Page 49 - RC_1966_12_N75

This is a SEO version of RC_1966_12_N75. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

"Yan precise!' es la apetencia

que a ser amados tenemos, que aun sabiendo que no sirve nunca dejarla sabemos. Si eS delito, va lo digo, si es culpa, ya lo confles!); más no puedo arrepentirme por más que hacerlo pretendo".

y ti:lmpoco se atranca lel espinel del recuerdo, aun·

que lo anhele con frenesí, para ser más de Dios, para

d~:Hse más completa a ese amor que no es ciego y que es lkito; oigamos este lamento que viene de muy atrás y que' 10 sigue como una truz:

"Yp me acuerdo (ah, nunca fuera).

qUe he querido en otro tie."po lo que pasó de locura y lo que excedió de extremo. ¡Oh humana flaqueza nuestra, adonde el más puro afecto

Qú.n. no ~abe desnudarse del natural sentimientol"

Mas si por el amor renunció a toda esperanza te– rrenal, aún le quedó la hermana menor de la ilusión, le quedó o su lado la loca de la casa: la fantasía. No pudo aislarse del mundo intelectual aunque la hiciera del

43

una biblioteca, una sala de música; y en ella se debatía Est,e estupendo soneto, se comprende mejor, se com– su espíritu prisionero, como un pájaro que anhela delio- pleta en su pensamiento Ün poco culterano; di leer las raÍ" distancias y se tropieza con los hierros de una jaula siguientes estrofas'

Su inquietud de saber continuó en aumento cada día, "Miró Celia una r!)sa que en el prado hasta merecer la represión de unel prelada "muy santa ostentaba feliz la, p!)mpa vana y muy cándida", que creyó que el estudio era cosa de y con afeites de ¿armín y grana Inquisición y le mandó que no estudiase más" Yo le bañaba alegre el rostro delicado: obedecí, nos dice Sor Juana Inés, en cuanto a no to- y dijo: Goza, sin temor del hado, mar un libi o: que en cuanto a no estudiar absolutamen- el curso breve de tu edad lozana, te, como no cae bajo mi potestad, no lo pude hacer; pues no podrá la muerte de mañana pOlque aunque no estudiaba en los libros, estudiaba en quitarle lo que hubieres hoy gozado. todas las casas que Dios crió, sirviéndome ellas de le- Y aunque llega la muerte presurosa tras, y de libros toda esta máquina universal" Como y tu fragante vida se te aleja, vemos, 501 Juana fue una naturaleza privilegiada "Y no sientas el morir tan bella y moza; lo que más interesa en sus obras dice don Martelino mira que la experiencia te a~onseja

Menéndez y PeJayo, es el rarísimo fenómeno psicolpgico que es fortuna morirte siende¡> hermosa que ofrece la persona de su autora" Abundan en nves- y no ver el ultraje de ser vieJa".

tra literatura los ejemplos de monjas escritoras, y no s6. No ppdemos encontrar más completa lección de lo de asuntos místicos, sino en otros seculares y profa- mundanología, ni nada más alejadq del arrebato mís– nos; pero el ejemplo de curiosidad científica, universal tico de Santa Teresa: "Vivo sin vivir en mí, y tan alta y avasalladola que desde sus primeros años dominó vida espero, que muero por que no muero"

a Sor Juana y la hizo atropellar y vencer hasta el fin Considerando esa naturaleza desbordante en lo in– de sus días cuantos obstáculos fe puso delante la preo- telectual y en lo material; con un alma múltiple atenta

cupación o la costumbre, sin que fueron parte el entibiar- y gozosa en lo mundano tanto como en la especulación la ni ajenas reprenSiones ni escrúpulos propios, ni fer- científica, en los halagos de la bellew como en las más vares ascéticos, ni disciplinas y ciliCios después que puras· abst¡¡acciones del espíritu; unq naturaleza inquie– entró en religión, ni el tumulto y pompa de la vida mun- ta y vehemente en toda forma, que necesitaban anchos dona que llevó en su juventud, es algo tan nu~vo, tan espacios ppra su vuelo, ¿cómo pudo acomodarse a la anormnl y único, que a no tener sus confesiones, pele- estrechez de una celda? ¿Qué derrumbamiento moral ce ría' desmedida hipél bale de sus panegiristas"., -Jo f!evó a aislarse del mundo, par,! encontrar a Dios? Sor Juana, como Fray Luis de León, GÓpgo.ra o QUÉj, No puda. ~!'1r mós que el amor Si ~1 amor humano no vedo, también gustó de relacionar la brevedad de la le colmó s~s ansias, ella buScó un IJmor niás seguro y

vid" humana con la fugitiva esplendide~' de la flor perfecto¡ m6s Ie.jano pero más prometedor para un 01–

Cuando el poeta se aisla el1 sí mismo y pénetra el) la ma de sI,! :temple y para una dignidod diamantina como verclad que podríarnos llamar absoluta, eritonce~' com- . ·10 suy~. Flero aún ya en Id vida r~ljgiosa, CUándo sus prende, con alegría Ó anicngul ó, que el tiempo es po'co ver~o~ s~ elevan al cielo, como el humo del sacrifi<;io pOla la obra y qlúe hay que desprendérs~ de li:ís varias reci\:1ido ~on beneplácito por Dios, entre la transparente pomPas que engalanan el cuerpo y desvirt(¡an la vida, ' siliéeridqd y el gozo del ideal triunfante, se lamerita de paro aue pueda fulgurar límpido el diamdnte del espí' ,no poder. arrancarse la opetencia de ser aníada, tuan·

I itu . Ya nos dijo QuE!ve.clo: "solamenle lo.' fugitivo pet' do diCe, mOlle,ce y duro" Pero Sor Juana le da, c:l. su expresi6n el mas pUlO sentido femenino, la coqueteriÓ irinata,. el

temor cII1te la pérdida de algo que es;· infinitamente más 'fugoz que la vida: lo fr$scura de la b~lIeza; y 011·

hela una nluel te juvenil, no pOr ansias místicas como Santa Teresa, sirio por la :{ozobra de la vejez, por el temol de ICJ primer'CJ arruga, por el brillo que se apaga en l.os ojos, Y así su canto es el damor de angustia de una mujel ansiosa de saberse amada y admirada por sus propios encantos físicos Estuchemos su voz, que esta vez aconseja, llena de juguetona filosofía, en. greída de su propio valer:

"Rosa divina que en gentil cultura eres con tu fragante sutileza magisterio purpúreo en la belleza, enseñanza nevada en la hermosura; amago de la humana arquitectura, ojemplo de la vana gentileza en cuyo ser unió' naturaleza la cuna alegre y triste sepultura. Cuán altiva es tu pompa, presumida: soberbia, el riesgo de morir desdeñas;

y luego, desmayada y: encogida, de tu caduco ser das mustias sl1ñas! ICon que, con docta mUltrte y.necla vida, viviendo engañas y muriendo enseñasl"

Page 49 - RC_1966_12_N75

This is a SEO version of RC_1966_12_N75. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »