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tramar. Su obra consagrad.a a investigaciones vul– canológicas fué el resu1±ado de una sugestión de parle de Raízel. Conviene saber que este gran sa– bio fué el redacior de la serie "Geographische Hand– bücher" 1Manuales de Geografía) , y corno :l:al persua– dió al vulcanólogo de fama mundial que escribiera un manual de vulcanología. Sapper consintió en ello sin tardanza para asumir solo los enormes em– peños que la ma:l:eria exigía a fin de presentar los conocimien:l:os mundiales de los fenómenos volcáni– cos. En 1927 publicó su Vulkankunde.

El motivo de su primer viaje después de las in– vestigaciones cen:l:roamericanas fueron las graves erupciones de la "Soufrieére" en la isla de San Vi– cEm:l:e y del Mon:l: Pélé, en Mar:l:inica, el 6 y 8 de mayo de 1902, y :l:ambién el :l:erremo:l:o que desvasfó una gran parle de ia Costa Cuca, en Gua:l:emala, el

18 de abril del mismo año, fenómenos que impulsa– ron al docior a emprender nuevas observaciones en el campo. Además, quiso visi:l:ar otra vez el occi– dente de El Salvador y conocer las Aniillas Meno– res.

Así Carlos Sapper salió de Tuebingen a fines de agos:l:o de 1902 dirigiéndose primeramen:l:e a los Es– tados Unidos, donde visi:l:ó el Yellows:l:one Park, San Francisco y el Gran Cañón con:l:inuando su viaje por el norle y centro de México hasta Acapulco a don– de llegó el 21 de octubre. Se embarcó para San Jo. sé de Gua:l:emala, desembarcó el 24 y llegó el rn.is– mo día a la capi:l:al. En esos momen:l:os Sapper reci– bió un :l:elegrama de su hermano don Ricardo, de Co– bán, con la no:l:icia de que se habían oído en aqu&– lla ciudad grandes detonaciones, iridudablemen:l:e procedentes de una grave erupción volcánica. Taln– bién el 26 se las oyó en la eapi:l:al de Gua:l:ernala

sin saber qué volcán es:l:aba en ac:tivi,dad. En visre de ésto Carlos Sapper resolvió salir de pion:l:o para el occidenie dé la República en bestias y con mozo que ob:l:uvo por la genªrosidad de don Rodrigo Sch1ubach.

Se encaminó direc:l:arnen±e a Sololá, donde averi· guó que el volcán de San:l:a María se hallaba en pIe. na actividad.

Salió en seguida para El Salvador, donde hizo excursionés, a los voloanes en la comarca de Izalco. Subió al Volcán de San Marcelino y al Cerro Chino, y el lB de diciembre al San:l:a Ana. Investigó la ori. lla sur del Lago de Coa:l:epeque subiendo por fin al Cerro Verde para observar las erupciones del Izalco. Bajó al pueblo de Izalco y llegó por Sonsona:l:e a Acajuila, donde se embarcó el 22 para Panamá y de Colón continuó su viaje a las An:l:illas Menores.

Desembarcó en la Marlinica el 9 de enero de

1903 y emprendió una excursión de Forl de France al in:l:erior de la isla caminando a pie por Gros Mor– ne y Fonds-S:l:. Denis has:l:a la zona des:l:ruída por la terrible erupción de la Mon:l:aña Pelada. Cerca de Morne Rouge se halló en los :l:errenos devastados por las desastrosas nubes ardien:l:es, sin poder efec:l:uar observaciones suficienies a causa de lluvias :l:orren– .ciales que. le obligar.()n a regresar a Fon de France.

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Junto con el famoso geólogo francés doctor Lacroix, visiló las ruinas de la destruída ciudad de Sain:l: Pie– rre y se fué después al sur de la isla, donde la poli– cía impidió sus es:l:ud,ios geológicos por la ridícula sospecha de espionaje.

Después regresó a Alemania para con:l:inuar sus labores de ca:l:edrá±lco en la Universidad de Tuebin– gen. Dió por resultado este viaje una mu1±i:l:ud de estudios sobre la vulcanología, geografía física y cul– tural y sobre la si:l:uación econórnica después de las catástrofes sísmicas y plutónicas, además de diser· taciones sobre la etnografía de los habi:l:antes cario bes en San Vicente.

La década que sigue hasta la primera guerra mundial ofreció muchas oportunidades a Carlos Sapo per para ensanchar sus investigaciones, principal– lnen±e vulcanológicas y geográficas, en varios via– jes por el Viejo Mundo. En 1904 se fué al Medi:l:e· rrán<;!o del este. En 1905 le hallarnos en las Islas Canarias, donde investigó el problema geológico de la Caldera en la Isla de La Pahua y las extensas ca– pas de lava en Lanzaroie, originadas por la enorme erupción de los años de 1730-1736. A su regreso a Europa visitó todavía la región volcánica d~ Olot en Cataluña. En 1906 viajó a Islandia para estudiar los sistemas de grietas originadas por erupciones muy antiguas, la mayor de las cuales es la grieta Eldgjá del siglo X d. J. C.

En el año de 19Q8 Sapper recibió orden del De– partamen±o Colonia! Imperial de Berlin de empren– ger el recon,ocirnien:l:o geográfico y geológico de las islas de Nueva Pomerania (hoy Nueva Bre±aña) y Nuevo Mecklemburgo (hoy Nueva Irlanda), dos co. lonias a1e¡nanas en aquel en:l:onces en. la Me1anesia. Le acompañó el famoso sabio doc:tpr G~rg Friede. rici, que se dedicó a investigaqione¡;¡ etnológicas y lingüísticas entre las tribus del ~rchipiélago de Bis. marck. En su viaje de regreso a Europa, Sapper pero maneció por una temporada en la isla de Java. La gen:l:e supersticiosa que vive en la vecindad, de la

montaña no le pennifió subir al volcán del Smeni

13,680 m.) corno lo deseaba. Siguió el viaje y des– pués de una coria pennanencia en Cantón, don Caro los llegó a su patria.

Poco después fué llamado a hacerse cargo de la cá!edra de geografía en la Universidad de Estras– burgo, a donde se trasladó en 1910 corno sucesor del famoso geodefa y geógrafo, el profesor Georg Ger– land. En el mismo año Sapper hizo un viaje a Sue– cia, Laponia y hasta Spi±zberg, donde se ocupó en estudiar los fenómenos morfológicos de la denuda· ción ártica.

4. AI\IOS DE VEJEZ

A principios de 1919 le llamaron a la cátedra de geografía de la Universidad de Wuerzburgo en Baviera, puesto que ocupó hasta su retiro en 1932,

aunque le fueron ofrecidas varias cátedras en uni– versidades mayores. Sin ernbargo prefirió la vida más tranquila en la bella ciudad del barroco para dedicarse a sus trabajos cieniliicos, aparte· de la en-