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Donde, ahora ell el tiernpo que digo 1938-1949 Mi mujer enseñaba

(1 sus hilos

(l hacel con ella todo lo que ello hocín

105 divorsos trabal os de qua ella se encargaba

la derriba y soco!o de las montoíkts y la cho.pocla ele los

charr~le5

El destronque y la limpia de los potreros y las rondCis La quema de 105 mismos y do los Iklllos El pastoreo de los ganados

La siembr(l ele los granos y !o recolecci6n ele las cose–

chas

LCI construcción de graneros y CClSOS y !lClbitc:cionGs pala

los paones la oncClvClción de pozos

La (lper~UrCl cle zanjes paliU c.lesccadón ele los pantanos La instalación y rel)(lIClcióll de los motores La construcción de botes y ele conoos

La cortocb c!e posies y h.l tendidcl del alambre de púa

para la hechuri:l ele los cercos La dirección eJo las toa eos ele les tml:JCij"dores La sU¡Jarvigilcnciet ele 105 trobeljos cle los cljusteros

El maneio ele los negocios con 105 tlOtt!ntes en gmlOclo

y con les tent!:¡Jr05 ele los pueblos cerca– nos y de ¡,IS relCleiones con los vecinos

En fin, los mil Clsuntos ele la vida en el ctlmpo y de la

ogriculturo y la gCtnodería • Aporte do las tardes y las noches de ledura en mi bi–

blioteca baio el silencio cCfmpesino la leclura ele Shokespcare y del QUijot2 o Dostoyews!<y

y de novelos polidocas que son 01 ptlSCI~

tiempo de mi señaro

y nt.lda nlús es necesClrio flal a eJtplicarse que no pueda

vivir en MClnoguu

Como tampoco en Nueva Yor:" doncl<:> pasó cuatro años

y tmbajó en 105 fóbriCCls de ropa ele la 8~ Avenida Donde un viejo judío

El era, al pCllecer, buella perSOI1!1, y la apreciaba mucho

pOI' su perida con 'a máquina o tD' vez

sosCJechab,1 que en ella había otra t:osa

distinta, un munclo clifelento pora él des– conocido

Pero el VIOlO judío no era mús Gue un esclavo de su

trabajo, un hombre csc!clvizac!o por lo locu– ra de ganar dilllHO

y según mi mujer, se motó trclb~itlndo

Aunque le gust.:! munejtlrlCls, dasarl11Clrlas y onnclIlas,

mi mujer no concibe que nadie quiera ser

CScltlVO de I~s máquinas Mucho menos 50r ella unel m{,quillCl

En Europa se siCllte, por eso mismo, C0l110 en su casa Sobre todo 011 España, clolltle ella tiene sus mejores

amigos

Principalmente Luis Rosales, el gmn poeta, y su esposo

Marujo

Es en EspaÍlo, por supucSlo, donde más ha vivido

y no sólo en Madrid, sino también en Santander V en

Salomonca Iia vivido en Sevilla

Si ellct fuerct propenso a la nostalgia la sentiría por los

pueblos de ~spaño

Santillana del Mar Alc-alá d<) Guadolro Caria del Río

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~, Alcalde de Carla del Río y su familia eran amigos

suyos y la hospeelaba(l en su casa Viendo el Guadalquivir desde el Parque de Caria, mi

mujer recordaba al Son Juan y la hacien. da S.m Fr.ancisco clel Río Cvando vive en España le. sien~e como suya E¡¡perimentu lo sensación da <!star entra su gente

Pero igualmente en Alemania donde tiene familia

El' Sam brücken estuvo con su tía Johanno, ya octoge.

norio, hermana de su padre

Posó unos dí{IS en la Selva Negtll con su prima Hildegar

M00rker, hijo de aquella, y con su prima I.eonie Guillaín y su marido Rudi, 10$ cua.

I~s viven en I.u)(cmburgo

En Nu.cmbe'9 fua h{:s¡3e~1 del Ju~z Roclolfo Hable y

su espesa 1 herese, poclres de Helga, la

grelO mudlCldlCl, amiga nuestra desde en

Madrid y compaiíera ele mi mujor en su vicje a Alemcmkl.

Hizo con ella todo su recorrido descole Colonia -en la

que visHaron, nClturahnante, la Catedral_

h[lS~cl Munich, donde estudiaba nuestro hijo; o con más precisión, desde La Haya

a Nurembetg, ciudad de !-f019a, detenién. doso on ~!eilclelberg, Badenweiler, etc.,

Clclel1l6s de SClorbrücken, y vuelta a Ho– landa

Desde I-/olcmcla hllnbién hizo el viaie de Italia, por la

ruta dul Rhin y ele Francia y de Sub:a, en. imndo 1)0, lugr.mo, y vio Veneda, Floren. cia y Roma y las otras ciudades y peque– ños lugwes con 5US inogotablgs moravillas -Asís y 105 recuerdos y monumentos de SWl l'rrmcisco y los frescos del Giotto, y

el ho~el con el nombre del pintor francis– cano, con un balcón florido desde 01 que se dominel el Valle ele Spoleto- y vuelta

CJ Nolcmcla

Mi mujer se njaba, aclemás, en detalles de otro signifi–

cado

El pai¡¡oje elel Golfo de Núpoles, por la tarde, visto

clesde el bCllcón d~ nuestro cuarto del Ha· tel Framontano, en Sarrento -un antiguo palacio donde nació Torcuafo Tasso y que

ha teniclo huéspedes inmortClles, como Goethe, Lord Byron e Ibsen

'e

recordaba

que Squier lo compala con las puestos de sol en el Gran lago, vistos desde la vieja Coml;lnd,lIlcio de 5an Carlos

En lels Morcos Pontinas, desecadas por Mussolini, en·

con~robCl el modelo para la desecación de los I'0nfollos en las riveras del San Juan

y lo mism o en Holanda donde se interesaba en el sisfe–

ma tle hacer canales y scmjones para el

drenaje de fas bcrjuras V la navegación de botes y gasolinas

Hosta en lo propia Francia, mlÍs que París, le atrae la

cc:mpifiCl froncesa

Su mejor Jíc en Franda fue el que pasó en la Baauce,

merendando bajo los árboles y contem– plando los trigales, a un cuarto de hora apenas de Notro Dame de Chartrés