Page 115 - RC_1966_09_N72

This is a SEO version of RC_1966_09_N72. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

río Además, los costarricenses procedentes de las al. tiplanicies de la region de San José sufríán mucho de fiebre al llegar a las tierras bajas del San Juan De suerte que por la neCesidad que los Aliados tenían de tropas en la parte occidental de Nicaragua y las enfer– medades, la guarnicion del Castillo quedo reducida a un número de hombres insignificantes, y, al presentar– se Titus frente a él, Cauty, un inglés que lo mandaba, tenía veinticinco hombres, según unos, o cincuenta, se– gún otros 1

Cuando Titus desembarco cerca del fuerte del Cas– tillo Viejo, las casas del pueblo estaban en llamas y el vaporcito Machuca ardía también rápidamente Sin embargo, se consiguio soltar el vapor J. N. Scott, y aun– que su maquinaria estaba bastante deteriorada fuá fá· cilmente compuesta en dos o tles días de trabajo Po– co después de llegar al Castillo, Titus le mando a pedir a Cauty que se rindiese; la respuesta fué una proposi– don de armisticio de 24 horas, con promesa de rendirse si la guarnicion no era socorrida dentro de este plazo Por extraño que parezca, se acepto la proposicion de Cauty, y para éste no fué difícil enviar un correo al fuer– te de San Carlos con noticias de la situacion en que se enconhaba Por supuesto, antes de expirar el armisti– cio, un refuerzo destinado a Couty desembarco a corta distancia del fuerte, aguas arríba del río, y al aparecer los costarricenses se retiro Titus en gran desorden y con– fusion La retirada fué emprendida antes de averiguOl, siquiera aproximadamente, el número de las fuerzas de socorro; y el hecho de que los americanos pudieran es– capar sin proteger de ningún modo su retaguardia, prueba que el enemigo no erel muy numeroso 2

Después de que se retiraron, o mejor dicho, de qua huyeron los americanos del Castillo, fueron a parar a la isla de San Carlos, situada río abajo, a pocas millas del fuerte Lockridge hizo en esta isla algunas obras de defensa ,y construyo también, con mucho trabajo, al– bergues pafa protegerse del mál tiénipO. El recházo de

cará~ter vergonzoso sufrido e!'l el Castillo aumento la desmoralizacion !=le toda la tr4pa que estaba en el do y por consiguiente tomaron intremer'1to las deserciOnes. Por otra porté, Ma tal la hostilidad que r~inabf:l contra Titus, que éste dejo el mando y se fué a San Juan del Norte con áni,mó de seguir h~sta Rivas por Panamá Al lI~gar a San Juan del Norte, la insolencia con que hablo a uno <;le los oficiales británicos fué motivo de que lo clIrestasen durante algunas horas Al mismo tiempo que. arrestaron a Titus detuvieron el vapiir Re5–

cúe; pero pronto lo soltaron, di Ver que venía entrando en el. puerto la corbeta Sarato~a de Id marina de gue– rra de los Estados Unidos Este solo hecho pone de manifiesto cuán diferente habría sido la conducta de las fuerzas navales británicas si hubiese habido unos

" ; I

h 1 b La gUal nición del Castillo constaba exactamente de 37

om res. N del T.

2 En el lelato de las ilcciones de guerra, Walker suele se; bastante ve¡ ídico, excepto cuando se refiere il. los costa–

~\ICenSes, a quienes siempre trata de deprimir. Aii.í por. ejem–

lI~g d

n e\

presente caso dice que Titus, pocO después de iiu d' a a a Castillo, le mandó a· pedir a ICauty que se lin–

C~:~'lI cuardo es bien sabido qUe habiendo. atacado. Titus (JI

río s/ e 16 de ~ebrel(5 ~857, no ~a1!4Ó el parlalllenta–

les w n 1k el 18, ~espues de COlllb!ltes remdlSlmos, de los cua.– tarlo ~ er no dlC~ 'un~ palabra•. ~iendi> así qUé rió podía igno. ésos s¿ p~lO su sIle~cIo:~e exphca. ~uaildo se .rec~~rda q~e

tam' .. om ates constItuyen ilillj. glona para las armas cos" censes. N. del T.· .

93

pocos barcos de los Estados Unidos en San Juan del Norte

A fines de febrero envio Walker desde Rivas un edecón a Lockridge, por Panamá, para confirmarle la comandancia del río que se le había dado· y hacerle saber lo mucho que importaba el pronto establecimien– to de comunicáciones por la orilla o al través del lago Se le mando la orden de que si le parecía imposible to– mar el Castillo y el fuerte de San Carlos sin hacer gran· des sacrificios, abrielO un camino desde el río hasta Chontales o hasta la margen meridional del lago y se viniese por tierro a Rivas Más tarde se dirá el moti– vo de estas ordenes; basta manifestar por ahora que una de las razones principales que Walker tenía para sostenerse en Rivas, era el temor de que al llegar Lock– ridge al departamento Meridional pudiera ver~e en una situacion difícil si encontl aba la ciudad en po<;ler de los Aliados Baldwin llego a San Juan del Norte hacia mediados de mdrzo y casi al mismo tiempo que unos

130 hombres de refuerzo procedentes plincipalmente de Mobile y Tejas y mandados por el mayor W C Capers y el capitán Marcellus French, respectivamente

La fuerza de Lockridge habkl quedado tan reduci– da a causa de la desercion y las enfermedades, que con los refuerzos de Capers y French apenas llego a

400 hombres efectivos; pero la mayor parte de éstos eran de excelente calidad y con otro jefe habrían po– dido hacer mucho La tropa de French, especialmente, se componía de muy buenos elementos, según la opi– nion general; pero esta gente llego demasiado tarde en– contrándose en el río con pandillas desorganizadas por

\0 mala conducta y \0 mala fortuna ~"11'1 embargo, Loc– kridge resolvio hacer otro esfuerzo para apoderarse del Castillo Viejo y preparo Cdsi toda su fuerza con el obje– to de atacarlo

.Habiendo desembarcado a corta distancia del Cas– tillo,· río abajo y fuera del dlcance de la vista del ene· migo, llevo su gente por un sendero dentro del monte, hasta und posicion situada cerca de una alturél que lla– man el cerro de Nelson. Desde esta altura se domina el fuerte y los costarricenses la habían fortificado y ocu· paban la cima En las faldas del terro cortaron algu. nos árboles, formando unos cOmo caballos de Frisia, y en torrío de la cumbre quitaron la maleza hasta cierta distancia, siendo difícil y peligroso acercarse Después de reconocer la posicion enemiga, Lockridge considero imprudente correl el riesgo de un ataque, y habiendo reunido a los principales oficiales para pedirles su opi– nion, todos estuvieron de acuerdo en lci conveniencia de retirarse sin atacar al enemigo Esta resolucion era juiciosa, porque el resultado casi inevitable de un ata– que o los tcrtificociones costotricenses habría sido una detrota El momento oportuno para tomar el Castillo se perdio por la incapacidad de Titus, y durante el mes que duraron los preparativos del segundo ataque, el enemigo no se cruzo de brazos Aun cuardo las obras de defensa de los costarricenses hubiesen sido menos fuertes, el estado moral de la tropa de Lockbridge no era como para empeñarla en una empresa azarosa Después de retirarse Locklidge del Castillo, los sol– dados se pusieron d discutir planes para lo futuro y to– dos estaban de acuerdo, según parece, en la conve– niencia de abandonar el río Era evidente que el es– fuerzo para reabrir el Tránsito habí<:J fracasado por com– pleto; y el jefe,' habiendo hecho formar su gente; le di–

jo que':tenía el proposito de· irse a Rlvás, pasando por

Page 115 - RC_1966_09_N72

This is a SEO version of RC_1966_09_N72. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »