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-¡Qué ¡ué! -le contestó la mujer de adentro La puerta se abrió y apareció la mujercita con un candil

-¿AgOl rastes algo? -le preguntó cuando arrimó

-Esto -le dijo Chico, enseñándole la sarta

y para eso tanto tiempo?

-Que acaso los tengo amarrados ai pues -le dijo Chico mientras se apeaba del bote

-Andaba roncero el largarto -dijo el mucha-che

-j Mentiras! -exclamó la mujer- solo pa cuentos sirven Si este hombre solo para inútil es bueno, habilidad debiero de tener para agarrar pues el lagarto, que hasta pagan bien el cuer o

---j No! -dijo Chico

-No, qué? -se le encaró la Juana- si sos muy ceboso, ¿qué cres que yo te vaya dar de hartar toda la vida? Hasta aquí me tenés, yo no se por qué no c.ogés tu camino junto con este vago de tu hijo, que paro nada sirve tampoco

El indio no le dijo ni una palabra Entró a la cosa y sacó un palito del cocinero para encender el puro El muchacho se fue o un rincón a dormir y el indio se fue para lo calle

Lo cantina del indio Lucas quedaba <¡erco de la casa de Chico, como a unas dos cuadras y se veía

de~,de larga una lámpara que parpadeaba en lo solera de la puerta Chico se metió a la cantina y na había entrado, cuando se encontró con el compadre Julián, un viejo que tenia foma de bochinchero y no había sábado que no llegara donde Lucas -a alegrar la vi– da- decía el compadre Julián

-y diay compadre Chico y cómo le va? -le

Jijo Julián saludándolo -Pues bien, compadre -Como que lo veo triste -No, compadre

-No me diga amí que no y venga para acá

Eih, Lucas! -le gritó al cantinero- servime dos de a treinta

~¿Me quiere acompañar? -le preguntó a Chico Chico le meneó la cabeza y los hombres se arri– maron 01 mostrador

-y cómo va lo pesca, compadre -le preguntó Julión

-Está mala, compadre

y qué será? -Pues quién sabe

-Pues amí, compadre, ai trabajandito Y por qué no ha llegado a verme? -Por ai llego de repente

-Lo espero, compadre, pero me avisa para alis-

tar un chancho

-Bueno, compadre

- i Eih, Lucás! -le dijo al cantinero -servime dos mós, pero de los grandecitos

El cantinero vació una botella en los vasos y los hombres se los empinaron como si bebían agua Había bastante gente en la cantidad de Lucas, era sábado y había llegado ese día lo lancha al Puerta Por todos lodos se veían los caros de los marineros y

de los pasajeros Iba haber bailadera Una victrola

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de valija chillaba, y entraban las mujeres, cada una con su jaño A Chico se le voltió el alma cuando vio entrar o lo Juana agarrada del brazo con Luis Ponay, el Contlamaitro del Vaporcito

Ya se decían cosas feas de esa amistad y parecía que Chico se hacía el chocho

-¡Qué desgraciada! -se dijo Chico entre los dientes

-No se deje chamarrear compadre -le dijo Julián

Chico no le contestó, estaba que tragaba gord" La mujer posó junto a él V ni lo alzó o ver

-jOyel -gritó Julián otra vez- servime dos medias más

Lo:; hombres volvieron a beber sin decir ni media palabra

La gente yo estaba bailando y se (e oía a la vico trofina una voz de chicharra

En eso estaban cuando se les acercó Luis Ponay, el hombre que hacía ratito había entrado con lo Juanci, y picándose las de gallo, le dijo al cantinero lucas -Vea, maitro, sí:rvales a mis compañeros que yo

pago

A Chico se le heló jo sangre, pero se quedó quieto Chico ero hombre, también sabía que Luis Ponay era hombre dUla, y que además tenía su grano de moi encima, pero Chico tenía su plan ya lo había dis– currido

Lucas había servido tres tragos

-Salud! compañeros -dijo Luis Ponay, dirigién– dose a ellos

-Que se lo trague su madre -le gritó el com– padre Julián botando el guaro al suelo- yo no necesi– to que me den tragos, para eso tengo

~Oiga, viejo no se fíe me oye? -le dijo Ponoy o Ju\i6n- Mida lo que dice, que cuidado lo hago parar las patas

El compadre Julián se le fue encima, que hasta que echaba espuma, pero Chico se metió entre los dos para que no pelearon, desapartándolos

-Si es por usted que lo hago, compadl e --gritó Julián- que no ve que este sirvergUenza le está que– mando a usted los caites con lo mujer? -Ella es mi amigo -dijo Luis Ponay

El guardia se acercó en ese momento y cogiendo

Cl Julián del brazo se lo llevó para afuera

Chico andaba sesereque de guaro Se fue a sentar a un taburete y se hizo el tronchado

La gente seguía bailando Chico desde donde estaba divisaba a la Juana que ya andaba mariadita can el otro hombre

Al roto los vio salir juntos y los fue siguiendo con

la vista hasta perderlos en Ja oscurana

Todavía la gente bailando con lo victrolito que que tocaba una musiquita entre los dientes

Al día siguiente Chico se hizo el tonto La Jua– na amaneció en la caso como si nado, Chico le tenía osco

Como al medio día, Luis Ponay y Chico se encon– traron otra vez

Luis Ponoy se hacía también el tonto y Chico se lo notó Luis Ponay lo saludó y Chico también lo saludó Entonces se pararon a platicar