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« Previous Page Table of Contents Next Page »Sacramento a principios de febrero de 1855.
Algunos días después de recibir la contrata fue
Wolker o San Francisco para ver si ero posible conseguir los medios de llevar doscientos o trescientos hombres a
Nicaragua Encontro allí a un su antiguo condiscípulo, Mr Henry A Crabb, quien precisamente acababa de regresar de los Estados del Atlántico; y como había pasado por Nicaragua en su viaíe de California o Cill–
cinnoti, le dio brillantes informes sobre las riquezas naturales y ventoios del país A su paso por el cami·
no del Tránsito, Crabb ayo hablar de los sucesos que estaban ocurriendo en la República, la revolucion de Leon y el sitio de Granada, y supo también que Jerez estaba ansioso de conseguir auxilio americano poro lo compaña contra los legitimistas Esto sugirio lo idea de intrQducir en lo sociedad de Nicaragua un elemento para regenerar esta pdlte de Centro América Entre· tonto Crobb había obtenido en los Estados del Altántico la cooperocion de Mr Thomos F Fisher, en aquel en– tonces y ahora todavía vecino de Nueva Orleans, y Jo del Capitán C e Hornsby, el cual había servido en uno de los llamados Diez Regimientos duranle la guerra de México Los tres, Crabb, Fisher y Hosnsby salieron de Nuevo Orleons en enero de 1855 Yendo poro San Juan del Norte encontraron o borde de! vapor o Mr Julius De Brissot Este iba, según dijo, para las islas Galápagos y se les agrego, quedándose en Nicaragua con Hornsby y Fisher, en tanto que Crabb seguía con direccion a Son Francisco Cuando Walker encontro allí a Crabb, estaba éste en espera de noticias de Fisher, quien se había detenido en el Istmo para visitar o Jerez, a fin de que le autorizase ti enganchar americanos des– tinados a servir en el ejército democrático
No tardo mucho Fisher en venir perSonalmente a California trayendo fa autorizacion de enrolar quinien– tos hombres para Jerez, con promesa de uno pago de las más exorbitantes, tanto en dinero como en tierras, paro los oficiales y soldados Parece que Fisher, Hornsby y De Brissot encontraron en el Istmo a John H Wheeler, Ministro de los Estados Unidos, recién lle– gado; y como el excelentísimo señor deseaba mucho visitar el campo demoClático de Jaltevo, así como a Chamoro en Granada, antes de resolver qué autoridad reconocería, Fisher y sus compañeros fueron a uno y otro campo en calidad de escolta del Ministro y baio la proteccian de lo bandera americana, no obstante lo cual obtuvo Fisher de Jerez la contrata que llevo a San Fran– cisco Hornsby y De Brissot fueron por su lado a Rivos, después de haber salido de Granado, y celebraron con D Máximo Espinosa un convenio qui¡otesco para tomar el fuerte del Castillo Vieio y el río San Juan a los legi– timistas, quienes acababan de expulsar a los demacra– tos de dicha fortaleza Con todo eso, estos dos caba– lleros no tardaron en darse con un canto en los pechos de poder salir escapados de Son Juan del Sur para San Francisco, o bordo de un vapor, y poco después de la llegada de Fisher aparecieron en California
Crabb y Walker se conocían desde la infancia y pensaban de igual manera sobre el estado en que se hallaba Centro América y lo que era necesario hacer paro regenerarla De suerte que Crabb propuso gene– rosamente que se diese a Walker todo el benefirio del contrato celebrado por Fisher con Jerez, y a causa de ciertos movimientos políticos que a la sa2an ocurrían en California determino quedarse allí pero Walker, dando los gracias a Crobb por su ofrecimiento, rehuso apro-
vecharse del contrato con Jerez, prefiriendo obrar de acuerdo con eJ otorgado por Castellon a CoJe, no solo por estar del todo exento de objeciones legales, sino también porque era más racional y había sido firmado por autoridad competente poro contratar Hosnsby y
De Brissot se metieran en la empresa de Walker y ade– lante se veró que entrambos y Fisher sirvieron en cali– dad de oficiales en la República de Nicaragua
Entretanto Walker había tenido el cuidado de que
ning:ín indicio de que se obraba en secreto pudiera despertar la sospecha de ser su empresa ilegal o injus· ta Llevo lo concesion de Cole 01 Fiscal del Distlito Norte de 'California, el Honorable S W Inge, y después de estudiarlo declalo este caballero que 01 proceder de acuerdo con ello no se violaba ninguno ley En aquel entonces se suponía también que el General Wood, comandante de la division del Pacíficb, tenía poderes especiales del Presidente para impedir las expediciones contrarias a lo ley de 1818 El General habitaba en Benicia y solía leer a muchas personas las cartas escJi– tos por él 01 entonces secretario de la guerra, Coronel Jefferson Davis, en defensa de su conducta poro con la expedicion a la Baja California Esas cartas, que por lo visto el anciano caballero consideraba como modelos de logico y estilo, se las leyo entre otros a Walker, 01
mismo respecto de cuyos actos había surgido la discu– sion con el secretario De su contenido deduio Wolker ser exacto lo que generalmente se pensaba acerca de los poderes conferidos a Wood, de acuerdo con lo ley de 1818 De consiguiente, al saber que éste se hallaba en San Francisco, salio en su busca y lo encontro en el muelle pocos minutos antes de las cuatro de la tarde, hora en que salía el vapor de Sacramento El General iba o tomarlo para Benicia, y después de escuchar lo que Walker le expuso sobre la índole de fa concesión otorgada o Cale y su proposito de proceder de acuerdo con ella, el anciano, estrechándole cordialmente la ma– no, le dijo que no solo no estorbaiÍa la empresa, sino que le deseaba muy buen éxito Obtenida así la san– cion de las autoridades federales competentes, Walker prosiguio en sus esfuerzos para conseguir los medios de llevar los colonos a Nicaragua, conforme a lo contrata de Cale, no tOldando en comprender que tan solo lo– graría procurarse uno miserable suma de dinero y ten– dría que arreglárselas del modo más economico Estando ocupado en estos preparativos prelimina– res, recibio Walker un daño en un pie que lo tuvo recluído hasta mediados de abril, y es lo cierto que cuando salio embarcado de San Francisco la llago no estaba aún del todo cicatrizada Confinado en su ha– bitacion por este motivo, escasamente pudo hacer algo más, en lo de allegar recursos, que obtener mil dolares de Mr Joseph Polmer, de la razon social Palmer Cook y Cía , en cuya caso había conocido 01 Coronel Fremont,
con quien hablo de la empresa de Nicaragua; y a éste, que había posado por el Istmo el año anterior, le pare– cio bien el negocio Respecto del Coronel Flemont y de Mr Palmer, seró probablemente justo decir que no estaban enteramente al tanto de todos las opiníones de Walker sobre la esclavitud; pero también es cierto que en aquel tiempo no era menester externar estas opiniones Además del auxilio dado por Mr Palmer, dos amigos de Walker le ayudaron mucho, Mr Edmund Randolph y Mr. A P Crittenden
Después de muchas dificultades se celebro un con– trato con un tal lamson poro el transporte de cierto
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