This is a SEO version of RC_1966_07_N70. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »derar al conserva:l:ismo como un partido confesio– nal, como hoy se dice, o clerical corno se decía an– faño, expliqué los concepios del exposifor inglés en el seniido de que se frafaba de velar por la vida religiosa del pueblo, no converlirse él mismo en re– ligión, y vejar desde la esfera polilicá, no desde la esfera ieológica, porque el conservaiismo no era una :l:eología, no era un dogma. La feología, el dogma, decía, esfán en la iglesia a la que el conservafismo asegura el pleno ejercicio de fodas sus ac:l:ividades sin inferferir en su cullo ni en su misión doceme.
y a ese propósifo cifaba farnbién a afro nofable pu– blicisfa inglés, Chisiopher Dawson, quien dice: "Un es:l:ado que posee una iglesia establecida, obviamen– ie no fiene que crear sus propios ideales espirifuales
y sus propios s2anda:rds morales porque esas cosas se dan ya en la Iglesia".
y luego señalaba el fenómeno de que a dife– rencia del liberalismo, el conservafismo, por las ra– zones apun:í:adas, no compena con la Iglesia en su propio ferreno a 10 que Se debía la magnífica paz religiosa de que siempre se goza en los regímenes conservadores, m.ienfras que en los regímenes libe– rales se producía un consfante esfado de rozamien:l:o con la insii:l:ución religiosa, porque ésfe, corno con– secuencia de su dogmáfica laicista, no sólo frafaba de eliminar a la Iglesia de :l:oda influencia social, obligándola a refugiarse en la infimidad de las con– ciencias y denfro del recinfo de los femplos, sino que fra taba de sus±ifuir sus propios dogmas laicos a los dogmas religiosos, convirtiéndose así en compe– lidor de la Iglesia en el ierreno propio de ésia. En cuanto a la política social exponía así el pen– samienio fundamenial del conservafismo, corno consecuencia de su sentido orgánico basado en la realidad del hombre:
De ese concepfo nacen, decía, cierlas conse-. cuencias lógicas, que caracierizan esencialmenie al conservafismo iales como el reconocimienio y de– fensa de varios organismos e insiiiuciones naiurales o necesarias a la naiuraleza hUl11ana para que ésta pueda llenar sus fines.
Esas instituciones son la familia, cons±ituída por el matrimonio, que es la primera célula natural de la sociedad, el derecho de asociación para mejor conseguir el hombre sus fines y proteger sus iniere– ses, ran±o espirituales, comunales, cullurales, profe– sionales, gremiales o sindicales y así mismo, expre– saba, surge el Municipio que además de servir para proteger los intereses comunales, conslliuye un ba– luarle de las libertades populares contra la inva– ción administrativa del poder central, primer paso iofalliarisia de la au:l:oridad conirario al sis:l:ema conservador que le veda inmiscuirse en la vida po– pular y destruir las libertades comunales fan indis– pensables para el desarrollo de sus fines nafurales. Así mismo exponía que como base no sólo de la estabilidad económica de la familia sino corno fun– damenfo de las liberlades concrefas del individuo, necesarias a su desenvolvimienio, el conservafismo defiende como insfi±ución fundamenfal la propiedad privada, confra :l:oda forma de colec:tivismo esfafal o de absorción prác:l:ica -de la misma por reducido
nún,ero de personas, como consecuencia del sistema económico del liberalismo. En arras palabras, al mismo :tiempo que se opone al sisfema colectivista del marxismo que destruye la propiedad privada para convertir al Esfado en el único propiefario de la fenencia de la ±ierra, defiende a la familia y al individuo contra la absorción monopolísfica y lafi– fundis±a de la :l:ierra para procurar una justa disiri– bución de la misma a fin de asegurar la esfabilidad de la familia y las liberlades concre:l:as necesarias al hombre para su desenvolvimienfo porque como afir– maba el mencionado publicista norleamericano, BofIman, "la insfifución de la propiedad es:l:á inse– parablemente vinculada a los principios aceptados de libertad y moralidad, es base económica de la familia, el único fundamento seguro de la indepen– dencia individual y de la liberlad de conciencia, de domicilio y de ±oda acción corporativa y comunal. En la historia no se encuentra un solo caso de que un pueblo con una bien disiribuída propiedad haya ±enido que sufrir un despotismo y en la edad moder– na hay una ínfima correlación enfre la decadencia de la propledad y la decadencia de la libertad". Sobre esfe aspecto fundamen±al del conserva– fiamo, explicaba luego, que el verdadero senfido de la propiedad en la concepción conservadora era la propiedad de la fierra porque es la verdaderamente concrefa, estable, real, humana y direcfa que en– raizaba al hombre en ella, lo arraigaba física y mo– ralmenie y lo responsabilizaba con el destino de' pairia, que es, dec~a, al fin de cuentas, por propia definición, la fierra de nuesfros padres.
De ese concepto de la propiedad, añadía, nace el sentido agrario del conservafismo y el fundamen– io agrícóla de todo sistema de fipo conservador lo cual explica el fenómeno polilico del gran -arraigo de los partidos conservadores en la población- cam– pesina y cierlo sentido pairiarcal y rural de -su lide– rismo hasÍa el grado de hacer exclamar a un gran líder conservador hispanoamericano, Laureano Gó– mez, ex-Presiden:l:e colombiano, que el Parlido Con~
servador es uri parlido de campesinos en su dirigen– cia y en su pueblo.
De esa misma concepción, profundamente cris– tiana, humanista y agraria de la civilización en con– frasfe con la concepción puramente económica del marxismo y plu:l:ocrática de la ideología liberal, igualmen:l:e ma:l:erialistas, jun:l:o con la creencia en un desfino frascedenfal del hombre, fluye espon:l:á– neo el senfido tradicionalista del conservafismo porque corno dice Dawson, ya citado antes, "la civilización es un camino a transitar no una casa en que vivir. La verdadera morada esiá en oira parle", y así corno el pafrimonio básica– men:l:e familiar que se ±rasmi±e de padres a hijos en la sucesión de la descendencia, la :tradición es un pafrimonio moral y espiritual que se va acumulando en la marcha de las generaciones en el iiempo, por– que para el conserva:l:ismo la nación no se compone de la generación viviente, como la conciben el libe– ralismo y el marxismo sino que es una unidad de destino qu'3 liga a las generaciones muerlas con las que han de nacer. No es, en consecuencia, la :tradi-
17
This is a SEO version of RC_1966_07_N70. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »