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saya y el Mar de Apoyo. Subió también al Volcán de Telica y al Mombaoho sin éxito alguno a causa de las densas nieblas que cubrían las cimas y por las copiosas lluvias. Por esias circunsiancias desfa– 'iorables Sapper desisfió de oiras excursiones en Ni– caragua y, además, del viaje a Costa Rica. En iren se dirigió de Managua al puerlo de Corinio y en una pequeña embarcación de vela llegó en cinco días a La Unión el 12 de junio.

llegó el año de 1898. Carlos Sapper proyeció entonces hacer un viaje por el ceniro y oriente de la República de Honduras, regiones que en su ma'" yor parle iodavía no habían sido reconocidas por geólogos y geógrafos experlos. La Sociedad de Geo– grafía de Berlín pairocinó la expedición proporcio– nando un préstaIno como muesira de su aprobación a las invesfigaciones hasia entonces efectuadas por nuestro sabio.

El 12 de enero de 1898 parlió de Cobán el doc– ior, acompañado por ires indios kekcroes andando por caminos ya conocidos rumbo al valle de Moia– gua y hasia Copán. Lo único que iodavía no había iransilado era el pedazo de la ruta enire San Diego, Chiquimula y Jocoián por donde Carlos pasó para compleiar su reconocimiento geológico de esia par– ie del deparlamenio de Chiquimula.

Gozó un descanso de pocos días en la airactiva capilal hondureña antes de salir el 28 del mismo mes rumbo nordesie. Visiló las minas de Santa Lu– cía y sus vecinas del Valle de los Angeles y de San Juancilo, enirando después por Cantarranas y Ta– langa (820 m.) al valle del Ría Guayape.

El 11 de dicho mes salió rumbo suroesie hasia Yuscarán. Pasó la frontera con Nicaragua cerca de Alauca y caminó por Dipillo, Ocoial y Ciudad Anií–

gua hacia Telpaneca. Pasó por YaInalote, Valí, San Rafael del Norle, Daianlí, a la zona cafetalera de Ji– güina para llegar a la ciudad de Matagalpa. Por fin llegó por Sébaco, Meiapa y Tipilapa a la capiial, Managua, el 30 de abril. Ya el día siguiente halla– mos al docior en el pueblo de Masaya (230 m.), donde enconiró al geólogo e ingeniero de minas, doctor Bruno Mierisch.

El rumbo del viaje hacia la zona del Pacífico y el encueniro con el ingeniero alemán que irabajó COIno empleado de compañías mineras en el noroes– ie de Nicaragua fueron moiívados por el grave ie– rremoio que sacudió una gran parle del país el 29 de abril de 1898, es decir, un día antes de la llega– da del docior Sapper a Managua. Daños mayores resU1faron en las ciudades de Managua, Le6n y Chi– nandega. El Gobierno aprovechó la presencia de los dos geólogos para encargarles la invesfigación de las causas sísmicas. Así es que vemos a los colaborado– res en seguida recorrer junios la hoyada ieciónica que se emende paralela al Océano por ioda la Re– pública de Nicaragua y sigue hasia la frontera de El Salvador y Guatemala, una zona geo16gica de las más imporlantes de la América Ceniral y sede del vulcanismo juvenil y de frecuemes movimientos sís– micos.

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Antes de emprender BU na)e, el docior Sapper parlicip6 en el sondeo del Lago de Masaya que eje– cutó el señor Mueller. Después Sapper y Mierisoh salieron de Masaya pasando por Managua rumbo a su priIner objeto de esiudios, el Volcán de Momo– tombo, que mucha genie creia ser el origen del te–

rremoio. Fué ésia la priInera ascensi6n a esie pico escarpado emprendida en fiempos hisióricos. To– mó parle también en ella un médico alemán de Ma– nagua, el docior Roilischuh, apade de los ires kek· croes. La excursi6n que se efectu6 el 9 de mayo cosió mucho irabajo, pero produjo observaciones im– porlantes del cráter, donde los experlos invesfigaroIl. las fumarolas, y luego irazaron un croquis del vol– cán y de sus alrededores. En seguida se fueron a la región de León y Chichigalpa, de donde subieron a los volcanes de Telica, de Santa Clara, al Viejo y al Chonco. Regresaron por Chichigalpa y Mana– gua a Masaya el 19 de mayo, donde redaciaron su informe para el Gobierno afirmando el origen fec– tónico y no volcánico del terremoto.

Sapper, con sus indios, sigui6 el 28 de mayo en fren hasia Corinio y pas6 en vapor a Amapala, de donde llegó en canoa hasia Aceiiuno (ca. 10 m.), si..: iuado en la orilla hondureña de la Bahía de Fonse– ca. La robusiez de Carlos Sapper era admirable, pues aunque había caminado cinco Ineses casi sin descanso por gran parle de Honduras y Nicaragua, efectuó sin embargo su regreso a Guatemala otta vez por en medio de la República de Honduras, siempre andando a pie desde el Pacífico hasia el Mar Caribe.

El resU1fado de esie viaje fué el reconocimienio de la geología, geografía física y humana del cen~

iro, norle y suresie de la República de Honduras, aumentado por valiosas observaciones etnográficas enfre los payas y jicaques. AdeInás, el docior Sap– per aporló muchos nuevos dafos sobre la geología del noroeste y sobre la vulcanología del sur de Ni– caragua. Es cierlo que ocurrió una desgracia. To– das las muesiras de rocas y piedras recogidas en los caminos se perdieron después que Sapper las hubo despachado de Honduras a Cobán. Por eso no le fué posible dibujar los perfiles geológicos COInO en las ofras eXIJediciones. La colaboraci6n con el doc– ior Mierisch fué provechosa ya que esie buen cono– cedor de Nicaragua había reconocido con anieriori– dad vasias regiones de esie país e invesiigado mu– chos volcanes.

Es inieresante conocer la influencia de las fati– gas padecidas en esios viajes en la consii±ucióti físi~

ca del docior Sapper y sus indios kekchíes, seg~ lo manüiesian los dafos del peso de cada uno antes y después del viaje, como los apunió el docior.

Peso del cuerpo Lomismoell

y carga en la la vuelta: 22 salida: 11 de de Junio de Edad Estatura Enero de 1898. 1898.

Años (Ctms.) (libras) (libras) , Carlos Sapper 32 167 136 122 Macedonio Tox 26 145.5 1Ó2 107 95 91 Sehasfián leal 28 158 129 112 127 98

José Chub 25 162.5 123 103 122 102