Page 37 - RC_1966_12_N75

This is a SEO version of RC_1966_12_N75. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

se han hecho fortunas así como también se han deshecho otras. Porque la Diosa de lo Apropiado es muy exigente. Al nivel de la Plutocracia, esa profu– sión Bizantina sé puede mantener sin mucha dificul– tad Donde es más difícil es en la clase media y baja, pero aún allí -por la compra sensata de "imitacio– nes" a bajo precio-, se puede responder a las exi– gencias de la moda

Los negocios de venta y publicidad no pierden la oportunidad para alentar esta fiebre de la moda Si

\0 mujer Norteame~ic.Cina está

(1 punto de ol'Jidofse

por Un momento de su ropo, cosméticos, ropa interior, medias, desodorantes y perfumes, los agentes publici– tarios se cercioran de que no sea más que por un breve momento "Es nuestro responsabilidad", ha di– cho el jefe <fe una sociedad de comercio, "hacer qLie las mujeres no se den por satisfechas con lo que tienen de ropa, y hacerlas pensar que está posado de m.oda" Sin embargo, a pesar de to<fos los halagos y tiranías de que se ve rodeada, la mujer Norteamericana sigue siendo el centro de la constelación

1;1 milagro está en que a pesar de todo este mun– do irreal, ella no ha sucumbido por completo a sus rigores Ha mantenido cierto grado de ind~penden­

cia, haciendo que se derrumbasen muchas .grondes inversiones basadas en lo premisa de que ella iba o acatar las órdenes de los afamados modistos y fabri– cantes de ropa Aún en las artes más selectas del diseño y el decorado, impregnadas del vocabulQrio de la exclusividad, la nota democrática se ha dejado sentir aún con mayor insistencia El lenguaje de las revistas de modas y de la publicidad, se tonio más y más ,de una cursilería democrótica o una exclusivi– dad que abarca a la dependiente, o lo secretaria, a la debutante yola joven matrona de Pork Avenue. Los vestidos a la moda pedidos por correo, los patrones para las que se confeccionan sus propios vestIdos, los modelos de producción en masa que son un triunfo de la economía y el buen gusto, los "permanentes caseros" que han disminuído la influencia de las be– lleza, todo esto forma parte de la gran paradojo de la mujer Norteamericana como artista y artefacto

La revolucionaria norteamericana

La más decidida revolucionaria Norteamericano es la mujer Norteamericana Primero hubo lo revolu–

ción del sufragio, como porte del lento y bien luchado movimiento para obtener derechos iguales, en el cual un grupo de mujeres sesudas, haciendo frente o bur– las y humillaciones, hicieron su ingreso a profesiones que les habían estado vedados y obtuvieron el derecho a una educación igual a la de los hombres, a hablar en público, a votar y a ser electas a cargos públicos. Después vino la revolución sexual, dirigida contra el doble estandard en la moralidad y con el objetivo de obtener para la mujer, algunas de los mismos privile– gios de expresión sexual de los hombres Esta revolución sucedió al comienzo del movimiento por derechos iguales, representa una fase de sublevaci6n contra el puritanismo y refleja los descalabros causa– dos por lo Primera Guerra Mundial. Relacionado can lo revolución de los códigos morales, vino luego la

revolución de las costumbres, abandonando las muje– res sus incómodas vestimentas y adoptando el uso de vestidos ajustados 01 cuerpo, traje de baño revelado– res, "shorts", tomando parte en competencias depor. tivas, conducien<ilo autos, y aún piloteando aviories, prestando su servicio en la guerra como miembros de los Cuerpos Auxiliares Femeninos del Ejercito (Wocs)

y la Marino (Waves), fumando cigarrillos y bebiendo en público En cuarto lugar se produjo la revolución de la cocina, Can el advenimiento de las cocinas mecani– zadas, y alimentos enlatados y preporados que dan a algunas mujeres más tiempo libre, y O otras, la opor– tunidad de emplearse en lo industria en oficinas Y finalmente se produjo lo revolución de empleos, que transformó la fuerzo laboral Norteamericana 01 mismo tiempo que el papel de la mujer en lo economía. En 1920 habían 8 millones de mujeres empleadas; en 1955 habían mós de 27 millones, o sea como el 30 %

de la fuerzo laboral Por primera vez en la historio del país, el número de mujeres empleados casadas era mayor que el de las solteras, aunque fa mayoría de las mujeres profesionales y las que ocupan empleos en oficinas siguen siendo solteras

Su posición económica

La mujer Norteamericana no ha tenido que lu– char por su posición económica A pesar de que no tenemos los datos exactos, se calcula que la mujer controla como el 70% de la riqueza del país, que tienen el 60 % de las cuentas de ahorro, que son be– neficiarias del 70% de las pólizas de seguro, que re– presentan más de la mitad de los accionistas en las grandes corporaciones, que son dueños de casi la mi– tad de las viviendas, y que tienen en sus monos por lo menos las tres cuartas partes del poder adquisitivo de la nación La artimaña reside en que la mujer ejer~

cita su poder adquisitivo como esposa, en su mayoría y han obtenido sus riquezas principalmente al enviu– dar econ6micamente hablando, son un factor de desembolso, y no factores de producción. O, como lo ha expresadQ uno soltera' con cierta aspereza. Jo mu– jer goza de crédito, acciones, y és poseedora de bienes rafees, "porque sus maridos mueren a una edad tem– prana debido al agotamiento por el trabajo poro esos par6sitos económicos". No solo vive m6s años lo mujer Norteamericana que el hombre, sino que tam– bién muchos ricos que se cosan par segundo vez, 59

casan con mujeres mós jóvenes que ellos que les so–

breviven muchos años

Pero .no ha sucedido, como creerían muchos, que todo eso haya convertido al país en un matriar– cado, o o la mujer Norteamericano en una holgazana que sólo sirve para gastarse el sueldo de su marido o para recoger los intereses El verdadero control aun de las riqu~zCls de las mujeres ricas, está en las manos de depositarios (a albaceas), abogados y banqueros varones Pocas mujeres son directoras de grandes corporaCiones, así como pocas tienen que ver en la formaci6n del plan de acción económica del gobierno.

y respecto o lo mujer en la industrio, la mayoría tra– baja para ganarse la vida, o para completar un ¡ngre·

31

Page 37 - RC_1966_12_N75

This is a SEO version of RC_1966_12_N75. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »