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canzan la norma de los países desarrollados en lo que toca a la capacidad de producción

Ca¡¡ncic. e industria

DebeInos renovar nuesíra caInpaña en el secfor industrial a fin de que se adapten rápidaInenfe las innovaciones del exterior y de preparar el terreno para que puedan "prender" nuestras propias inno– vaciones Es preciso que avancen la ciencia y la invesíigación para utilizar al Ináxizno nuestros re– cursos naturales, especialznente los que nos ofrecen ciería ventaja en 'll'iriud de su disponibilidad y con– centración, íales canto ali=enios, brozno, potasa, metales raros y yeso. También necesitaremos de su aporíe para descubrir métodos 'll'iables de explotación de las fuentes de energía nuclear en todas sus formas y aplicaciones, así COInO para fomentar manufactu– ras que dependen de la destreza y la faculiad inven– tiva, como la electrónica, la óptica moderna, las in– dustrias química y farmacéutica, efc Lo precisare– mos asimismo para aumenfar la producción de in– dustrias que esfán en sus comienzos en fado el mun– do y a las que podemos confribuir con nuestros co– nocimienfos, tales como la fotoquímica y la fabrica– ción de instruxnenios de medicina

Igualmente debernos crear en Isre,el planías piloto de actividad que puedan interesar a otros es– tados y naciones: la desalinización del agua de mar, la disminución de la evaporación, la conservación del agua y la oceanografía.

Este proceso de ampliación Y moderni2:ación de la industria no puede completarse de la noche a la mañana, sino que exige la preparación de una "re– serva" científica y profesional que esté en condicio– nes de insertar exitosamente las innovaciones en la vida práctica. Itnplica asimismo estudiar el pronós– tico de los diversos ramos de la indusfria en airas vaises, al igual que en Israel Demanda la proyec– ción de estos pronósticos, con prudencia y discerni– mienio -no en una im.iiación apresurada y tosca– a las condiciones locales. No nos apresuremos a adoptar lo,':! nuevos métodos que surgen día por me– dio, sino por el contrario, amolde:rnos nuesiros planes a nuestras necesidades y posibilidades Todo esto

exig~ tiem.po y personal capacitado

DesaJlll'oDo gradual

A :medida que progresan la ciencia y la in'll'es– tigación y se mulíiplican lss inno'll'aciones tecnoló– gicas ha de alterarse forzosaInente nuestra. concep– ción de muchos factores, tales como el trabajo, la lu– cratividad, la educación y las horas libres Será preciso empezar a pensar en conceptos nuevos sobre la nafuraleza del trabajador y la relación num.érica entre disíinfas clases de trabajadores La estructu– ra clásica del personal en una empresa dada irá cambiando más y más, puede afirmarse que este cambio es la señal inconfundible del período hacia el cual avan:z:amos, en el que una fábrica actual, que emplea a unos pocos ingenieros, un núnlero redu– cido de técnícos y gran cannd.sd de obreros será re– emplazada por otra que exige en términos relativos

más ingenieros, más técnicos y más obreros especia. lizados. En las generaciones venideras los trabaja– dores serán todos peritos La in.sirucción y la peri– cia serán bienes nacionales Una nación de esta indole no se hace en un día, ni se realiza esía iarea en el curso de una generación Dejando de lado los elemeníos puramente técnicos y económicos, que exigen una acción controlada y gradual, por etapas, el elemento humano tiene una influencia predomi– naníe Es preciso cierío número de años para que un hombre madure y se desarrolle, y la técnica más moderna no sabe aún có=o acelerar este proceso Me parece que este obstáculo bloqueó la vía de los autores de utopias tecnológicas, corno Huxley, quien en "Un mundo feliz" se refiere a la reproducción zne–

canizada pero no esbozó siquiera la idea del desa– rrollo acelerado En esía esfera, la Naturaleza mantiene un riímo propio} de ahí la radical conInO~

ción social que enfrentarnos

Una éiile de servidores

El concepto de una élite iníelectual que ha sido glorificado dunlnte generaciones en forma,s diferen– fes en Israel y en todas las naciones ha de desapare– cer en su expresión económica manifesiada en la "ieoría de la brecha" y en la lucha en pro de mejo– res condiciones económicas y sociales Tal como se decía que Israel esiaba destinada a dispersarse por iodos los países, la élite inielectual debía desplegar– se entre iodos los seciores del pueblo Si se exigen y establecen derechos E;lspeciales y una forma de vida especial para la élite actual, esio se aplicará en el futuro a toda la nación, o por lo lUenos a la mayoria Conviene, por ende, dar muestras de moderación y

prudencia al exigir mejoras para el secior que cons_ tituye hoy la 1"(\inoría. Debe darse al Estado y a la nación la posibilidad de encaminar todas sus ener~

gías a la modernización y a la educación que es su corolario, para que sus fruíos sean aprovechadas por iodo el pueblo

Claro está que esto no abarca todos los aspectos La automaiización no es garantía de justicia social, de una sociedad sin clases, de una nación trabaja– dora sin parasitismo. Esia es una tarea que deberán realizar el Hombre y la Idea, no la Máquina y sus operaciones. La idea de la jusficia social, el con– cepto del trabajo enteramente independiente, la edad de oro prevista por los Profetas de Israel, el so– cialismo de los dias postreros -nada de esto nos será entregado en bandeja elecírónica Al contrario, deberemos glebar de fado corazón por alcanzarlo. Pero, inclusive dentro de la clase irabajadora o el pueblo trabajador será necesaria una élite para en– frentar las nuevas íareas¡ pero no será una éliie arbi– traria y arroganie sino una élite de servicio, dispues– ta. a aceptar las tareas más arduas, que comparía plenamente el quehacer nacional

Una élife semejante podrá inculcar en la nación valores sociales que se remontan a los profetas dé Israel, pero que se valen de las modernas calculado– ras eledr6nicas Este será el nuevo concepto de pio– nerismo en las próximas generaciones, y es esie el

concepto que debe inspirarnos

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