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« Previous Page Table of Contents Next Page »de arte, paseos campestres, etcétera. Las visitas, las invitaciones y paseos son frecuentes, se los busca y los recibe con deleite La mujer de esta clase goza con sus actividades sociales En sus relaciones con los hom· bres hay más igualdad, respeto mutuo y entendimiento; esto es verdad de manera especial cuando se trata de mujeres prefesionales que tienen su modo propio de vi· da y que no van a depender enteramente del hombre para su subsistencia
Creemos nosotros que existe una relación muy es– trecha entre el grado de igualdad en que tienen lugor sus lelaciones con el hombre y su independencia eco· n6mica
A mayor independencia económica de la mujer, pa– rece corresponder una mayor igualdad con el hombre Es seguro que, en este grado, juega un papel muy ini· portante la educación de la mujer. Pero hay que te~er
presente que la independencia económica de la mUler, por lo menos dentro de esta clase, depende en gran medida de su preparación cultural Una profesora' o una enfermera tiene, en la mayoría de los c;asos, la mis– ma cultura y las mismas posibilidades económicas que sus novios o esposos En otros casos, que son pocos, la mujer se encuentra en una situación superior. Ade– más, la profesional, tiene círculos propios de amistad, sus reuniones, sus fiestas, etcétera , En cambio, la muchacha que cdrece de una prof r ·
si6n y de un sueldo, al casarse sale de la tutela de Iqs padres y pasa a la de su marido Sus relaciones soci,o· les son limitadas porque no pertenece a ningún grupo organizado y porque 101:> relocione1:> de su mmido no son necesariamente las suyas. La mujer de la clase media en la América latina no participa tanto como la mujer norteamel icono en las actividades sociales de su esposo, Frecuentemente la mujer, especialmente la que no es profesional, permanece en el hogar mientras el esposo asiste a bailes, a clubes, al teatro, etc, aunque esto se va modificando en favor de ella.
A diferencia de los grupos anteriores, esta mujer participa activamente no sólo en la vida social, sino tam– bién en la vida política de su país. Un número cada vez más alto de ellas interviene en las elecciones de funcionarios local~s y nacionales, y se la encuentra for– mando parte de comités con fines benéficos, sociales y políticos, religiosos, etcétela
En general, la muier de la clase media está inte· grándose cada vez mejol como un miembro de la co– munidad activa
La mujer de la clase alta.
La vida social de la mujer de la clase alta es inten– sa No sería exagerado decir que es su primero preo· cupación y que ocupa la mayor parte de su tiempo Ca· si diariamente visitan y son visitadas por sus amista· des; asisten a fiestas organizadas por los clubes; a re· cepciones particulares y oficiales; al cine, al teatro, a con– ciertos, conferencias y exposiciones de arte. Algunas de las mujeres patrocinan esta clase de actividQdes, son organizadoras Las "actividades sociales" toman tanto;' su tiempo que prácticamente no tienen oportunidad de nada más
SITUACION CULTURAL
la mujer indígena
En realidad, resulta que casi la totalidad de las mujeres indígena-s son analfabetas. Los indios todavía
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se resisten a enviar a sus hilos a la escuela. Esto se ex– plica, primero, porque no existen o son muy escasas las escuelas convenientemente localizadas y organizadas co– mo para que asistan a ellas niños indígenas; segundo porque, como ya hemos dicho, la familia indígena neo cesita el aporte que pueden dar sus hijos para el soste· nimiento de la familia Hemos visto como, desde muy pequeños, ayudan a sus padres en las tareas ordina– rias o se encargan por completo de otras, tales como el pastoreo de los ganados, que son remuneradas indepen· dien1emen1e del 1raba¡o que realiza el padre En tercer lugar, en muchas comunidades indígenas no existe toda· vía la necesidad de aprender a leer y escribir, porque es un conocimiento habilidad que no les sirve para nada en las actividades ordinarias que realizan o tendrán que realizar más ta!de La mujer de clase baja
Las familias de esta clase que viven en el campo y en los pequeños pueblos han convenido más o menos en enviar a sus hijos varones a la escuela; pero todavía se resisten a hacer lo mismo con sus hijas. No sola· mente se duda avn sobre la importancia de la educa· ción, sino que se considera perjudicial el que las niñas aprendan también a leer y a escribir. Por esta razón el porcentaje de analfabetismo entre las mujeres es mu– cho más alto que entre los hombres
En las ciudades, no tanto por convencimiento de los padres como por la vigilancia que se ejerce para que se cumpla la ley de educación obligatoria, un mayor nú– mero de niñas de esta clase concurren a la escuela pri– maria. Por lo general, permanecen en la escuela úni– camente mientras el desarrollo físico no les permite en· contrar una ocupación remunerada La muler de la c1C1se media
Casi la totalidad de las mujeres de esta clase ha terminado por lo menos la escuela primaria No sola– mente existen facilidades para que las niñas de esta clase asistan a la escuela, sino que en las familias hay el convencimiento de la importancia que tiene la edu– cación para el futuro de sus hijos. En los últimos años ha aumentado considerablemente el número de mucha– chas que ingresan en los colegios de enseñanza secun. doria, donde se gradúan de bachilleres; a las normales, donde .adquieren el título de profesoras, y a las escue– las profesionales donde aprenden mecanografía, canta– bilidad¡ economía doméstica, corte y confección, etc Ha aumentado también, aunque no en la educación se· cundaría, el número de mujeres que ingresan en las universidades a especializarse, principalmente en enfer. mería, servicio social, obstetricia, odontología y leyes Nosotros creemos que la clase media va tomando cuerpo y fortaleciéndose en toda la América Latina. La mujer de la clase alta
Las muchachas de esta clase asisten de preferencia a las escuelas particulares regentadas por las religiosas, y cuando salen a estudiar al exterior, favorecen a esta misma clase de instituciones Por lo general, su educa– ción es humanística, teórica, sin ningún sentido pragmá. tico Algunas de estas mujeres se dedican seriamente o como pasatiempo al arte yola literatura Organizan clubes literarios y patrocinan actividades culturales Sin embargo, son muy pocas las mujeres de esta clase que se han distinguido en las ciencias, en el arte, en la lite· rotura o en la política.
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