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señanza universitaria. En 1923 fundó el "Instiiu±o Arnericanista de la Universidad de Wuerzburgo" que patrocinó la redacción de la serie intitulada "Estu– dios sobre América y España".

A pesar de la grave inflación monetaria de Ale– mania, Carlos Sapper pudo realizar su primer viaje a ultramar después de la guerra. Salió en septiem– bre de 1923 para México, entró a la República de Guatemala el 18 de noviembre por Ayuila y llegó a la capital, donde fuá recibido honrosamente por el Gobierno y cordialmente por sus numerosos amigos guatemaltecos y alemanes. Aunque tuvo que cum– plir muphos deberes de represenfación y dar varias confereIJ.9ias , aprovechó su tiempo libre para em– prender excursiones a Los Alfas y a la costa sur, en las cuales le acompañó el profesor Josef Lenfz, discí– pulos de Carlos Sapper en la Universidad de Esiras– burgo.

La Sociedad de Geografía e Historia de Guatema– la le nombró uno de sus tres primeros socios hono– rarios, junto con el dOdor Sylvanus C. Morley y el dador William Gates, acto que se celebró en público e19 de In.arzo de 1924. La Universidad Nacional de Guatemala le distinguió con el dodorado de honor.

Carlos Sapper salió en automóvil de la capital el 5 de febrero de 1924 rumbo a San Salvador. Efec– fuq Una excursión al occidente de la República acom– pa.;ñado por el naturalista e historiador don Jorge Lardé que le condujo al Lago de Güija y a la isla de Ipaltepeque con sus ruinas precolombinas y di– bujos rupestres. Visitaron El! Volcán de Santa Ana y el 1zalco, cuya actividad entonces permitió la su– bida al cráier. Poco después se fué al oriente para subir al Volcán de San Miguel, a fin de estudiar los cambios en la configuración del crmer después de la erupción del año 1920.

Continuó su viaje a Nicaragua, donde tomó fie– rra en Corin:\:o, el 2 de marzo. Ya el 5 subió al Vol– cán de Masaya y el 6 llegó a León, donde la Uni– versidad y las autoridades le honraron con una re– cepción muy solemne. La Universidad le honró además, con la dignidad de miembro honorario. Visitó el Volcán del Cerro Negro que había intensifi– cado su actividad en 1923 y salió de Corinto el 14 de marzo para llegar el 16 a Puntarenas. El ferre– moto del 4 de marzo de 1924 que devastó varias re– giones de la República de Costa Rica despertó el in– terés del doctor para estudiar los daños y sus in– fluencias sobre la economía del país.

Poco después de su llegada a San José, Carlos Sapper fue nombrado miembro de una comisión a la que el Gobierno encargó estudiar el origen del te– rremoto. Los comisionados, señores don Fidel Tris– tán, don Anastasia Alfara y don Ricardo Fernández Peralta, investigaron varias regiones del país y su– bieron fambién al Volcán de Irazu que por cierta acfividad creía la gente que era uno de los focos sís– micos. Representaciones y conferencias ocuparon el resto de la temporada. El 17 de abril Sapper salió en barco de Puerto Limón hasta Crisfóbal y perma– neció y.na semaIJ.a en Panamá que había visitado

hacía 22 años, antes de que se empezara a cons– truir el canal. Quedó sorprendido del desarrollo en la zona del canal y en la República, donde habían modernizado los caminos y el aspecto de las ciuda_ des. Se entusiasmó con esos progresos que le pare– cieron los más importantes en la América Ceniral en este tiempo. El 24 de abril se embarcó en Cristóbal para Buenaventura, donde arribó el 26. Tuvo que limitar su temporada en Colombia a unos días sola– mente.

En 1925 Y 1926 encontramos a Carlos Sapper en viajes a los volcanes de Strómboli y Santorín, este úl–

fimo entonces en plena erupción. Y por fin llegó el último viaje de su vida en el verano de 1927 has– ta 1928.

Ciertas insilluciones de la República Argentina invitaron al docfor para dar conferencias en Buenos Aires, invitación honrosa que don Carlos aceptó de buena gana, ya que hacía mucho tiempo que que. ría conocer el continente de la América del Sur pa– ra ensanchar el intercambio científico entre los círcu– los sudamericanos y alemanes y darse cuenta al mismo tiempo, y personalmente, del desarrollo de las :colonias alemánas en el sur del Brasil y de Chi. le. Además, proyectaba regresar por vía de la Amé– rica Central. Este viaje duró del 30 de junio de 1927 hasta el 2 de marzo de 1928.

En 1924 no se le había presentado la oportuni– dad de incluir la visita de la R~pública de Hondu. ras en su repaso de la Arnérica Central, a Causa ,de la situación revolucionaria, pero ahor~ no t;:lnconiró dificul±ad para volver a up. país que había recorri. do hacía 30 años. Ueg6 po;r barco de la Isla del Ti– gre al puerto de SEI.n Lorenzo y sigui6 en automóvil por Sabana Grand,e a Tegucigalpa. Las autoridaqes, l1asta el mismo Presidente Miguel Paz Barahona, los gremios científicos con la 'recienfemeJlie fundada Se– d,edad de Geografía e Hisf.oria, el arzobispo, docfor Hombach, y muchas otras personas disti;nguidas le recibieron honrosamente festejándole en los pocos días de su parada en la pequeña y pinforesca capi– fal de esillo colonial. Continuó el viaje a la costa norfe hasta Puerto Cortés asombrándose del desarro– llo económico en la zona d,e San Pedro Sula con sus extensos bananales. Pasó en barco de este puerto a Puerto Barrios, llegando allí el 9 de enero de 1928. Permaneci6 un mes en la R.epública de Guatemala en cuyo espacio de tiempo hizo un viaje junto con Franz Termer al occidente, recorriendo la región en· fre la Antigua Guatemala y San Andrés Osuna, los altos entre Tecpán y Quezaltenango, y la zona cafe– talera de la Costa Cuca. Acompañado por el señor don Godofredo Humer y Franz Termer subió al Vol· cán Siete Orejas el 21 de enero, última excursión vul– canológica de su vida.

Después de haber asistido a la inauguración de la Universidad Nacional de Guatemala el 15 de ene– ro, Sapper dió una conferencia en el seno de la So– ciedad de Geografía e Historia sobre la población autódona de la América Central, seguida de otra en el Club Alemán sobre problemas ele la conquista en

.la América ~IJ..a •. _ Lu~os~li6. ,el ~ l;1e febrerQ ,!o;on