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« Previous Page Table of Contents Next Page »que intento llevar a cabo la Unían de Centro América. La guerra termino con la muerte de este caudillo en la Batalla de Chalchuapa, en El Salvador, el 2 de Abril de
1885.
El Colegio de Granada, de enseñanza primaria y se– cundaria, se abrio el año de 1874, bajo la direccion del padre, don Pedro Sáenz Liaría, notable educador espa– ñol, orador sagrado, con un cuerpo de profesores espa– ñoles contratados por los padres de familia de dicha ciudad. El padre Sáenz Liaría murio en Granada el año de 1879, y los otros profesores, regresaron a España, con excepcion de don Nicolás Quintín Ubago y don Pepe Jaen, que como referí antes, establecieron sus respectivas escuelas, el primero en Granada y en Jinotepe el se· gundo.
Al morir el padre S6enz Liaría, uno de los profesores del Colegio, le sustituyo en la direccion, interinamente, mientras llegaba el director que se había pedido a los Estados Unidos.
Llego a Granada Mr. William J. Ekoff, maestro de las escuelas de New Jersey en los Estados Unidos, con– tratado por el Gobierno de la República, para regentar el Colegio de Granada, que a esa fecha, se había conver– tido ya en Instituto Nacional de Oriente, tomando el go– bierno la total administracion del plantel. Con Mr. Ekoff, llegaron otros dos profesores norteamericanos. Ni el director ni los profesores hablaban español y por esa razan, al cabo de pocos meses, cancelaron su contrato y regresaron a los Estados Unidos.
Al renunciar Mr. Ekoff, fue nombrado director inte· rino del Instituto, don Anselmo Hilario Rivas, distinguido hombre público, notable periodista y ameritado maestro de enseñanza, tareas estas últimas de donde había ale– jado la política y la prensa.
Poco tiempo permanecio el señor Rivas en la direc– cion del Instituto, y fue entonces, en 1885, que yo entré a ese plantel.
Pocos meses después y en ese mismo año, sustituyo al señor Rivas, don José Torres Bonet, profesor español, culto y de carácter enérgico. Tan pronto como se hizo cargo de la direccion del Instituto, lo reorgcmizo comple– tamente, implantando un nuevo método de educacion. Desgraciadamente, un año después de tomar poses ion de su cargo, murio de fiebre amarilla, en el mismo local donde residía. Seis años antes, la misma epidemia causo la muerte del Padre Sáenz LIaría, como antes dije. A Bonet le sucedio don José María Izaguirre, edu– cador cubano, discípulo del notable maestro don José de fa Luz y Caballero, compatriota suyo. lzaguirre, antes de llegar a Nicaragua regento la Escuela Normal de Guatemala.
Fue este educador cubano, quien pusiera en práctica en Nicaragua, y especialmente, en el Instituto Nac:ional de Oriente, los primeros sistemas modernos de educacion en aquel tiempo, nuevos sistemas pedagogicos estable– cidos ya en los Estados Unidos y Europa para estudios de primaria y del Bachillerato.
El seiior Izaguirre redacto el nuevo plan de estudios del Instituto, estableciendo un nuevo sistema adminis– trativo e impuso, estricta disciplina. Como en este plantel había un cuerpo de profesores idoneos, estos mismos continuaron dando sus lecciones.
Una vez reorganizado el Instituto, el señor Izagui·
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rre, autorizado ampliamente por el Gobierno de la Repú. blica, se dirigio a los Estados Unidos a comprar, nuevo mobiliario, dos modernos gabinetes, uno de Física y otro de Química, juegos de mapas murales para estudios de Geografía, Botánica, Fisiologío y Mineralogía y un juego para ejercicios calisténicos.
Para hacer estas compras, el doctor don Adán Cár. denas, Presidente de la República, le otorgo poderes para gastar, a juicio del señor Izaguirre lo que se necesitase para el Instituto Nacional de Oriente y todo ello de los más moderno sin economizar en los gastos.
Mientras el señor Izaguirre permanecio en los Esta– dos Unidos, se efectuaron varias e importantes reformas en el edificio del antiguo Convento de San Francisco don– de estaba instalado, de acuerdo con planos elaborados por el mismo señor Izaguirre, antes de su viaje. A su regreso y terminadas las reformas del edificio, se instalo en el mismo el nuevo mobiliario de pupitres y los apara– tos y mapas que había obtenido en los Estados Unidos. Al abrirse el nuevo curso de estudios en el Instituto Nacional de Oriente, bajo la direccion del señor Izaguirre el año de 1886, y secundado por un cuerpo de buenos maestros, entro el centro en una nueva fase, y, ya en
1887, se fe pudo considerar a éste como el primer centro de enseñanza en Nicaragua, gracias al impulso que le había dado el notable educador cubano señor Izaguirre. Volvía, el país a colocarse en materia de educacion, a un nivel tan alto como lo tuvo en años anteriores, ya en esta última época con mejores y más modernos ele– mentos para la enseñanza.
Debe repetirse aquí, de paso, que esta obra reali– zada por el señor Izaguirre y que tan opimos frutos dio al país no se hubiera realizado sino recibe él el apoyo decidido, entusiasta y liberal del Gobierno que presidía el doctor don Adán Cárdenas, espíritu progresista, y
tanto este Jefe de Estado, como su Ministro de Educacion, al otorgar amplio apoyo al Director del Instituto, señor Izaguirre, son acreedores al reconocimiento y la gratitud nacional por el buen éxito que llego a obtener en esos años aquel centro docente, establecido en Granada, des– de 1874.
Debo también, dar aquí la nomina de profesores que en el Instituto, donde yo me eduqué, actuaron de 1885 a 1892, año en el que por causas que explicaré m6s adelante, este centro sufrio trastornos debilitando éstos la enseñanza que en él se daba.
Ya he hablado de los directores, Mr. William J. Eckoff, don Anselmo Hilario Rivas, don José Torres Bo· Ilet y don José María Izaguirre. A estos debo agregar los nombres de los profesores: don Pablo Hurtado, de Historia; don José Trinidad Cajlna, de Matemáticas; don Francisco Avendaño, de Geografía; don Miguel Ramírez Goyena, de Física y Botánica; don Roberto J. Twight, de Geometría; don Alberto Gámez, de Algebra, Trigonome– tría y Química; don Federico Derbyshire, de Francés e In– glés; don Estanislao Vela, de Geografía y Gramática; don Francisco Alfaro, de Retorica y Poética; don Antonio Sao laverry, de Dibujo natural; don Víctor Lesage, de Fisiolo· gía, de Química y también de Francés; y los profesores de enseñanza primaria, don Yanuario Varela, don José Dolores Mayorga, y al Secretario del Instituto, era don Alberto Zelaya Alvarez, primo mío~ También actuo por poco tiempo como profesor de Retorica y Poética, don
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