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« Previous Page Table of Contents Next Page »no; donJ'oaqum Vallejos, aquella idea gráfica del liberalismo de su tierra, decía, "es en suma, el I'en·
dezvous de todas las averías humanas....
Esfe desmembramienfo del Partido Conservador se efectúa casi en masa, cuando no tiene al frenfe al enemigo formado. Así sucedió en 1862, cuando el Partido Conservador, después de haber obtenido un triunfo defini±ivo sobre el liberalismo, en el de– senlace de la lucha contra los filibusteros, se frac– cionó, el liberalismo se fraccionó también, adhirién– dose sus dos parles a las dos fracciones del Partido Conservador. Cada una de estas fracciones fue tan potente que pudo sacar en las urnas electorales un candidato a la prEl¡;idencia de la República popu– larmenfe electo. El fraccionamiento del Parlido en aq\lella época dió origen a la reaparición más tar– de del liberalisn'lo. Este llegó a quedar enferamen– te vencido en 1876, quedando nuevamente el Par– tido Conservador solo en el campo sin un enemigo que combatir.
A este formidable Parlido, vencedor en todas parles, le ha sucedido lo que a un ejército, que, des– pués de h~ber marchado de triunfo en triunfo por mucho tietnpo, y no teniendo ya enemigos que ven– cer, se deSmoraliza en la vida de campamentq, al· grado de hacerse la guerra las escuadras amigas de los distintos batallones. Así como en Un ejército, des– moralizado por la embriaguez del :triunfo y por la • faUa de un enemigo, no falfan jefes sUbalfernos que desconozca,n la superioridad del General en Jefe, y
aun Se copsideren aptos para dirigir. aquella gran masa de soldados, pero que a la reaparición im.pre– vista del e:pemigo, reconocen su im.potencia y buscan una inteligencia superior que los salve, así también, en el Par.tldo Conservado., siempre que ha desapa– recido el enemigo común, han surgido pretensiones de carácter injustificable, se han desconocido los más im.porlanfEis servicios y las vir±udes más relevanfes, y
los elementos más tímidos y más nulos, en los días del conflicto, han llegado a considerarse los más enérgicos y más aptos para la dirección de los neo gocios públicos.
Pero todo esto es fantasmagoría, las cuestiones, disputas y disidencias que han venido surgiendo en el Parlido Conservador, a medida que ha ido dila– tando su imperio en la opinión pública, no son, co– mo se cree por algunos, un síntoma de disolución, es solamente un resul±ado lógico y necesario de encon– trarse solo en la arena política, sin un enemigo orga– nizado que de dispute su predominio. Pero reaparez– ca la demagogia, y todos los elemenfos sociales re– conocerán su centro, y el Partido Conservador, el en– fermo agonizan:l:e de "La Prensa" y de Fra Diávo1o, reaparecerá con toda la fuerza de su im.ponenfe uni– dad.
Aún no está concluída la tarea del Partido Con– servador, que es extirpar por completo el espíritu anárquico de nuestra sociedad. No está por desgra– cia todavía en el caso del ejército del Potomac que, habiendo vencido toda tendencia a destruir la Unión Americana, pudo decir, "Nuesira misión está con– cluida", y se disolvió.
Pero :le llegará su fumo, y en el día feliz en que desaparezca de nuestra sociedad toda tenden– cia anárquica que ponga en peligro la conserva-
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ción ·del orclen público, d,esa,parecerá farnbi~J?,d~. : escenario polífico el actual Partido Conse~ador, de:
c.uyo ser¡.o' !3llr9irán ~os c;lo~.gra~d~s pa7:#dos que, en,
lo futuro determinarán la marcha, progresi~a, ,dei , p$, Esos dos partidos no serélD. c:ons,ervadores' i'
liberales, como en otros países porquE;! aq1,1Íel ele:;
menfo conservador genuino nO abunc:1a en ias cla~
ses ilusiradas Y acomodadas, al grado de formar un cuerpo respetable' que cons±ituya una escuela 'poli,.. tic!'l. Los partidos que sUrgirán, seg~ los elemenfqs predominanfes en el día, J"ian de ser. ~
aulorilarios y RepublieattOs liberales. Los unos 'son los que aspiran a una cliG±adura liberal, es decir,' a un gobierno autoritario que haga el bien, sin trabas de ningún género,' a despE;!cho de todos y, de :l:odo, los ofros, los que propenden por constituir pOr enci– ma de toda aspiración y autorida~ el poder im.per~
sonal de la ley, por adt't\ÍI1,is±t:ar los, infereses' pú– blicos en a¡:'It\onía c~n los sentimienfos de la gene,. ralidad, y porque no se h,ága sentir la mano férrea elel Gobierno como una volUntad extraña a la vo~
luntad del país. Éstos' son 'los elemenfos verdade~
ramente políticos y pafriótic'os que existen en Nica– ragua, principalmenfe en lo que hoy se llama Parli~
do Conservador.
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Para dar mayor luz sQ.p,re la naturaleza de los partidos y apreciar mejor la mfluellcia que h,an ejer– cido en la max:cha del país y la que pueden teher en su porvenir, es preciso esfudiar las obras de uno y ofro en las diversas situaciones por que han atra– vesado. Cuestión es ésta puramente, de hechos, que cualquiera podrá comprobar para darsl:! cuenfa de si su acc¡'ón ha sido benéfica o perjudicial. , Pidamos, pues, a los partidos; sus obras,' que serán los verdaderos títulos con que cada cual pre– tenda la prelación en el manejo de los negocios pu– blicas.
eQué ha hecho el Partido Liberal, o más bien, qué se ha hecho en nombre de los principios libe– rales que se h,an proclamado desde nuestra inde– pendencia?
Si seguimos paso a paso los anales de nuesfra vida política, enconfraremos que en teoría se han hecho las más bellas proclamaciones de principios;
~ue se ha prometido a esta privilegiada sección d~
América una completa transformación, y converlirla, como par ensalmo, en un edén de prosperidad y
de dicha, pero en la práctica ha resul±ado todo lo confrario. En lugar de la paz y prosperidad, 4el engrandecimienfo, de la liberlad, del goce de la más completa felicidad que se ha ofrecido a nues~
iros pueblos, han :l:enido guerra contínua, convul~
siones interminables, empobrecimienfo, humillacio– nes, ruina, desolación y muerle. En nombre de la paz se les ha dado agitaciones, en n'ombre de la li~
berlad se les ha hecho servir al autoritarismo más odioso, en nombre de la felicidad se les ha reduci~ . do a la más espantosa desolación.
No fallará quien diga que éstas sondeciama– ciones apasionadas, pero ahí e~án los,. hechos par:~
comprobar nuesfras aSElveraciones. ' ' , La generación presenfe no tiene la menqr idea
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