This is a SEO version of RC_1966_09_N72. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »origen Pasado el instante de la concepcron, el padre deja de tener toda influencia directa sobre la mente o el organismo de! hijo, y sin embargo Icon cuántcl fre– cuencia descubrimos en éste, no solo las facciones del padre, sino también los rasgos delicados de su carác– ter! Las finas células que determinan la naturaleza de la estructura orgánica las estudia el fisiologo, y la manera como éstas se desarrollan le revela alguna de las leyes de la vida hasta aquel momento ignoradas Por consiguiente, s¡ se quiere entender el carácter de la última guerra de Nicaragua, no se deben despreciar los pequeños sucesos que ocurrieron al salir de San Flan– cisco Jos cincuenta y ocho Del día en que los ameri– canos desembOlcaron en El Realejo arranca una nueva era, nQ solo para Nicaragua, sino también para Centro Amél ica Desde entonces la gastuda sociedad de aque– llos países no pudo evadir o sustraerse o los cambios que los nuevos elementos iban a realizar en su orga– nizacion social y política.
La siluacion de los partidos políticos de Nicaragua el 16 de junio de 1855 era enteramente distinta de la del 29 de diciembre de 1854, fecha en que Castellon otorgo la contrata a Cale Cuando el Vesta ando en el puerto del Realejo, el gobierno provisional estoba casi totalmente reducido al Departamento de Occidente los legitimistas eran dueños de los Departamento~ Oriental y Meridional en toda su extensíon, bajo su dominio es– taban la mayor porte de los pueblos de Matagalpa y
Segovia Además, el aliado del gobierno provisorio, Cabañas, se encontraba menos fírme en el solio presi– dendal de Honduras que en la Navidad anterior Una fuerza organizada con el auxilio de Guatemala y diri– gida por un General Lopez había invadido el Departa– mento de Gracias; yola vez que este jefe invadía el norte de Honduras, el GenelOl Santos Guardiola -cuyo nombre inspiraba terlor en los pueblos de los dos Es– tados- se embarcaba en Istapa con destino a San Juan en la goleta costarricense San José, con ánimo de po–
nerse al servicio de los legitimistas para hacer campaña en Segovia, cerca de los confines de Tegucigalpa y Cho– luteca Guardiola llego a Granada unos pocos días antes del arribo de Walker al Realejo, y éste encontro a los habitantes de la legion de Chinandega temblando al oír nombrar al que había conquistado el epíteto de Carnicero de Centro América, siendo difícil decir si con razon o sin ella Después de la retirada de Granada, Jerez había caído en desgracio con los de su partido; cuando menos le negaban éstos todo pericia militm, felices sin duda de poder atribuir a su jefe la culpa de todas los des\lentulo~ que hobíOf\ sido conset\Jencio~ de
\0 falta de virludes militares que en eHos era total En lugar de Jerez, Costellon puso 01 flente del "ejército democrótico" 01 generol Muñoz, en aquel entonces el soldado de mayor prestigio en Centro América Lo in– vitaron a venir a leon estando en Honduras, adonde se había retirado unos años antes por el flOcaso de una revolución que hizo contra el gobierno de D Lau– reo no Pineda; y tan solo después de muchas súplicas
y grandes concesiones pudo persuadirlo Castellon de que tomase el mnndo del ejército del gobierno provi– sional Desde que asumio el mando, Muñoz se man– tuvo enteramente a la defensiva, dedicándose a ins– truir a los soldados que servían pOI fuerza a Costellón,
y se murmuraba mucho especialmente entre los demo– cratas exaltados, que Muñoz estaba muy deseoso de
lO
llegar a un avenimiento entre los partidos beligerantes, porque pensaba más en mantenerse en el poder que en 01 triunfo de los princípios que habían motivado la revolucion
Yendo de la isla del Tiglo al Realeio, no le dis– gustó a Walker saber por boca de Morton cuól era el estado de cosas en Nicaragua Penso que cuanto más desesperada fuese la ~ituación del partido de Castellon, tonto más glande serío la deuda contraída con los que pudieran salvdllo del peligro y tanto más obl igado se vería a seguir cualquier camino o política propuestos por los americanos Lejos ele desalentarse por las no– ticias que a algunos habrían podido parecer lúgubres,
vio en los mismos aprietos a que estaba reducido el partido democrata la causa y también el presagio del buen éxito de sus compañeros Igualmente alentador era el anhelo evidente con que Castellon agudl daba la !legada del Vesta. Había enviado a Morton a la isla del Tigle con el objeto expleso de ir a bordo y traerlo al Realejo lo más pronto posible, y cuando apa– recio el bergantín cerca ele lo isla del COI don, el admi– nistradO! de la aduana del puerto y un iefe militar, el cOlonel Ramírez, enviado especialmente por el director provisional, solieron a su encuentro poro darle la bien– venida en aguas de Nicaragua En la noche del 15 de íunio-un día antes de que el bergantín pudiese en– trar en el puerto-estos dos funcionarios vinielon a bordo y el coronel Ramírez informo a Walkei de que lo habían enviado de leon a fin de ver que se tomClSen todas los providencias necesarias paro recibir a los americanos Se les había preparado alojamienl0 en El Realeio y el director anhelaba ver a Walker lo más pronto posible
En cuanto ando el bergantín se alista¡ on los pasa– jeros para ir al pueblo, situado a cuatro o cinco millas del puerto, río 01 ribo Para esto se tomaron varios bongos, y poco después del mediodía los boteros del pais arrancaron al remo del costado del bergantín Los americanos portaban su ropa y montos, así como sus armas y municiones; todos tenían un rifle y muchos un
revolver Penetraron los bongos en el rlo y rora vez se alteraba el silencio, o no ser por el chapuzon de los remos en el agua, o el grito estridente de un guacama– yo que lanzaba su noto disc.ordante desde las ramas que se proyec.taban sobre el agua La sombJO pro– funda de la selva tlopical causaba mayor impresion a
cau~a del ocóano de luz que lo envolvía, y el sosiego de toda la Naturaleza inspilclba al espectador un res– peto que imponía el silencio y la meditacion Pero al cabo de un roto de remor, (os beteros del país, a quie– nes una larga costumble había embotado los sentidos respecto de las peculiares sensaciones que daba el paisaje, se pusielon a charlOl acelca de lo que veían de paso y no deíaron de señalar las piedras empleados por Margan como lastle y que echo fuera de su navío para mantener en él el precioso cargamento que le pro– porciono el saqueo del Realejo la distancia del puer– to a que hoy se encuentra este lugar se debe en reali– dad al miedo que los españoles tenían a los bucane–
lOS del siglo XVII.
Eran cerca de las cuatl o de la tarde cuando los americanos an ¡baron el muelle del Realeto y por pri– mero vez pusieron el pie en tierra de Nicaragua Cerca del desembarcadero estaba el cuartel, y al pasar Wal– ker, el oficial un joven ágil y activo con uno copita de
This is a SEO version of RC_1966_09_N72. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »