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« Previous Page Table of Contents Next Page »dón, que es dependencia del Insfilufo Nacional de Comercio Exterior e Inferior. El promedio de pro– ducción del ciclo 1965/66, que esfá ferminando de ser recolecfado, descendió a 35 quinfales de algodón en rama por manzana, debido a la fuerle sequía que padeció el país, que obligó a muchos productores a abandonar las siembras emprendidas, figurando gran parle de esas manzanas dentro del fofal com– pufado, en razón de que eran plantaciones ya sem– bradas.
De acuerdo con las esfadísticas del Comifé Con– sultivo Infernacional del Algodón, de Washington, Nicaragua cuenfa con la producción de algodón más infensa por unidad de superficie, con la excepción de Israel, pero con la venfaja de que Nicaragua tie– ne un área cultivada de 230.427 manzanas, en tan– to que Israel en siembras irrigadas, apenas llega a unas 25.000 manzanas.
El Banco Nacional de Nicaragua con satisfacción revela estas informaciones, porque consfifuyen no solo el producto de polliicas bien diseñadas, sino porque también son el fruto del esfuerzo de supera– ción de nuestros productores, quienes constituyen hoy una clase empresarial bien desarrollada, la cual para nosotros es motivo de reconocimiento y orgu– llo.
Además, las Políticas de Crédito lograron elevar la eficiencia productiva y la renfabilidad de las em– presas, colocando la moral de nuestra clientela en su legífima posición de magníficos cumplidores de sus obligaciones, al extremo de que en algunos añ0!3 el índice de recuperación ha llegado al 98.65%. 'Las situaciones de Mora regisfradas se deben a legíti– mos fracasos en las siembras, aforlunadamenfe en casos ya muy aislados y por diversas causas, impon– derables para cualquier política de crédito o grado de tecnificación de una agricultura que, como la nuestra, aún no dispone de los muy estables medios de la irrigación.
Las auforidades de mi Banco, enfe la honda preocupación que motivan los costos de producción crecientes de nuesfra aé±ividad algodonera, se dispo– ne a adoptar medidas persuasivas tendientes a mo– derar dicha tendencia, campaña que indudablemen– te constituirá un nuevo aporle de asisiencia técnica para un gremio que sustancialmente ha contribuído al desarrollo económico de Nicaragua.
4. Garantía Bancaria
En los días en que se puso en marcha la nueva polillca de habilitaciones del Banco Nacional de Ni– caragua para desarrollar la agricultura algodonera, nuestra Insiitución, a la que corresponde el acometi– mienio de esia empresa, ial como ya lo comentamos en otra parle de esta exposición, tenía congelado el 64% de sus colocaciones y los recursos que destina– ba a sus Programas de habilitaciones anuales, se ori– ginaban en los depósitos en cuenta corrienfe que, al 31 de Diciembre de 1959, ascendían ian solo a
~ 70.644.000, siendo necesario para abastecernos de fondos, recurrir al descuenfo de nuestra carlera en
el entonces Deparlamenfo de Emisión del Banco Na– cional. Al esiar nuestra carlera fuerlemenie conge– lada, resulla fácil comprender las dificuliades finan– cieras que afronfaba esta Insfi±uci6n, aUn conlando
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con los recursos originados en el descuenfo, ya que éste solamente podía operarse mediante la presenta,. ción de présiamos sanos represeniados por operacio_ nes con respaldo de producción fufura.
Cuando se contraen los recursos iniernos de un país, o por deÍerminadas circunsfancias se hace di– fícil su consecución, como solución inmediata advie– ne la necesidad de recurrir a las fuenies externas de financiamienio para no frenar los impulsos del de– sarrollo.
Fué entonces cuando acuciados por la necesi_ dad, nació la GaranÍía Bancaria como un medio de respaldar el financiamienio externo que se pudiese obiener para la adquisición de Insecticidas y Fer– tilizantes a ser ufilizados en la producción y al miS–
mo tiempo COtnO un instrutnenio para garantizar el
financiamiento inÍerno que debía darse a los pro. ductores para el abasiecimiento de dichos artículos indispensables para su producción.
La Garantía Bancaria representa una economía de recursos equivalente al 46,52% del 'tnonto de las habilitaciones anuales, que traducido a cifras ha re. preseniado una econotnía de ~ 258.004.000,duranie el sexenio cotnprendido enire el ciclo agrícola 1960/ 61 Y 1965/66, resuliando una contribución muy apreciable del sisÍetna para el proceso de desarro– llo de la producción algodonera de Nicaragua. La Garantía Bancaria, Íal como la definen los Re– glamentos, consiste en "la seguridad que el Banco extiende a deierminada persona natural o jurídica de que efecÍuará el pago de una suma convenida, en una fecha señalada, y por un concepÍo específi– co en el caso de que el habiliiado no lo haga". El uso inÍerno de la Garantía, faciliia al usua– rio de nuestras habilitaciones, la obÍención de In–
secticidas y fertilizanÍes que figuren en los planes de inversión aprobados por el Banco.
Para uso inierno, las Garantías Bancarias son emitidas en Córdobas por cuenfa de np.esfros clie:n– tes, que son los "FIADOS", a favor de los vendedo– res locales, que son los "ACREEDORES", por el va– lor de los insecticidas o fertilizantes q'!.le necesitaren para realizar las labores intnediaias o para almace– narlos en el lugar de sus siembras, cundo no existi4:l– ren vías de acceso expeditas.
Las Garantías en Córdobas se perfeccionan cuan– do el suplidor de los insecticidas y fertilizantes han enÍregado los arlículos cuyo pago se ha garantizado, y en ial virtud presenÍa un recibo firmado por el
usuario de nuestra habilitación. .
Tatnbién pueden emitirse Garantías en D6lares en el caso de que un deierrniriádo producior se pro– pusiera imporlar directamente los insecticidas o fer– illizanÍes, en cuyo caso, la Garaniía es emitida para vencer en la misma fecha de la Cobranza respectiva. Esios casos son muy esporádicos y tnás bien se pre– seniaron en épocas cuando las fábricas tnezcladoras de insecticidas y fertilizantes no habían alcanzado su actual desarrollo en Nicaragua. En la siluaci6n descrita, la Garantía, aún cuando está destinada a respaldar una imporlación a plazo, se opera dírec– Íamenfe de acuerdo con las insirucciones del pro– ductor.
En la actualidad, generalmenfe, las garantías bancarias para respaldar operaciones de compras a plazo de ferlilizanfes e insecticidas, son extendidas a
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