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con estimables mujeres de Nicaragua y se hicieron ciu– daelanos ele ese país como los latofagos que nunca re– gresaron CI su tierra natal Otros amaron con ho nor y luego se hicieron

no por IrJ mala fortuna de lo guerra. El encanto de las mujeres latinas ha sido celebrado en Verso por uno que las ccnoci6 bien, el General Mircbeau BUonaparle lr;¡– mar, quien fuá Minisfro resic!ellte de los E U. A. en Costa Rica V Nicaragua en 1858".

"Al Rey Mosco pocas acciones ele chrisliano se le reconocen, pues no le parece sino en tener una sola muger (4) y una cruz en su casa, y en rezar la doctrina quando su muger quiere enseñ6rsela Clama por un ministro, ;'las no tiene arvilrios para defenderlo de la hambre común"

"Cuando el remero mosquito ha gcmado 200 fran– cos .. esta suma no dura una hora en S4S manos.. Esco– ge entonces en una tiencla, una tela brillante para su mujer, un pañuelo de seda, un collar d~ cuentas de oro, una cinta de color vivo"

"Cuando Walker \legó a Nicaragua el censo mos– traba el número de ciudadanos varon!!s comparado al da mujeres, era de un var6n por siete muieres.."

"La hermana de Rifo (mi criadol se había casado con uno de los habitantes de Sontule, y aunque joven

y fresca todavía, ·tenía ya tres robustos niños. la gran cantidad de niños en todas las casas me sorprendía mu– cho porque me hgbían dicho que la poblaci6n del país ibr;¡ de mengua Sin duda esto era erróneo, y si el país se conservara en paz sus hobitantes se multiplicarían rápidamente.. Las mujeres en Santo Domíngo son muy semejantes a las de todas l(1s altleas provincianas de Centro América Su moralidad está a muy bajo nivel y la mayoría de ellas viven como queridas, no como es– posas, por lo que no parecen desmerecer en Ig estima– ción de sus vecinos. las mujeres tienen hijos en muy temprana edad y son madres omorosas e indulgentes".

"La mortalidod (entre los caribesl es muy grande entre las criaturas; pero las mugeres son fecundas".

"De los 1 234 nacimientos ocurridos en Nuevo Se– gavia en 1863, 641 fueron de V(lrones contra 593 de mujeres Mr. Squier sin embargo ha emitido la opinión de que en Nicaragua había mucho más mujeres que hombres y ha citado el ejemplo de León, en que las mu– jeros areen un tercio nlás numerosas"

y niños en una fresca desnudez se ven pasear en tOrno de los naranjales a uno y otro lado de la calle: en todas partes, se propagan en inmensas canlídadlils". .

"Allí al pasar (por Nindiríl se ven las hamacas sus– pendidas y a las indias, mulatas " blancas, meciéndose

y le pagamos por el uso del fuego No sabía la edad de sus hijitos y Velázquez me dijo que muy pocas de la c1C1se pobre de Nicaragua sabían su edad o la de sus hijos"

"En esta casa (cerca de Teustepel la mujer tenía ocho hijos, el mayor creo de no más de doce años. El hombre que pasaba por marido de ella era padre del menor sola– mente Entre las clases pobres de Nicaragua hombres y mujeres cambian de pareja frecuentemente. Los hijos se quedan con la madre y toman de ella su apellido las seÍloras europeas de Santo Domingo eran a menu– do visitadas por los matronas no casadas del pueblo quiencs se indignaban al sClber que aquellas teníon es– crúpulos en rccibirlClli. Esfab"lIl tan acostumbradas a sus propias costumbles sociales que iuzgaban las de las europeas insoporlable mogigaterí o ".

"También dijeron que las mujeres de allí traían co– l/ares colgados de la cabeza a las espaldas.. "

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