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gas respetados, y cuando algunos vuelvan más tarde, se les recibirá y tratará en los países civilizados con tanta benevolencia como a otros extranjeros cualesquie– ra Tal emigracion no es una huída, sino una marcha en orden y bajo la supervision de la opinion pública.

El movimiento no solo ha de inidarse con medios estric–

tamente legales, sino que el único modo de realizarlo es en amistosa colaboracion con los gobiernos interesa– dos, que saldrán grandemente beneficiados

Para la pureza de la idea y la pujanza de su reo– Iizacion, son necesarias garantías que se pueden en– contrar solamente en las llamadas personas "morales" o "jurídicas" Cabe distinguir bien estos dos términos que en el lenguaje jurídico son confundidos con bastan– te frecuencia Como persona moral, es decir, un sel iurídico que goza de derechos fuera de Jo esfera de la fortuna privada, propongo a la Sociely of Jews Al Io– do de ésta, está la persona jurídica de la Jewish Com– pany, que es una institucion financiera.

El individuo que dejara traslucir tan solo la inten– cion de emprender semejante obra gi90ntesca, podría parecer o un embaucador o un demente El carácter intachable de la persona moral lo garantiza el carácter de sus miembros El poder suficiente de la persona ju– rídica queda demostrado por su capital

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Con las advertencias precedentes he intentado tan solo rechazar la primera multitud de objeciones que las solas palabras "Estado judío" han de provocar. De aquí en adelante nos explicaremos con serenidad, como botiendo otras objeciones y exponiendo más detallada– mente muchas cosas que solo hemos insinuado; aun-

que en la medida de lo posible evitaremos la pesadez, en beneficio del escrito mismo que ha de circular por el mundo. Para alcanzar tal fin lo mejor son, cierta– mente breves capítulos aforísticos

Si quiero levantar un edificio nuevo en lugar de uno viejo, tengo primero que demoler y después cons– truir Me atendré, pues a este orden razonable Pri– meramente, en la parte general, han de ser aclarados los conceptos, desechadas cantidad de viejas y vagas nociones, sentadas las condiciones previas en los orde– nes políticos y economico-político, y desarrollado el pkm

En la parte especial, que se divide en tres capítu– los, ha de ser expuesta la realizacion Los tres capítu– los son: Jewish Company, Grupos locales y Society of Jews. La Society debe fundarse primero, y la Compa– ny por último; pero en el esbozo será conveniente in– vertir el orden, porque acerca de la posibilidad de eje– cucion financiera surgirán las mayores dudas, las que, naturalmente, han de ser disipadas ante todo

En el epílogo se librará el último combate contra las restantes objeciones probables Ruego a los lecto– res ¡ud íos que me sigan, pacientemente, hasta el final En muchos surgirán las objeciones en un orden diferen– te del que yo he elegido para las refutaciones Pero aquellos cuyas dudas sean desvanecidas por medio de argumentos logicos deben abrazar nuestra causa Al apelar a la rozan, sé muy bien que la razon so– la no basta Los vielos prisioneros no salen de buena gana de los calabozos Veremos si la juventud, que necesitamos, está a la altura de su mision; la juventud que arrastra consigo a los viejos, sacándolos en andas, transformando en entusiasmo los argumentos logicos

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PARTE GENERAL

EL PROBLEMA JUDIO

Nadie negará la miseria en que viven los judíos En todos los países donde se encuentran en número

apr~ciable sufren persecuciones de carácter más o me– nos violento La igualdad de derechos, aunque está garantizada por las leyes, en realidad ha sido abolida por doquiera en perjuicio de los judíos Ya no les son asequibles ni siquiera los cargos de mediana importan– cia en el ejército ni en las instituciones públicas o pri– vadas Se trata de suplantarlos en la vida comercial: "¡No compréis en casas de judíos¡"

Las agresiones en parlamentos, reuniones, prensa, púlpitos, en la calle, en los viajes -imposibilidad de alojarse en ciertos hoteles- y hasta en lugares de di– versión, aumentan de día en día Las persecuciones tienen carácter vario, según los países y las capas so– ciales En Rusia saquean las aldeas judías, en Ruma– nja matan a unos cuantos hombres, en Alemania se les apalea ocasionalmente, en Austria los antisemitas siem– bran el terror en todos los Sectores de la vida pública, en Argelia surgen predicadores ambulantes que azu– z?n contra los judíos, y en París la llamada buena so– Ciedad se va distanciando y los cercles se cierran ante los judíos. Hay una infinidad de matices. Pero no in-

tentarnos aquí hacer una quejumbrosa enumeracion de todas las penas judías No nos detendremos en de– talles, por más aflictivos que sean

No es mi proposito mover a nadie a compadecel– se de nosotros Todo esto es vano, inútil e indigno Me limito a dirigir a los judíos las siguientes preguntas: ¿No es cierto que la situadon de los abogados, médi– cos, técnicos, moestros y empleados judíos de cualquier categoría se hace cada vez más insoportable? ¿No es cierto que toda la clase media judía se halla terrible– mente amenazada? ¿No es cierto que todas las pasio– nes del populacho son incitadas contra los ricos que hay entre nosotros? ¿No es cierto que nuestros pobres su– fren mucho más que todos ros demás proletarios? Yo creo que la presion existe en todas partes A los judíos pudientes les causa cierto malestar En la clase media, se la siente como una grave y sorda an– gustia En las capas inferiores, produce profunda de– sesperadon

El hecho es que esa presion tiene en todas partes una misma finalidad, que puede resumirse en el clási– co grito de los berlineses: "¡Afuera los judíost" Formularé el problema judío en los términos más

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