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esenciales Tal es al menos su propósito Ya no tanto justificar o condenar una cierta política, cuanto poner en monos de la gente los documentos necesarios para que se conozca lo más posible lo realidad de los hechos históricos Este propósito lo sugiere el Dr. Vega Boloños en los siguientes polabras de la Noto Preliminar del mismo libro en que lo pone en práctico "La tarea que los nicaragüenses afectos al estudio del pasado deben desarrollar, no es escribir lo historia de los diversos aspectos de nuestra escabrosa y complica– da vida, sino recoger y completar honradamente lo poco que aún pueda ser habido, con la seguridad de que ese poco que logre juntarse servirá más tarde para conocer el pasado" Así pudiera resumirse, me pa– rece, lo esencial del programa de los nuevos historia– dores y de lo que he llamado la nueva escuela del do– cumento histórico

Los tres o cuatro que yo conozco entre los jóve– nes historiadores nicaragüenses que hoy trabajan en eso, creen, en efecto, más o menos explícitamente, que no podrá escribirse la nueva historia de Nicaragua mientras no se conozcan mós documentos Hasta dónde y en qué sentido sean verdaderas las dos afir– maciones complementarias de esa última fase --es– pecialmente estando eslabonadas- y hasta dónde es posible conformarse con ellas, 'es cuestión discutible, y la discutiré en otra ocasión, peró lo que no cabe dis– cutir es la necesidad de que se t~coia el mayor núme– ro de documentos para la historia dé Nicaragua y se publiquen conforme a los' métodos más apropiados. La historia es, como quien dice, un organismo vivo que se alimenta de documentos En ro tarea de reunirlos han venido empeñados desde hace varios años algunos investigadores hoy más o menos vinculados a la Uni– versidad Cenehoamericana, de Managua Aunque sus trabajos se encuentran todavía en su fase inicial, es ya indudable que constituyen una seria esperanza para el estudio de la histo¡'¡s de Nicaragua El Ins– tituto Centroamericano de Historia, anexo a la men– cionada Universidad, que en cierto modo tiende a ser

el centro de esos trabajos, fue fundado, como ya dije, por el Rev. P Manuel Pérez Ailonso, S J y está actual– mente dirigido por el Rev P. Federico Argüello, quie– nes posiblemente sean las dos personas que más han hecho por los nuevos estudios históricos y por interesar en ellos a los jóvenes AClemás de las ya referidas colecciones para la biblioteca del, Instituto, el padre Pérez Alonso, según se sabe, tiene ya reunidos gron

cantidad de documentos para una historia de la Iglesia en Nicaragua que hace tiempo prepara Necesitamos para Centroamérica algo como lo Historia de la Iglesia en México del Rev P Mariano Cuevas, y sólo el padre Pérez Alonso está actualmente en condiciones para poder hacerlo, si se le dierd la oportunidad Tengo entendido que, además, él inició en el gusto por la his– torio y en el hábito de su estudio, a jóvenes tan capa– ces como Felipe y Carlos Móntica, que no obstante pertenecer a un sector económico donde generalmente se es refractario a las actividades inteleCtuales, pro– bablemente son lo excepción que confirma la regla. Yo, por lo menos, no he conocido en Nicaragua otros

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dos hombres dé negocios que sean 01 mismo tiempo homb.res de estudio Hay, está claro, hombres dé estudIO que se ven obligados o hacer negocios, casi siempre sin éxito, que es cabalmente lo contrario dél que a pesar del éxito en los negocios, no deja los es– tudios Los dos jóvenes empresarios, Felipe y Carlos Mántica, no sólo han continuado reuniendo, como ya he dicho, libros y documentos para sus propios traba– jos de investigación histórica, sino tarnbién colaboran– do activamente en la fundación del Instituto Centro– americano de Historia Aunque cada uno de ellos, según entiendo, tiene su respectiva especialidad, o mejor dicho, sus preferencias ~uno es experto, creo, en cuestiones indígenas y en ciertos hechos de nuestra historio contemporánea, mientros el otro especializa en la Guerra Nacional- sus condiciones me parecen ideales para el trabajo en equipo, que de seguro será el exigido por un centro moderno de investigaciones históricas, como trata de serlo el Instituto Siempre es posible, desde luego, que el éxito al parecer cada vez mayor de sus empresas comerciales, termine por quitar– les el tiempo que necesitan, tanto para estudiar como para escribir los resultados de sus estudios, pero esto mismo demostrará hasta dónde los negocios y la cul– luro son compatibles entre nosotros

Otro equipo de larga experiencia que también ha venido a sumarse al naciente Instituto, es el formado por su actual Ditector y por Carlos Molino Los dos ellos y el podre Pérez Alonso han realizado investiga– ciones en el Archivo de Indias, donde Molino lleva casi diez años de trabajar, puede decirse, todos los días -posiblemente más, como lo dijo él mismo en una entrevista, que cualquier otro centroamericano Ellos tres -ademós de don Sofonias Salvatierra, que fue el primero, y el Dr Vega Bolaños que obtuvo allá los documentos de lo ya mencionada Colección Somoza– han sido, según parece, 105 únicos nicaragüenses que han usado ese archivo, que es quizá la más rica fuente de nuestra historia No parece excesivo decir que en lo que se refiere a Centroamérica, el Archivo, para Molino, ya no tiene secretos Pero, además, Carlos Molino Argüello es, a mi juicio, el más completo his– toriador que hemos tenido en Nicaragua, no sólo por lo importoncio y solidez de lo que ha publicado, sino más bien por lo que se espera de su capacidad y pre– paración Por otra parte, el padre Federico Argüello ha consagrado siempre a la historia de Centroamérica, que enseñó varios años, puede decirse que todo el tiempo que le ha dejado libre su ministerio, y él y Mo– lino han colaborado desde 1947. Desde entonces preparan, de una manera °

de otra, el gran proyecto dé uno Monumenta Centroamericae Historica, que ya ha empezado a publicarse bajo los auspicios del Insti– tuto Centroamericano de Historia, aunque por cuenta, según entiendo, del propio padre Argüello Este ha sido el animodor y sostenedor y, en cierto modo, el di– rector de ese vasto proyecto, del que Molino es, por su porte, el principal realizador Aún no ha llegado a mis manos el primer tomo, aparecido recientemente, pero bosta el conocimiento de sus autores y del plan de la obra, anunciado por ellos, para poder' decir que

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