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en el caso del docior Sapper, debemos considerar además, que sufría de a:l:aques de paludismo al mis– mo :tiempo. Así comprendemos que el viajero hu– biera deseado descansar largo tiempo en San Salva– dor. Sin embargo, limi:l:ó su reposo a unos pocos días y el 19 de marzo de 1895 salió de la capi:l:al con sUS mozos indígenas para a:l:ravesar la América Cen– iral desde el Pacífico has:l:a el Atlániico.

Al fin Sapper llegó a la Aldea de San Lorenzo

1750 m.l de Honduras y subió la cues:l:a al norle de es:l:e lugar hasta alcanzar los 2,000 merros de al:l:ura. Se sintió aliviado por la frescura de los bosques de pinos y robles, porque había sufrido mucho en el clima seco-caluroso de El Salvador. El paisaje y el relieve de es:l:a regi6n montañosa los describi6 apro– piadamenfe en las frases que siguen:

"Verdaderamen±e, raras veces he visto una re– gi6n tan mon:l:añosa corno el suroes:l:e de Honduras. No porque las sierras alcancen alturas considerables; sino principahnente por los valles profundos con de– clives escarpados en formaciones de rocas erup:l:ivas que siempre obligan a los caminantes a descender al fondo, abandonando así las alturas ya ganadas".

Desde hacía algún tiempo Carlos Sapper había recibido una invi:l:ación para emprender un recono– cimiento geológico en la colonia inglesa de Belice, que le remitió oficialmeme el Gobernador Sir Alfred Moloney. La acep:l:6 con gus:l:o, porque así podía realizar el proyecio que desde mucho tiempo a:l:rás había formado de hacer una :l:ravesía de las Coxcomb Mounfains.

A principios de enero de 1896 salió de Cobán con sus :l:res experlos kekchíes. Empleó la estación llu– viosa, todavía dominante en las tierras bajas del nor– ie, para efectuar un viaje al noroes:l:e de la Repúbli– ca de Honduras.

En los últimos días de enero viajó por barco a Belice, donde se preparó para su expedición al inte– rior de la colonia bri:l:ánica. Salió a pie de la capi.– tal en dirección al norie, pasando los llanos a la ori– lla del Río Belice por Baker y Bastan hasia el pueblo de Norlhern River, y llegó a la ciudad de Orange Walk que de Hempo a:l:rás conocía. Para proveerse de vi:l:uallas se fué al pueblo de Corozal y regresan– do a Orange Walk siguió el New River hacia arriba por Fireburn y Hill Bank hasta Africa. De allí vol– vió al oeste hasta Yalbac, y después al sur y suroes– :l:e por San Pedro a El Cayo donde se detuvo por al– gunos días, an:l:es de empezar la marcha a las Cox– comb Mountains.

Bien haya que el que ha vis:l:o una vez en el cielo descubier:l:o las cres:l:as recor:l:adas de es:l:e grupo mon:l:añoso que cubren densos nubarrones negruz– cos la mayor parle del añQ, región profundamen:l:e cor:l:ada por las fuerzas erosivas y despoblada, cu– yo nombre muy significafivo de "Montañas de Cres– :l:a de Gallo" fué cambiado recien:l:emen:l:e por el de "Maya Moun:l:ains". Una expedición inglesa avan– zó desde la cosia has:l:a el pico más alto llamado "Vic:l:oria Peak", 11,130 m.l, solamente con grandes

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trabajos, en 188a. Carlos Sapper quiso ahora ganar la misma cima por el otro lado, es decir, PQr el oes– :l:e, y airavesar la mon:l:aña rumbo sures:l:ehacia el mar. Teniendo presente el pequeño número de los expedicionarios y sus modesios equipajes, :l:al empre– sa era muy aven:l:urada. Cerca de allí Sapper des– cubrió unas ruinas mayas a manera de pla:l:afQnnas con escaleras construídas de lozas graníticas. Es±e si:l:io arqueológico fué el único que encon:l:r6 en iodo el camino.

El año de 1897 significa la extensión de los via– jes de Sapper al sur de la América Cen:l:ral. Como an:l:erionnenie, se sirvi6 de dos kekchíes prác:l:icos y siguió usando su método de caminar a pie. En la segunda mi:l:ad del verano salió de la capi:l:al de Gua– :l:emala para comple:l:ar sus observaciones vulcano– lógicas del año de 1892 en .el sures:l:e de la Repúbli– ca. El 30 de marzo ejecut6 su segunda ascensi6n al Volcán de Pacaya, es:I:a vez subiendo de Belén, si– tuado a la orilla sures:l:e del Lago de Ama:l:i:l:lán, por Las Calderas, al cono orien:l:al (Cerro Grande), e hizo observaciones en el terreno boscoso en:l:re este pico y el cono activo las que pusieron en evidencia has:l:a cinco cráteres más o menos destruídos. Corno en la prirnera excursión, las nieblas impidieron la inves:l:i– gación emera de esta mon:l:aña, de modo que Sep–

par bajó a Las Calderas y siguió el 10 de abril su ca– mino por Barillas, 11,000 m.J y marchando hasia Las Viñas (980 m.l.

En seguida se volvió al este siguiendo el curso del Río Tamasulapa afluente del Lago de Güija. En el mismo valle observó los muchos volcanci:l:os en las faldas del none y sur; llegó a Me±apán (510 m.l De esta hermosa y pin:l:oresca ciudad :l:orn6 rumbo al node. Se desvi6 al sureste y sur en:l:rando a la Re– pública de Honduras. Caminó por San:l:a Ani:l:a ha– cia Ocoiepeque y cruzó la fron:l:era de El Salvador.

En una embarcación de vela naveg6 has:l:a Ama– pala el 3 de mayo de 1897 y subió al Cerro del Ti– gre. Al oiro día efectuó la ascensión al volcán bas– ianie destruido que se eleva en la Isla de Zaca:l:e Grande a una a1:l:ura de 700 lne±ros y en canoa pasó a la Isla Meanguera el 6 de esie mes, investigando luego el Cerro Polco 1450 mIl. Después arrib6 a Conchagüila sin completar su proyecto de reconocer es:l:a isla a causa de un afaque de paludismo que le oblig6 a regresar a Meanguera. El doctor, una vez recobrada su travesía de once horas, en la hacienda "Capulinada" si:l:uada en la falda nordes:l:e del Vol– cán de Cosigüina, cerca del mar. El 9 de mayo se halló el sabio al borde del cráter circular (770 m.l, en cuyo fondo una laguni:l:a verde echaba vapores sueltos asfixian:l:es. Tomó el camino de "Capulina– da" hacia la ciudad de El Viejo, pasando por un paisaje polvoroso que hizo la marcha a pie :l:odavía más molesfa por el extremado calor. El viajero se sin:l:ió tan cansado que anduvo en tren has:l:a Mana– gua, a donde llegó el 14 de mayo, reposando allí por algunos días. MienÍras :l:an:l:o comenzaron las lluvias que limi:l:aron los proyec:l:os del docior, quien deseaba principalm.en±e invesfigar los volcanes de la República. Pudo solamen:l:e visi:l:ar con buen fiem– po los volcanes de Santa Cafarina o Pacayi:l:a, el Ma-

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