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« Previous Page Table of Contents Next Page »las posibilidades y dentro de las realidades de la Pairia y de la época. Ahora principiarán a favore– cernos 'las rectificaciones de los que nos acusaban.
LOlll que de buena fe creyeron que nuestras miras eran interesadas, pequeñas y ruines, quedarán cla– ros de nuestra sincesidad cuando al repasar en cal– ma la dCicum,entación de la época, y al compagmarla con los resultados vean que nuestra polilica cierta– mente era d~ sacrificio y nuestro propó,süo de salud pública". :
Es evidente que los ideales de que habla don Adolfo, y' el plano esencialmente conservador, se re– fiere al Pacto del Espino Negr~, en que tuvo que aceptar él Liberalismo sin ofro camino posible, la amarga prueba de las elecciones supetvigiladas. En cuanto él "los documentos de la época", jamás se imaginó don Adolfo que llegarían a19.qna vez a los ojos del pueblo en ese libro de la vergÜenza conser– vadora que Se llama "Recuerdos de un Pasado que Siempre es de Actualidad".
Cuando volvió el Liberalismo al poder, nadie habló de retornar al Zelayismo, sino
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: de caminar adelante, en una gran capacidad de ªdaptación a las distintas etapas de la historia'.
Con el Dr. Sacasa prinCipiaba la revisión eco.. nóJt\Íca al 'fundar' 'el Monte ele Piedad y el Banco Hipotecarlo, con un concep!o generosC?! del crédüo.
En 1939 se op~ra, bajo el auspicio visionario del General ,Anastasio S~moza Gar'cía, Una verdade– ra revolución ~cruenta, al iT.eforznarse "a fondo la Cons:tiiución Politica del paí~, incorporando todas las experiencias del tiempo. . .
Se· institucionaliza la representación de las mi– norías, se consagra el vofo femenino, se atribuye a la propiedad una función social y en el Título de Garantías, se abre capítulo especial para los dere– chos de los trabajadores, sobrepasando a paises de América de tradición democrática.
El Padido Liberal ha puesto en marcha la Jus– tiCia Social en Nicaragua.
Las diferencias que los pueblos verifican en los Partidos no solamente radica en bondad de los Pro– gramas, sino en la agilidad en el Gobierno, en la eficacia en el uso del Poder'.
Si nos detenemos en el momento en que el Par– tido Liberal cumplía dieciocho años dé mando, en– conframos que mientras en igual tiempo el Partido Conservador no hizo ningún beneficio público, el Liberalismo tiene en su haber histórico, sin contar edificios públicos, carreteras, moderno~ sisfemas de
comu'n~cación electrificación, instalación de agua po– fable, numerosas escuelas, 10 que sigue:
~ódigo del Trabajo, Seguro Social, Reforma Agrana, Reforma Fiscal, Banco Central;: Banco de ~a
Vivienda, Insfítuto de Fomento Nacional, Banco Obrero, Autonomía Universüaria, para hacer breve la reseña.
Volviendo al campo propiamenfe ideológico, el Partido Liberal Nacionalista, sin perder sus esencias originales', se moderniza día a día que es precisa_ mente la originalidad de 10 clásico. Sm
dejarse lle– var por un optimismo superficial o prematuro, sino de un enfoque tenaz de la vida nUsma, atesora lo que ya ha sido alcanzado pero sé halla presto a afrontar cualquier nueva ventaja o peligro, atento al beneficio del pueblo y del hombre.
La última Reforzna a su Ideario y Programa, que en frase inolvidable del Dr. Schick lo coloca en el primer plano de los Partidos democráticos de Amé· rica, es una visión coherente y madura de la demo.; cracia, pero siempre dinámica y audaz. Cada tiempo bofan'1os lastre voluntariamente y vamos de– jando en el camino conquisfas y banderas como me· tas nUevas del adversario. Si hay alguna romántica añoranza, puede más la ambición de actualidad y fmUro, en provecho de la Patria y del Pueblo.
Existen algunas coincidencias de orden muy ge– neral entre las Declaraciones de Principios del Par– tido Liberal Nacionalista y el Padido Conservador de Nicaragua¡ pero las diferenecias son radicales y en muchos casos excluyentes. Los constituye un mismo pueblo¡ pero representan dos esillos de vida, dos concepciones opuesfas de la sociedad. El progreso empuja al conserva!ismo. El Liberalismo empuja al progreso.
Copio a renglón seguido los Cincuenta Puntos que muy bien pueden ser la filosófía general de la Nación:
PRIMERO: Él pueblo es la fuente dé totlo podér político.
Sll:GUNDÓ: El sufragio es la expresión genuina cie la vo–
luntad popular, y su libre ejercicio es la base de todas las libertades públicas.
El voto popular ha de ser personal, indelegable, igual, secreto, directo y obligatorio.
tERCERO: La representación de las minorías.
CUARTO: Debe haber alternabilidad en el ejercicio de la
Presidencia de la República.
QUINTO: La paz y el orden son bases del progreso y de
la superación nacional.
SEXTO: La soberanÍá, independencia e integridad territo–
riai soil indivisibles e inalienables.
SEPTIMO: Los órganos del Gobierno deben colaborar aro
mónicamente para alcanzar sus elevados propósi. tos, péro con independencia en el ejercicio dé sus fUilciones privativas. El ejercicio dé toda autori– dad debe estar limitado por la Constitución y las
~éYes. :
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