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« Previous Page Table of Contents Next Page »El compadre Lupe se lo quiso quitar de encima dóndole al otro en el sentido y la Chabela por detrós lb ajustaba en el lomo con una botella.
Otros que estaban a la orilla se metieron a desa– partarlos cuando allí no m6s entró el Cabo abando aventando a la gente de un lado a otro.
El viejo le habí(] echado zancadilla al hombre y ya lo estaba horcando El Cabo abando agarró al viejo de la nuca y le dejó ir un riatazo
-j Lo va a matar! -gritó la Chabela pegándo– sele de la mono al guardia El Cabo le dio un codazo a lo mujer que fue o parar a un lado
De una oreja le chorreaba sangre al viejo Marco -Pórese -le gritó el Cabo con el yatagón en la mono
-Si aquí estoy -dijo el viejo Marco levantán-dose
-¡Pas6! ¡Posó! -le dijo dándole un rempuión
- . y usted -le dijo al compadre Lupe
-j y vos también! -le gritó a la Chabela con malacrianza jalándola del brazo que por nada la bota
Los tres fueron saliendo seguidos del Cabo que los venía tratando.
La noche estaba bien oscura El guardia los lle– vó al cuartel que quedaba al dar lo vuelta
Desde alió se oía la música y se veían los cohetes cuando se elevaban y los gritos de los muchachos que salian corriendo a recoger las varillas
EL POLLO DE LOS TRES
EL
Sargento se acomodó en la silla y quedó viendo al indio
-Con que sos vos el que le roba los pollos al Padre Hilaría? -le dijo
El indio bajó la vista El Sargento apartó la silla
y se levantó.
~Este indio no sabe que es pecado robarle al Podre -dijo dirigiéndose a otro hombre que estaba allí con unos papeles en la mano El hombre se río
-j No, sino es cuestión de risa --dijo el Sargento poniéndose serio Ahora vas a ver --dijo seolando al indio-- te voy a encerrar y vas a pagar coda uno de los pollos que le cogiste al Padre El indio volvió o ver al Sargento y arrugó la frente
-Si los pollos no me los comí yo -dijo-- Quien se los comió, entonces? -le preguntó el Sargento-– tal vez el zorro -dijo el indio
El Sargento se rió -¡Jo! ¡Jo! ¡El zorro!- repitió
-El zorro sos vos ¡Zorro cabeza negra, ah! -Pues. si es cierto --dijo el indio
-No me vengás con cuentos ¿Qué acaso no te vieron a vos cargando con los pollos?
~Esos no eran del Padre.
-¿ y de quién eran los pollos, pues?
~Pues si esos no eran Jos pollos ¡Eran solo las plumas!
-¿Cuáles plumas?
-Pues sí es que yo venía ai poro el otro lodo ¿Ve? y me hallé las plumas i Ehé! -dije- tol Vez me sirven paro una almohadita y las recogí, y entonces, el cura que andaba buscando, quizás sus pollos me vio, y viene y me dice -j Eih, Ramón ,ya te ví! Te me estás llevando los pollos. -Qué pallas? -le digo que no ve que son plumas? -¡ Ehé -me dijo entonces el padre- pero son los plumas de mis pollos! y así, es Sargento
El Sargento se salió a la puerta Afuera estaba lloviendo
-"Este indio no es baboso" -pensó
El Padre Hilaría estaba limpiando uno lámpara de kerosine
-Buenas tardes Padre -lo saludó el Sargento -Buenas tardes, hijo -le contestó el Padre. -Ya agarré al indio Ramón, el roba pollo -Hay que castigarlo, Sargento Es necesario, porque así' comienzan
Primero es un potlo y después es un caballo. Así es el pecado, chiquito al principio y después se engorda.
-Podré -.-dijo el Sargento-- está seguro Ud que el indio se le cachó el pollo?
-¿Qué si estoy seguro? ¡Ah! ¿Qué aca-so no lo vi yo? i vea qué coso!
-Pero dice Ramón que no era un pollo lo que él llevaba
-¿Qué no era el pollo? ¿y qué era, entonces? -Pues yo no se. como Ud. lo vio -Pues era mi pollo. ¡Yo lo vi!
-Bueno, lo que Ud diga, pero oí traje yo 01 indio para que se entienda Ud con él
El indio entró con el sombrero en la mano , El Sargento se quedó medio sonriendo, apoyado en una mesa que estaba pegada a la pared El Padre dejó a un lado lo lámpara que tenía -Ahora te negás que te robastes los pollos? -le dijo el Padre
-Yo no me estoy negando -dijo el indio, na– blando bajo
-jYa ve pues, Sargento! -exclamó el Padre
Es que yo le dije al Sargento -siguió el indio-- de que Ud no me vio a mí con su pollo
-j Ahá ! ¿Qué no te vi yo? Que acaso no te grite i Eih, Ramón, no te lIevés mi pollo!. y entonces saliste corriendo
-Sí, yo salí corriendo, pero salir corriendo no es que uno se robe un pollo, porque correr no es pro– hibido
-¡Ah . no! -dijo el cura Vos te me robaste el pollo.
-No padrecito si solo eran plumas
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