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« Previous Page Table of Contents Next Page »biéndose hec:,ho $alir de Washin9t~n ól padre Y~gil, Mr Marcy se vio libre de la presencIa de un ministro de N·aragua. Ordeno inmediatamente a Mr. Wheeler que :~guntasÉ!
los motivos de la revocatoria de la, conce'
p., n accesoria del Tránsito; pero en agosto se llevo chas– ~~o
con una respuesta que iustificab~
plenamente el pro-d er del gobierno de Rivas; pero SI Mr. Wheeler no s.e ce 'd ..' f' " 9 r lego a los propositos el secretano, era aCI ,canse UI ~I auxilio britániéo paró expulsar a los amenc~,nos de Nicaragua y con tal ~e que Mr. Ma~cy perml,tlera ~n
'lencio al poderío britanico que lo hIciese O.SI, pOl;!la SI d .. d l· abrigar la esperanza de que poerosos Intereses e ? ciudad de Nueva York le ayudasen en sus planes ambi– ciosOS
Es difícil imagincir que un ,secretario de Estado ame– ricano se prestara a hacerse compl,ice de un plan enca~
minéldo a expulsar a sus compatnotas del Istmo; pero las pasionek domin,i;mtes de ."':: Marc~ eran lo vanidad de sus opiniones y la ambiCian de figurar en; puestos públicos y una de ellas había sido heri,da por)a recep– don del padre Vigil 'i la otra se sentla halagada con la esperanza de ganar una fuerte influencia en ~u. Es– tado Por otra parte, ras pruebas de esta compliCidad son demasiado claras para no ser notadéls hasta por los menos dtentos . Hcicia mediados de septiembre de 1856 la Gran Bretaña estaciono en San Juan del Norte uno poderosa flota de oc~o barcos con var!os ~entena
res de cañones y eL proposito eVidente de inflUir en el resultado d~, la guerra en Centro América No se en· viaron allí barcos d$ los Estados Unidos para vigilar los movimientos o averiguar las intenciones de la flota bri· tónica. En el mes :de abril anterior se transparentaron los propositos de la flota, dI tratar el navío qritánico Eurydice de 'impedir. que los posajeros del Orizaba su. biesen por el río. Eri aquel el'1tonces el comodoro del escuadron americano del Caribe había reeibiclq instruc. ciones de mbstrar lo bandera dé los. Estados UnÍ(~os en SOn Juan del Norte; ysi ere¡ ~Ohveniente desp.1egar es, ta bandera cuando solo haqíá f,Jn barco britániCo en el puerto, Icuanto más urgente Eitá ,haterlO en. momentos en que var.tos centenares de cqñones ingleses apunta. ban 01 transito ístmicol
El secrétário dé Estado nC! sol6 permitib trar'iquilo– mente que una podérosa f!ótt!j inglesa seestaciondse en San Juan del N.orte, poro élguardar allí qué se pr~.
sentara la ocas ion favorable d~ pro~eder contra los ni– caragüenses naturalicZados, sínó también que Costa Ri· ca le notificase su intencion de cortar el tránsito, caso de tener la fuerza militar necesaria paró ello EI]9 de noviembre el presidente de Cósta Rica publito un, de– creto cuyo artículo segundo dl:¡pone que "La navega– cion del río San Juan del Norte es prohibida a toda cla– se de embarcaciones mientras duren las hostilidades contra los invósores del suelo centroamericano" Y el artículo cuarto del mismo decrjHo ordena que "los je. fes y fuerzas militares de la República harán efectiva esta declaratoria usando de cLiantos medios estén a su alcance". Esta ~ra una dec\a~dtion pública y explícita por la cuarse le notifico a Mi. Marey que si deseaba
qUé no se cortara el Tránsito durante las hostilidades en' tre Nicaragua y Costa RicQ, debía sitUar barcos ameri. canos en San Juan del Norte para oponer la fuerza a la fuerza. los Estados Unidos teníón en Costa Rica un consul paro que les. diese (¡viso de los actos del gob!~r
no de este país; y tan enterado estaba el de Su Males-
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tad Británica Alfan Wallis, del movimiento contra el Tránsito, que' refiriéndose evidentemente a él publico en San José el 26 de noviembre, el siguiente aviso: "A todos los residentes en esta República que con– sideren ser súbditos británicos, se les ruega enviar a es– te despacho tan pronto como sea posible y a más taro ddr antes del 20 del mes proximo, sus nombres, pro– fesiones u ocupdciones y lugares ge reside~~ia, ¡,unto con los nombres de los miembros de sus familias, SI las tienen" . Por extraña que la cosa pareica, el secretario de Estado, después de haberse cump.lido [o que ~an?aba
el decreto de MOla del 19 de nOViembre, no diO ningu– nos pasos para restablecer el tránsito o proteger contra la intromision de las fuerzas navales británica~ a los que procurdban hacerlo Estos hechos y otros que ade– lante se dirán, relativos a la conducta observad~ por oficiales de la marina americana en Iqs costas, nlcara· güenses del Pacifico, conducen irres!stiblement~ ? la conclusion de que Mr Marcy colaboro con el goblern.o británico en la política seguida por este en Centro Ame-rica . .. Se hace necesario echar una oieada a las l:"fenon– dades de la política del secretario d~ Estado, par? la debida inteligencia de los aconteciml~ntos po¡;tenores a las operaciones de Spencer en ~1 no. de Sor J.uan Apenas habían tenido tiempo los. soldados co~tarr~cen
ses que acompañaron a los pasaleros de Ca!lfornl:' a Punta Arenas de salir en viaje de regreso, no amba, cuando el vapor Texas arribo al pUert~ de San Juan .d~1
Norte con cerca de 200 hombres destinados al, serviCIO de Nicaragua; pero como no fUeron recib~des por el go– bierno no podían obrar en nombre ?e e.ste. Por esta rozan Mr Harris, élgente de los propIetariOS de los va– pores del lago y del río, escogio a lockridge,. que se hallaba en San Juan del Norte, como la persona llama– da a recuperar los barcos y restituirlos a los contratis– tas del Tránsito Según se ha dicho ya, lotkridge ha· bía sido enviado a Nueva Orleáns en mision especial,
y si la tared de reabrir el. tránsito hubiera Sid~ una em· presa estrictamente militar, 6,1 mando hélbna torres· pondido, conio es natural, éll tenie~te coronel Rudle~, el más ontiguo de. ros oficiales que' 6stab?n en~an J~a~
del Norte y el mismo a quien se habla confiado ultl– mOl-nenté \6 defensa de la frontera del río Rudler te· nía licérkió para ir a los Estados Unid6s; pero le bas– taba romperla y reasumir su derecho da mandar. en el río, para ejercer autoridad completa sobre cualqUIer ex– pedicion que se tratase de llevar a cabo en nombre de Nicaragua Pero el mérito es 'modesto y discreto y la presuncion osada y petulante Por consiguiente se le dio a Lockridge el mando de la tropa de la cual se es– perabó que desdloiase a los costarricenses del río, y
Rudler solio para Nueva Orleáns Además de los que vinieron en el Texas, el general C R Whedt y el coronel Anderson llegaron el 9 de enero 1 a Puntd Arenas, con otros cuarenta hombres de Nueva York, en el vapor Jamas Adger. No faltaban armas ni municiones para la gente de lockridge y los pertrechos y bastimentes eran abundantes
lockridge se é¡uedo algunos días en Punta Arenas trabajando con Joseph N Scott en arreglar une de los vapores viejos del río, que ya estaba en desuso, para servirse de él; pero los oficiales de la marina británica
1. /) dé enero de 1857. N. del T.
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