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En el año de 1899 Carlos Sapper realizó su pro– yecio anterior de extender sus investigaciones a la

República de Costa Rica, para lo cual resolvió nue– vamente efeciuar sus viajes a pie acompañado por el mozo kekchí Sebastián lcal, de Cobán. Salió el

19 de enero de San José de Guatemala en barco pa– ra Corinto, pasó en tren a Managua y Granada y se dirigió a la isla de Ometepe, subiendo al volcán del mismo nombre el 25 de Enero. Llegó a Rivas al día siguiente y se equipó para el largo viaje al sur. Salió el 27 de enero hacia San Juan del Sur y pasó por el país pintoresco a lo largo de la costa del océa– no hasta la Bahía de Salinas, cruzando la frontera con Costa Rica el 29 de enero. Llegó a la aldea fronteriza de La Cruz situada en los declives de la sierra de los volcanes costarricenses. Siguió el viejo camirio colonial pasando el Río Sapoá cerca del si– tio de Sapoá y las haciendas "Animas" y "El Hacha" donde se levanta el Volcán de Orosí que subió el 1 9

de febrero sin haber podido hacer observaciones a causa de los densos nublados que cubrían la cima. Regresó a "El Hacha" y continuó la marcha el 2 de este mes al sur por la hacienda "Santa Rosa" hacia Liberia, Sardinal y al sur y sureste a El Belén y lle– gó por Santa Cruz a Nicoya. No pudiendo conse– guir un práctico conocedor del ca:mino para afrave– sar las moníañas vírgenes que se estrechan hacia el Pacífico en esta región de la península de Nicaragua, se contentó con una excursión al últi:mo silla habita– do, la hacienda "Las Huacas", bien conocida por los muchos restos arqueológicos en forma de tumbas y construcciones de piedras como vestigios de basa– meníos de habitaciones antiguas. Poco después de Sapper el fa:moso arqueólogo Sueco C. V. Harlmann efectuó sus importaníes excavaciones en la misma re– gión.

Regresó don Carlos a Nicoya y visitó la pequeña colonia que se había fundado a principios de lQs no– venía años del siglo XIX con unos sstenía emigran– tes cubanos, de los cuale~ Sapper encontró solamen· te ocho. El 12 de febrero caminó al Puerto Jesús en la costa del Golfo de Nicoya, donde no exisiía enton– ces lnás que una casa. Desembarcó el doctor en la Isla de Chira cerca del silla de La Coloradita y su– bió al cerro más alto. Continuó el viaje ell un pe– queño barco de vela a través del Golfo, pero debido al mal tiempo la tripulación se vió obligada a ±o– mar tierra en la Isla de San Lucas, conocida como prisión de reos sentenciados. Sapper arribó por fin a Puntarenas el 14 de febrero y continuó al día si– guiente por tren hasta Esparta, estación de destino de la línea. Caminó a pie por San Mateo subiendo la cuesta de los Moníes de Aguacate y pasando por Atenas hasta Alajuela, donde tomó otra vez el tren para la capital de San José llegando a ésta el 17 de febrero.

Junto con el emineníe sabio Henri Piliíen de Fá– brega hizo una excursión al Atlántico para conocer la línea ferroviaria y estudiar la situación agrícola en esta región de la costa. Se fueron de Puerto Li– món a los platanares de la finca "Wesffalia" y efec– tuaron una excursión geológica al valle del Río Ba– nano. A la vuelta bajaron del tren en el pueníe so– bre el Reventazón y siguieron a pie la línea hacia

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arriba hasta Turrialba para invesfigar la geología de esta parte del Valle del Reventazón.

Durante su temporada en la capital costarricen– se desde el 26 de febrero hasta el 18 de marzo, Car– los Sapper hizo flxcursiones a San Marcos de Dota y a los volcanes Irazú, Poás y Turrialba. La subida al Irazú la efectuó a caballo, desde Tierra Blanca, pasando por Yerba Buena en los días del 27 y 28 de febrero.

A continuación se dirigió al sur de la República que le llamaba la atención por los pocos conoci– mientos que se tenían sobre la orografía y geología de la Sierra de Talamanca y sus declives a los bajos del Caribe, región que habían recorrido poco aníes el ya citado bo:tánico y geógrafo Piliier de Fábrega

y el famoso obispo dador B.ernardo Thiel en busca de grupos difundidos y aislados de los indios chirri– poes y talamancas. El profesor Pitlier persuadió ~

don Carlos de la conveniencia de recorrer los mi q.–

mas caminos que el obispo Thiel y tomar las medi– das de la ruta, trabajo del cual se había abstenido el docior Thiel.

En consecuencia Carlos Sapper salió de San Jo– sé el 18 de marzo en tren hasta Tucurrique y marchó por el terraplén de la línea ferroviaria hasta Turrial– ba estudiando una vez más las formaciones geológi– cas puestas bien en descubierto en los desmontes de la línea.

Después de un descanso de ¡;ólo dos días Carlos Sapper continuó su viaje el 20 de abril dirigiéndo– se ahora a ,la región boscosa de las faldas septentrio– nales del eje volcánico de Cosia Rica, donde efeC±u9 estudios de los indios guaiusos, una tribu hasta en– fonces solamente visilaqa e~ sentido científico por el obispo Truel. Pasó Sa,pper en barco el Golfo de Nicoya rumbo a la desembocadura del Río Tempi~.

que y del Bebedero, llegando al pueblo del mismo nombre, de donde caminó hasÍa Las Cañas. EfeC±uó la subida al Cerro Pelado que hasta entonces se con. sideraba de origen volcánico, pero que ah~ra resul~

fó ser de naturaleza no volcánica. El doctor Sapper visiló varios palenques de los gua±usos que se halla– ban en el fondo del valle o en los contrafuertes de la sierra. A las observaciones anteriores del obispo Thiel, agregó nuevos datos sobre la vivienda y los bienes de esta interesante población indígena y<;l muy reducida. Descubrió además entre los palen– ques de Margarila y Tojibar CTonjipé?1 una gran piedra esculpida y cubierta de dibujos rupestres an– tiguos, entre los cuales unas figuras a manera de conchas llamaron la atención del sabio. De regre– so de su excursión a Guatusa el 28 de abril bajó en canoa al otro día el Río Frío, pasó la noche en el paraje de Caño Negro y llegó a San Carlos el 29 del mismo mes.

De allí llegó en aira en1barcación al puerto de San Ubaldo, situado en la orilla norte del Lago de Nicaragua. A pesar de las fatigas padecidas hasta entonces en tan dilatado viaje, el doctor tuvo toda– vía suficiente energía para emprender su viaje de regreso a :través c;le la región aflántica de Nicaragua

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