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neficios 'que ha hecho al país el Parlido Conservador, hemos querido decir que fados los que forman en este parlido son el prototipo de la pureza y del pa– friotismo. No; esto sería un error iguaJmenfe gra– ve. Sabido es que 81;\ las colectividades los caracfe– res más enérgicos predominan: muchos débiles son arrastrados; y otros obran por cálculos en el mismo sentido. Hemos dicho ya en afio artículo que el Par– tido Conservador se compone de los mismos elemen– tos que el Par".ddo Liberal, y por consiguiente hay en él grandes debilidades, grandes ambiciones, grandes intereses que se ocultan bajo la capa de pa– friotismo, y que acechan el momento oporluno para imprimir a los negocios una dirección conveniente a sus miras. El hecho consianfe de fener el Padido Conservador de adversarios en cada nueva situación a algunos de los que fueron amigos celosos en las anteriores circunstancias, nos releva de ]a necesidad de aducir pruebas a este respecto.

Pero volvamos a la cuestión de hechos, y ya que hemos revisado los actos del Parlido Liberal, ha– gamos otro tanto con el Partido Conservador. El Parlido Conservador destruyó la oclocracia del cuariel de León:

También destruyó el militarismo, enfrentándose a ese poder que era el más fuerle en toda la Repú– blica, ya en el gobierno, ya en las deliberaciones de la,5, asambleas, y finalmente en el campo de ba– talla en 1851:

Se enfrenfó con sorprendente resolución a la po– derosa revolución de 1854, que fue dueña de, casi todo Nicaragua, y confaba con simpatías y apoyo en casi todos los Eslados de Centro América:

Inició la reacción patriótica del país contra la dominación extranjera, e hizo los esfuerzQs más po– derosos y los sacrificios m$.s ,nobles en defensa de la independencia patria. Entre los grandes sacrifi– cios morales que hizo ese PlOl,nido por la noble causa de la independencia naqional, debe contarse el h<,;!.– berse sOluetido al gobierno de los liberales q'W3, PQr su origen espurio, se había hecho odioso a los ];me–

nos nicaragüenses, principalmente a los legitimistas que por él habían sido sacrificados:

Cons±ituyó la República después de la eJ¡pulsión de los filibusteros:

Com.batió la reelección d51 Gral. MarÍÍnez, por amor a los principios, y no obstante las simpatías y el respc10 que le merecía aquel caudillo que era uno de sus jefes más imporlantes:

Ha establecido en el país la liberlad de im– prenta, la liberlad del sufragio, la aliernabilidad en el poder:

Ha fundado la hacienda pública y levantado el crédHo nacional a considerable altura.

Ha introducido en el país algunos progresos materiales, ensanchado la instrucción popular y da– do respetabilidad al gobierno ante las naciones ci– vilizadas del globo.

Finalmenfe, al Partido Conservador se debe la consolidación de la paz y el orden y lo poco bueno que exisie en el país; siendo su qtayor mérito el ha– ber alcanzado esas mejoras a despecho de la terca 'y l;jisteJ;t\áticaoposición de lps liberales,' cuya misión parece haber sido destruirlo:todo e impedir la ed~i-

-'Cáci6h2de_cosa.,alg~a; '-"._.

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IV

fIemos dicho que al Parlido ConSerVaclor sá 1~ ,

debe lo poco que existe ene! país. m

c()n~o1id~~

orden y la paz; fundó la hacienda públ.ic::a:y' levatifó . el crédito nacional; destruyó el militaris'~o, ~e es

el cáncer de la República y alejó al Clero, de le. par~

ticipación en los negocios del Estado, e!¡lfableP~ó la

liberlad de imprenta, la del sufragio, la ~El~ab~­

dad en el poder, el juicio por iurados,. y ha la~~~~~

al país en la vía de las mejoras dé fado género. 4tr

fes del predominio del Partidq Conservadpr;i~l pal. era un caos, no se veía más que anal'quítl-¡ Agij~cia;:.\

nes y escándalos por todas parles. Los hombie!Í" ~,~

sustituyeron en el gobierno' a los pe:i1insulare.!¡l,~9

tenían noCiones prácticas de l3.~:i1ish'aci6nl esfapl!.~

llenos de ilusiones respecto del es*ablecimil:\~f9 'Q.e la República, y su fuerle era la proclamación d~,

hermosas teorías, y de las ideaS de la revolu.Qi6~·

francesa; y sin tomar en cuenta l~ índole de nues~

tro pueblo, y la naturalezá de S\1 educación colo~

nial, quisieron trasplantar a Nicaragual~s :'avanza~

das insiituciones del, pueblo· amerlcano,'puebio ;cql\, to, amante de la liberlad, esencialmenféamigo del orden y avezado a las luchas polijicas y sociales. . El resultado de la proclamación de esas ideas fUe que se dictasen leyes y conslitucione$ propias para una especie de República plat6nica,en donde .el ciudadano no tuvieSe más juez que su conciencia, ni necesitase de otra fuerza qUe la ley imperios,a del deber. Así fue como lleg6 a cons~eun si– mulacro de gobie~o sin. poder para llénar su co- .melido, sin fuerza, sin prestigio y siIi resip~ábilidad.

Ese gobierno era el juguete de lo!!! demagogos, quie– nes, a pesar de su debilidad. lo enconti'aba~ d~m!'!.­

siado estorboso para san.sfacer sus

desordeIúidos ape±i±os. .Para. resistir lQs consÚmtes combates de la anarquía, era preciso suspender bis leyes fU:ñdameñ.~

tales y secundarias, como el único meqio de qu.e el

gobierno pudiese nivela.rse en poder a 10$ revc:iluc:~q­

narios. Elefecio de esa lucha pennanente entre ·~l

poder constifuido. y ios anarquistas, ya" #iu.nfase ~l

primero o sucumbies'e, era siempre un ciúmulo de calamidades para los pueblos, lQs cualés se, veíaj:¡ privados del don precioso de la paz, que es su PrID–

cipal aspiración, y del goce de las ampli<,;!.s g¡;¡ran– tías, consignadas en las leyes eminentemente libe– rales.

El Parlido Conservador trató de poner férmino a ese desgraciado modo de ser de Nicaragua, que no perrnifía ni a funcionarios públicos ni a particu– lares acomefer ningún género de empresas para cu– yo desarrollo se necesitase de algún tiempo: porque había la tristísima convicción de que cuanfo se hi– ciese era corno si se edificase sobre arena, que de– bía venir a tierra al primér soplo de la revolución. Su tendencia ha sido pues, robustecer ia auforidac:l' dando fuerza y vigor a todos los agenfes del poder público, para que puedan contrastar y manfener a

raya los esfuerzos de los anarquistas'.' . El pecado o el error del Partido Conservador ha constituido en ir quizá, en este propósito, más ~á

de lo que la pnlden9Ía exige; pues .qu~riendo e\,j·

:tal' los constantes vá.ivEines 'sociales, ocasionados por

la acción incesanfe y desotganiU.dc:U::& ~ i1lt. ~a"