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que el aflfuilico, en su inmensa extensión, debería contener en unión de la polllica las miras de cual– quier otro continente del mundo antiguo. Inculc6 después las miSnlBs ideas que iodos habían desa– rrollado sobre la rec::ill:ud, benevolencia y buena fe del Gopierno español, sobre la necesidad de no ha– cer distinción alguna entre nicaragüenses y españo– les, y de vivir cada día mas y mas unidos, no tan solo por el vínculo del interés, sino por el de la verdadera amistad y fraiernidad. Terminado este discurso, se retiraron los concurrentes, llenos de en– tusiasmo. No hemos tenido a la vista los discursos, y somos acreedores al disimulo, en caso de no ha– ber procedido con exac::ill:ud.

Sr. Prefecio del dis:tri:to. Los ciudadanos de los Esta– dos Unidos, residentes aciualmente en Chinandega, se han reunido hoy en el "Hotel norleamericano" con el objeto de congraiular a U. y al Gobierno del Estado, por el feliz reconocimiento de la "indepen– dencia del Estado de Nicaragua" por la España, cu– yo suceso no hay duda es y será muy graio a los hi– jos de este hermoso y fértil país. Los ciudadanos norleamericanos se complacen como pudieran ha– cerlo los hijos del país sobre este hecho, mas cuan– do ellos han visto palpablemente la benignidad y las atenciones cordiales, con que los habifantes de este país los han recibido y la prontifud con que sus equipajes y personas son conducidas sin esiorsiones. Ellas en todos tiempos respeiarán al Gobierno, sus majistrados y sus insii:tuciones, y los buenos ciuda– danos de los Estados Unidos estarán siempre dis– puestos a dar brazo fuerle al Gobierno para sostener– lo. Chinandega, 19 de Ociubre de 1850. Dios guar– de a U. muchos años. - Francisco Amay. - Edwin S. Lanc. - Gillsi Morlon. - Charles Lender. - A solicifud de los ciudadanos de los Esiados Unidos, en Chinandega.

Chinandega, Ociubre 21 de 1850.-Sr. D. Fran– cisco Amay.-Señor. Ayer se sirvió U. poner en mis manos la apreciable comunicaci6n, relaiiva a los CC. de los EE. UU. residentes aciualmente en esia ciudad, quienes manifiestan por su conducio el gozo que les ha causado el feliz suceso de que la inde– pendencia de Nicaragua esté reconocida por la Es– paña, y que por lo mismo se congraiulan, y felicifan al Supremo Gobierno y al que habla. En contesta– ci6n debo decir, que tanto mi gobierno, como los de– mas habitantes del país se hallan a1:tarnente reco– nocidos del afecio sincero que dichos ciudadanos nos profesan, debiendo sentir por consiguiente las mis– mas sensaciones de placer, que los hijos de Nicara– gua han experimentado a la vez. Mi Gobierno des– sansa en la buena fe de los honrados ciudadanos de América. que éstos lo respeiarán, que tanto sus majisfrados corno sus instifuciones encontrarán apo– yo en el brazo fuerle de los ciudadanos de los Es– tados Unidos. Con esta fecha elevo al Supremo ori– jinal dicha comunicación y cuando por el ministe-

Excmo. Señor.-Un hijo ilustre de la heroica na– ci6n española "t ciudadano de. esia República, el Sr. D. José de Marcoleta, en qmen esie Supremo Go. bierno ha deposifado la mas alla confianza, como su agente diplomático ante esia Corle y airas de Europa, se ha servido dirijir a esie gabinete el tra– tado de paz y amistad, que, en nombre de esia di– cha República ha celebrado en 25 del último julio cOn su Majesiad Caiólica, la augusia Reina Doña Isa– bel n, que usando de las faculfades que le confirie– ron las corles jenerales del Reino en 1836, se ha dignado reconocer la independencia de Nicaragua, con los mismos lírnifes terrlioriales que tenía como Provincia de este nombre, y estipular las bases de su protecci6n a la grandiosa empresa de la comuni– cación inter-oceánica. Tiempo ha, que Nicaragua anhelaba el paso, que oon tanta oporlunidad ha da– do el Sr. Marcoleia, y esiablecer las mejores relacio– nes con su antigua metr6poli, pero los conflic:tos en que esie Gobierno se ha visio pOr la compreSion en que lo ha tenido el antiguo competidor de la Es– paña sobre la costa del norle en nuestro terrliorio, le habian retardado la incomparable satisfacci6n de corroborar con una amistad sincera los vinculas que la naturaleza, la religi6n, la legislaci6n, el idioma y otros elementos de asimilaci6n han creado entre am– bas naciones, hasia el grado de formar'una sola fa– milia. Por estas convicoiones y sentimientos, podrá V. S. considerar, cuán inefable habrá sido el beneplá– cifo, y el sublime entusiasmo con que el Gobierno

je en esa Corle. Entre tanto, el primer majistrado de Nicaragua hace fervientes votos al cielo por la conservación de la augusta soberana de España, y por la felicidad de la nación que dignamente rije, protesténdole sus respeios y las mas posifivas segu– ridades de amistad y correspondencia, y el'infrasCrl-

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