezos y repuso pre incansable, con igual fe y calor

-Como no tengo imprenta ni capital para com- Ya no desconfiaba el señor Rivas Ya no duda-prarla, y Ud. es dueño de un establecimiento tipográ- ba del éxito El entusiasmo de Cabezas le había fico, vengo a proponerle que fundemos en compañía contaminado Aquella alta convicción se había infil– un diario en Nicaragua trado en su espíritu con el prestigio luminoso de la 1'0-

El señor Rivas -hombre calmoso- observó aten- labra

tamente al viajero, lo abarcó del pie al pelo con su Un día de tantos le dijo de pronto al señor Rivas mirada profunda, y después de recogerse, repuso -Bien Supongamos que están alió al frente -Me tiene Ud a sus órdenes en lo que pueda los cajistas y piden material con urgencia, material serie útil Tengo de Ud -y excuse la sinceridad- que Ud no tiene

un alto concepto cómo escritor, y desearía que acep- ¿Qué les daría Ud entonces?

tara mis servicios Pero con relación a su pensamien- -Deme Ud el tema y ya verá, contestó Cabezas, to -que de paso es muy hermoso- no puedo hacer sacando el lápiz y las cuartillas y disponiéndose a es– nada 'Nicaragua no está todavia preparada para el cribir sobre la pierna.

diarismo . Su vida intelectual es escasa, escaso su Meditó un rato el señor Rivas y contestó IIUtili-

movimiento sOC;ial y político, por lo tanto, escasos los dad Social del Diarismo" He ahí el tema

temas para escribir Una 'empresa de ese género no Sin perder tiempo, Cabezos escribió rápidamente podría vivir aquí indudablemente, fracasaríamos cuartilla tras cuartilla Pasados algunos minutos y Cabezas se contrarió mucho al oír la respuesta después de leer y corregir algunos párrafos, las enseñó Uno nube oscureció su frente y murmurÓ por bajo La al señor Rivas

misma historia de Napoleón y Fulton La humanidad -Aqui tiene Ud el tema desarrollado Así se cierra siempre los ojos para no ver la luz ;;.ccede.

Reponiéndose de su impresión, contestó Leyó el señor Rivas con calma las cuartillas, una -Perdone Ud , señor Esos son prejuicios Ha- vez, después, otra, y muy entusiasmado se levantó de gamos la prueba y le garantizo los mejores resultados su asiento y apreló la mano a Cabezas, diciéndole Y empeñando la razón, continuó -La vida mo- -Este es un buen artículo es Ud un improvisa-derna no se explíca sin el periódico diario, forma parte dar, un repentista

de su propio movimiento es su propia alma El dia- Y volviÓ a apretarle la mano fuertemente rio es el libro del minuto, la información del momento, Poco tiempo después empezaba a publicarse bajo de todo lo que ocurre en el mundo moral e intelectual la dirección de ellos El Diario de Nicaragua, fundador Su radio de acción es amplio abarca a todos los ór- del diarismo en la república y creación de Cabezas denes y a todos los gremios Es útil al sabio, al artis- Esto sucedía el año de 1884 y diez años después to, al agricultor, al comerciante, al profesor, a la mo- ese escritor -transformado en militar- sellaba el disto, a los artesonas es útil hasta a las lavanderas movimiento de

I eincorporación de la Mosquitia

Cuando no da una noticia, da un consejo, y marcha a

la par del hombre en sus caídas o en sus triunfos Es

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