This is a SEO version of RC_1966_05_N68. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »norte de una playa arenosa, y no lejos de la enfrada al puerto, hay una cascada que se desprende de un peñasco que está a unos cinco pies del suelo, -for– mando uno de los sitios más convenienies para abas– tecerse de agua pues puede arrimársele hasta un bu– que de 74 piezas de arlillería. Es superior a "Wa– ter Ray", que, al igual que "Tigers Island" y "Pro– vision Island", y muchos oiros lugares a lo largo de esta cosia, recibió su nombre de los viejos Bucane– ros. La entrada a la Laguna de Bocas del Toro, o Bahía del Almirante, del costado nor-oesie, es esfre– cha, pero da paso a una embarcación de tamaño mediano; y tiene como ires brazas de profundidad en su canal; li3. otra entrada, del lado de "Provision Island", tiene también un canal bueno, de suficien– te profundidad pero las mejores entradas a la Lagu– na de Chiriquí, son las del lado Este.
"Provision Island" ha estado ocupada durante muchos años por pescadores de San Andrés y de las Islas del Maíz (Corn Island), quienes trafican sus conchas de tortuga (carey), y otros productos, con los comerciantes que llegan anualmente. Yo realicé muchas excursiones a las varias islas y cayos en esas lagunas, y encontré abundancia de "guams", "curassows", palomas, monos, venados, y gran variedad de caza. También se da la vainilla, una planta valiosa de la cual hablaremos luego. En algunas de esas islas hay una especie de tigre pe– queño, que no es peligroso en lo más mínimo; el clima se considera sano, las lagunas, a pesar de las copiosas lluvias en la época lluviosa, reciben en to– do tiernpo una brisa del rnar. Entre "Provision Is– land" y una isla pequeña que queda alIado opues– to de ella, hay una ensenada profunda conocida con el nombre de "Nancy's Cove"; está completamente protegida de todos los vienios y el agua permanece tan mansa corno en una alberca. De aquí a la en– frada nor-oeste del puerto de Bocas del Toro hay co– mo 16 millas; y la longitud total de ambas lagunas no puede ser rnenos de noventa a cien millas. Los Bucaneros y cornerciantes libres tenían la costumbre de esconder sus embarcaciones en esas lagunas, cuando se sentían amenazados por el ene-
migo, mefiéndolas en ríos, o en escondites embrolla_ dos, bajo los colganfes rarnajes de los árboles; y, bajando los rnasfeleros y cubriendo con rarnas ver~
des los másfiles y vergas, quedaban tan ocul±os qUe era casi imposible, aún para el ojo agudo del mas experlo Indio, descubrir el más leve indicio de la presencia de una embarcación.
y aún cuando eran descubiertos, nadie se aire– via a afacar a un enemigo que, protegido por los ramajes y ayudado de sus aliados Indios, podía ven– cer a sus asalíanfes sin exponerse a un solo disparo bien asesfado.
Las riberas de rnuchos de los ríos que desembo_ can en esas lagunas se encuentran aciualmente des– provisfos de habitantes; aunque, en un tiernpo, la región esfaba poblada de numerosas tribus, algunas de ellas bastante antiguas, a juzgar por la aparien– cia de las ruinas de sus colonias. Los Chilibees, los Tirribees y los Blancos en un tiernpo fueron nume– rosos; pero a consecuencia de sus guerras y la in– troducción de las enfermedades Europeas, hoy día casi están extintos. De la en un tiempo numerosa tribu de los Chilibees, que poseyeron las orillas de la Laguna de Bocas del Toro, no quedan más de tres familias en ese lugar; y los Tiribees y Blancos están decayendo de igual rnanera, quedando su re– gión muy escasamente poblada. Sin embargo los Valientes parecen rnan±ener su posición y haberse concentrado principalmente en Chrico Mola y en los ríos Coco, Beting -(o Belén de acuerdo con los Es– pañales) - y algunos otros ríos de cuyas cabeceras se sabe muy poco.
Cuando los comerciantes regresaron un tiempo después de haberme establecido en Chrico Mola, el producio de mis empeños era de más de 9,000 li–
bras de zarzaparrilla, además de cacao y una can– fidad considerable de carey y afros productos valio– sos. Mis razones para abandonar ese lugar serán explicadas luego; y si un nuevo comerciante visita esa región, les recomiendo a mi amigo el comer– ciante nativo Whykee Tarra como ayudante honrado
y fiel.
Capítulo IV
Río del 01'0. - Mina ele 01'0. - Río Belén. - Sali da ele Chiriquí y Bocas del Toro. - Indios Tiribee. _ Blancos. - Comercio en "5aU Creek". - Malina. - Cartago. _ Un fuerte lemblor. _ "Twt1e Bighl". - Hisloria Natural. - Río Colorado. - Río y Puerto de San Juan. - "Indian Rivel"'. - Plan·
la de Vainilla. - Río Rama y sus indios. - Laguna cl\·e Bluelields. - Colonias Inglesas anteriores. -
Río de Bluelields. - Indios Cookl'a y Woolwa.
Durante una de las ternporadas de pesca de tor– tuga preparé una canoa grande y la cargué de pro– ducios con valor total de unas frescienias libras, y haciéndome acompañar de dos jóvenes para que me ayudaran, emprendí viaje para visitar varios si– tios sobre la costa de la Provincia de Veragua; de– teniéndome en "Cocoa Plum Poini" y en la pequeña isla de Escudo de Veragua que queda junto al río de ese mismo nombre, siendo ambos sitios muy frecueniados para la pesca de la tortuga. De ahí procedí a la entrada del Río del Oro, la úlfirna co– lonia Española en la costa de la provincia arriba
mencionada, donde encontré un grupo de cuatro personas en guardia para avisar a los comercianies Españoles de La Concepción, un pueblo en el infe– rior, de la llegada de cualquier embarcación de co– mercio a la costa. Aquí me encontré con dos crio– llos Españoles que me pagaron cierlos arlículos con varias onzas de oro en polvo. Pronto me abando– naron diciendo que iban río arriba a una mina pa– ra conseguir más oro en polvo, con algunos de sús compañeros, que, según sus palabras, trabajaban en la mina para su patrón cuatro días a la semana, Y
los restantes dos días en provecho propio; pero, sin-
18
This is a SEO version of RC_1966_05_N68. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »