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EL ESTADO

PROLOGO

JUDIO

El pensamiento que desarrollo en este escrito es antiquísimo: trátase del lestablecimiento del Estado ju– dío

El mundo resuena con el clamor contra los judíos, y esto despierta ese adormecido pensamiento

Ante todo es necesario que se tenga en cuenta, en cada punto de mi exposician, que yo no invento nada

No invento ni la situacion de los judíos, que es el resul– tado del desenvolvimiento historico, ni los recursos pa– ra remediarla Los elementos materiales poro la obra que aquí dejo esbozada existen en la realidad, son tan– gibles; cualquiera puede convencerse de ello Si se quie– re designar con una palabra este intento de solucian del problema judío, ésta no ha de ser "fantasía" sino, a lo sumo, "combinación"

En primer lugar es menester que defienda mi pro–

yecto rontlO la calificacion de utopía Solo prevengo, de esta manera, a los el íticos superficiales de cometer una necedad No sería una vergüenza el haber escrito una utopía filantropica Yo podda logldr también un éxito Iitelorio más fácil, si le diera a este plan lo formo, irresponsable, por así decirlo, de una novela para fas aficionados a la lectura ameno Pero no se trata de una deleitosa ficción, del estilo de las que se han pro– ducido tan abundantemente antes y después de Tomás Moro Creo, además, que la sjtuacion ne los ¡udíos en diversos países es lo bastante crítico como para que re– sulten superfluos toda clase de considelaciones más o menos graciosos puestas a guisa de introduccion Con el fin de hacel notar la diferencia entre mi construcción y uno utopía, elijo un interesante libro de los últimos años: Freiland (Ten itorio libre), del Dr. Theo– dOI Hertzko Es una fantasía ingeniosa, surgida de un espiritu completamente moderno y compenetrado de las teorías economico-políticas y, pOI otra pOlte, tan aleja– do de la recllidad como la montaña ecuatorial en la que está situada aquel Estado imaginario Freiland es una complicada maquinaria ton muchos piñones y ruedas que hasta llegan a englanar; pero nada me de– muestra que pueda sel puesta en marcha Y aun cuan– do yo viela fundarse sociedades Freiland, lo tomaría a broma

El presente esbozo, por el ca ntr ar io, se basa en la aplicacian de una fuerza impulsora existente en la rea–

lidad Indico tan solo los piñones y las ruedas de la móquina que ha de ser constluída, y lo hago con toda modestia, señalando mi insuficiencia y confiando en que habrá mejores mecánicos que yo que sepan reali– zar \0 idea

El foctol decisivo es fa fuelza motriz Ahola bien: ¿ele qué nace dicha fuerza? De la miseria en que viven Jos judíos

¿Quién se atrevería a negOl la existencia de esta fuerza? Nos ocuparemos de ella en el capítulo I efe– rente a las causas del antisemitismo

Se conocía también la fuerza del vapor, que ori– ginado en la tetela por la ebullicion del agua, levan– taba lo tapa Este fenomeno de la tetera es idéntico

el! que se manifiesta por las tentativas sionistas y otras muchas formas de asociaciol1es contl a el antisemitismo

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Digo, pues, que dicha fuerza, bien empleada, es suficientemente poderosa pura impulsar una máquina grande y provocar movimiento de hombres y fortunas El aspecto de (a máquina no tiene la menor importan-

c~ ,

Estoy profundamente convencido de que tengo ro–

zon; no sé si tendré rozan durante toda mi vida los que inician este movimiento difícilmente verán su glo– rioso fin Pero el soto hecho de haberlo iniciado llena su ser de olgullo y de la dicha de la libertad interiOl

Paro preservar este esbozo contra 10\ sospecha de que se trata de una mero utopía, seré parco en la eXOl– nacian De todas maneras, supongo que los burlado– les inconsidelodos tratarán de restar importancia a todo lo obsequiado aquí, para caricaturizarlo Un judío, pel– sana muy razonable por lo demás, cuando le expuse el asunto opino que: "los detalles futuros expuestos como si fueran reales son los que caracterizan lo utopía" Lo c.ual es falso Todo ministro de hacienda incluye en el cálculo del presupuesto nacional cifras futuras, y no so– lamente fas que deduce def término medio de los años anteriores o de las rentas fiscales de otros Estados en años pasados, sino que hace figular cifras de las que no existen precedentes, como, por ejemplo, la introduc– cion de un nuevo impuesto Solamente no habiendo visto nunca un presupuesto se lo puede ignorar ¿Será considelado como utopía un proyecto de ley de hacien– da, si bien se sabe que lo establecido en el presupuesto no puede ser cumplido con todo rigol?

Pero pretendo de los lectores algo más difícíl toda– vía Exiio a las pelsonas cultas, a quienes me dirijo, que vuelvan a examinal y estudiar muchas viejas opi– niones Pletendo que precisamente los mejores judíos, los que se han esforzado por llegar a una saludan del ploblema judío, consideren sus tentativas hasta el pre· sente como erro neos e ineficaces

En la exposicion de la idea tengo que aflontar un grave peligro Parecerá que si hablo de las cosas futu– las con teservas, es porque yo mismo no creo que sean lealizables Si, por el contrario, anunciara sin reservas su realizacion, lodo aparece tia, quizá, como una quime– lO

POI eso digo dala y categoricamente: cleo en la posibilidad de la realizocian, sin jactarme, sin embargo, de habelle dado al pensamiento su forma definitiva El Estado ¡udío ",s una necesidad universal; pOI consiguien te sUlgirá

Si la empresa fuera acometida por un solo indivi duo, sería ciertamente una lorura; pero con el concurse simultáneo de muchos judíos, ella es perfectamente ro zonable y su elecucian no plesenta obstáculos digno de mencion La idea depende únicamente del númerc de sus adictos Quizás nuestro jovenes ambiciosos, po

I a quienes ya están cellados todos los caminos y ant quienes se abre en el Estado judío la risueña perspect; va del honor, de la libertad y de la dicha, se preocl pen de la difusian de la idea

Por lo que a mí toca. comidelo mi mision cumpl da con la publicación de este escrito Solamente tome