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« Previous Page Table of Contents Next Page »la razón de todo eso es su juventud y su belleza, y no su talento o Id labor que va a desempéiíar como esposa y tTladre Una vez casada y comenzada su labor de madre, se traslada de una función d otra, siendo Su
nuevq función la de administradora del hogar, en el cual se puede sentir aislada o sofocado, ya ha dejado de ser ,el foco de atención, pero ahora ha tenido que asut'l1ir responsabilidades y una serie de corgos para el deseÍ')'lpeño los cuales no ha recibido ninguna prepa– ración Mientras las funciones socióles de su rndrido son los de un individuo que progresa hasta alcanzar la cúspide de sus pótencias, el ideal de una mujer ma– dura se halla extrañamente ausente elel modo de pensor Norteamericano, desde el momento én que traspone el idedl de belleza y juventud impuesto por la sociedad, empieza a sentir que va en descenso, e in– vierte gran parte de su energía síquica en combatir su desasosiego en este sentido Cuondo sus hijos llegan a edod adulta y abandonan el hogar, ella intenta de nuevo reunir los hHos sueltos de su vida, pero ahora carece de la confianza en sí misma que la caracterizó en la juventud, ni es probable que sea verdaderamente competente en algún campo determinado del saber, de modo que espera que se pase el tiempo hasta que llego a la edad suficiente para verse de nuevo en un papel determinado, el de la anciana señora cuya vida se ve colmada de nietos y de buenas acciones
Sin embargo hay señales de que esas funciones sociales ton rígidás están cediendo, y otras más ffexi– bies están tomando su lugar. Pero si la hlujer desea fleglír algún día a encontrar su propia identidad, debe
com,~hzar por fijar su fe en sí misma, en su feminidad,
y n6en el movimiento feminista Margaret Mead ha señalado que el ciclo biológicó de la mujer comprende etapas bien definidos desde la pubertad, al nocimiento dé, su.s "ijos, a la menospausia, que en ~sas etopas de su' vida, al igual qué en sus funciones biológicas bási· cas; la mujer se siente segura de su feminidad y no tiene que dar pruebas de su capacidad comó lo tiene que hélcer el hombre De igual modo, mientras que las múltiples fuliciones que debe ejecutar la mujer re– presentan unO gran responsabilidad, ella puede, llevar– lós o ~abó felizmente teniendo lo certeza de que su fut,¿jón principal es (a de ser mujer
Patrones de conductá
Síntesis de funciones
Norteomérica mejor que ningún otro país, ha hecho tealidad la visión de Mary Wollstonecraft en su olJra intitulada "Vindicaci6n de los Derechos de la Mujeril aunque derechos iguales no quiere decir una identidad recíproca con el hombre, sino cl?mpo libre para ejercer sus facultades y !levar una vida variada siempre dentro del marco de sus funciones como mu– jer Bajo estas circunstancias, la mujer Norteameri–
cana onda a tientas en búsqueda de una síntesis de
Ciclo de vida sus funciones dentro del hogar, dentro de Jo comunidad Una limitaci6n similar de funciones se aplica al en que vive y dentro de su trabajo Su función prin– ciclo totol de vida de la mujer En fa pubertad se le cipol, sin embargo, sigue siendo la de crearse un estilo enseño a medir su efectividad en proporción con su de vida para sí misma y para el hogar en el cual es grado de, popularidad y éxito Cuando se convierte dadora de vida Ella se está dando cUenta de que en señorita y está próxima a contraer matrimonio, se no necesita disminuir sus funciones simplemente por– convierte en la niña mimada de jo sociedad $obre la que tiene talento o porque aspira a una vida fructífera cual se prodigan todos los cLimplidos imaginables, pero en la que emplear sus facultades y sus posibilidades
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Uno de las causás de su estodo lastimoso es lo inflexibilidad de los patrones de conducto el seguirse rigurosamente por cada sexo ya concebidos ontiéipo– damente por /Cl cultUl CI Existen rriode/6s idealizados,
Ul10 poro el hombre y otrO pard lci mujer, y cado uno Se esfuerza en asemejarse a este modeló lo mós que puede, uno cc;>r'nb modelo pora su propia conducto, y el otro como iniagan de la parejei ideal poro el matrimo– nio. Esos modelos culturales puedo que no tengan nada que ver én absoluto Gon los dspiraciones de lo vi– da de lo persono. Como lo ha sugerido Margaret Mead, una mujer puede tener un nivel bajo de vitali– dad sexual y un ritmo lento de vida, y dentro de sus propias condiciones un hombre puede ser del mismo tipo, sin embargo, en vez de encontrar la felicidad mutuo el uno en el otro, los dos se ven obligados por las exigencias de la cultura a poner sus miras en un modelo de vitalidad sexual que bien puede sér su polo opuesto
da pagar los serviCIos de un sicoanalista, no quiere decir que no (o necesite, un estudio reciente sobre "dónde llevo la gente sus problemas", ha sacado a lu– cir todas las curanderías y charlatanerías que brotan como mofas hierbas como resultado de esta necesidad síquica los bien conocidos estudios de G V Hamil– ton y Katheriné Davis demuestran hasta qué grado la mujer de todas las capas sociales se siente insatisfecha sexualmente, ,y muchos estudios recientes -incluso los cc'mociinientos revelados en el libro de Kinsey sobre lo mujer- déjon 01 descubierto el hecho que un buen porcentaje de l!Js mujeres Norteamericanos encuen– tran experiencia sexual satisfactorio en las relaciones fuera del matrimonio Esta sensación de sentirse emocionalmente insatisfechas, junto con el sentirse socialmente inútiles e impotentes, se combinan para creor lo que Peor! Buck ha llamado "10 mujer explo. siva" en Norteamérica
Ni tampoco ha beneficiado o la mujer desdichada er saber que se ha convertido en el foco de atención de la maquinario <;le consumo y embellecimiento, la luna que irradia la luz resplandeciente que baña la vida Norteamericana Lo que desea es que se le trate, no
como un juguete bien vestido, o que lo lIomen "Neno", sino ~er una Persona completa, con una vida emociona! e intelectual qu~ la hoga digna de respeto. Como una muñeca insensata que necesito que lo protejon y que aprende o influenciar artificiosamente a su protector y proveedor, o, al contrario de eso, como la sesuda pro– fesionol que exige la oportunidad de demostrar que es igual cil vorón ~n todos los campos, lo mujer Norte– omeric&na se encuentra en un callejón sin salido
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