Page 64 - RC_1966_05_N68

This is a SEO version of RC_1966_05_N68. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

brado por el Gobierno de Nicaragua y el de Su Ma– jestad Británica; y, una vez destituído dicho Rey, de– clarar en Estado de Sitio el Litoral Atlántico, arriar la bandera británica e izar la bandera de la Repúbli– ca de Nicaragua, y sostenerla a sangre y fuego has– ta perder nuestras vidas, si fuese necesario. Rigober– to se compromete a dirigir este movimiento militar y político, procurando obtener del Rey un documen– fo que justifique ante el mundo la conducta por nos– otros observada, defendiendo y devolviendo la dig– nidad de la pafria arrebatada por Inglaterra. To– rres se compromete, en su carácter de Gobernador de Policía y Jefe de la Aduana terrestre que está es– tablecida en esta ciudad, a organizar toda la tropa que sea necesaria y equiparla tanto de pertrechos de guerra corno el dinero necesario para el sueldo de ella, y ponerse al frente de dicha fuerza, depositan– do la Gobernación tan pronto corno le llame Cabe– zas, y guardar estrictamente este arreglo a fin de que ninguna persona se dé cuenta de él, y una vez efectuado con éxito el movimiento, el General Cabe– zas se pondrá al frente del Gobierno que ejerció Ro– berl Henry Clarence, corno Rey dirigido y apoyado por Inglaterra; y en cuanto las circunstancias lo per– mitan, mandará a Torres a dar cuenta del hecho al Presidente Zelaya, a fin de que le dé su aprobación y reciba corno premio la gloria de haber recuperado la soberanía nacional en toda su extensión territo– rial".

El la de febrero de 1894, el General Cabezas di– rigía desde Bluefields al Coronel Torres la siguiente carla, cuyo original se conserva en el "Archivo Ve– ga Bolaños":

"Ha llegado el momento tan deseado para Ni– caragua, para hacerse respetar en todas sus parles. Ya no vamos a tener que envidiar tanto a las fuer– zas que nos llenan de gloria en los campos de Hon– duras. Los negros nos han tirado el guante "y ha sonado la hora de la reincorporación". Organice to~

das las fuerzas que pueda; deje depositada la Go– bernación en don Modesto (Sequeira) y venga Ud.

al frente de sus fuerzas. Creo que toda la juventud vendrá con entusiasmo y que hasta las mujeres ni– caragüenses pedirán puesto. Urge toda actividad, porque esta noche desembarcaremos fuerzas, rom– piendo así la prevención del "Chief". Las armas de– berá Ud. contarlas y lo mismo el parque. Vendrán los rifles en mano, pero procurando su mejor trato, para poder devolverlos y corresponder a las finezas de las casas, que se han portado generosamente".

y dice el historiador nacional don José Dolores Gámez en su obra titulada "Breves apuntamientos acerca de la Reincorporación de la Mosquilia", "El Coronel Torres procedió inmediatamente a cumplir todo cuanto se le ordenaba; y fue tanta su actividad, que pudo salir del Rama al día siguiente con una fuerza expedicionaria de más de cuatrocien– tos nicaragüenses, que voluntariamente y con el ma– yor entusiasmo se alistaron, "sin distinción de colo– res políticos". Aquella fuerza' llegó a bordo del "Ma– bel Comeaux" a las doce de la noche del 11 de fe– brero. A su llegada ordenó el General Cabezas el desembarque inmediato en la ciudad de Bluefields, tanto de ella corno la del Coronel Cartín, que aun permanecía abordo".

El Coronel Torres, que representaba el espíritu del pueblo, se puso al frente de las fuerzas que se habían armado, en su mayoría, con rifles winches– ter de las casas comerciales de Granada, que hacían empresa en las plantaciones de banano del Rama. Uno de los primeros voluntarios del Coronel Torres, fue el entonces civil y años más tarde general Luis Mena.

No se cita en absoluto un sólo caso de que ha– ya habido nicaragüense que negare su concurso en la obra patriótica. Algunos extranjeros lo prestaron también, enn-e ellos el Ingeniero José Vita. El Pre– sidente Zelaya, entusiasmado, dió su apoyo a la arriesgada empresa, enviando fuerzas desde Mana– gua y destacando al Ministro de Relaciones Erlerio– res, Doctor Madriz, para que examinara la actuación de las autoridades de Bluefields, a la luz del Dere– cho Internacional.

Los graves acontecimientos de Bluefiekls de febrero de 1894, que decidieron al

General Cabezas a dar el Decreto del día 12

Del informe que rindió el Comisionado del Su– premo Gobierno, doctor don José Madriz, con fecha 30 de mayo de 1894, sobre los sucesos de Bluefields, Se tornan los siguientes acápites que se refieren a los acontecimientos de febrero de ese año, que cul– minaron con el patriótico y audaz Decreto del día 12 de febrero:

"Llegaron las tropas de Nicaragua en el vapor "Miranda" el día 7 de febrero; y con este motivo el Jefe dirigió al Comisario, general Carlos Alberto La– cayo, un interrogatorio que es difícil apreciar si no es a su íntegra lectura. Inquiérese en él sobre la legitimidad del Comisario, corno si éste no hubiese sido recibido oficialmente por el mismo Jefe, en pre– sencia de su Consejo, del Almirante de la armada americana, Mr. Benham, y de los oficiales del vapor de guerra "San Francisco". Pregún±ase qué Presi-

dente había nombrado al Comisario, siendo así que éste en el discurso de recepción saludó al Jefe de la Mosquitia en nombre del General Presidente Zelaya. Interroga asimismo el Jefe si se respetaba el Tratado de Managua de 1860, si había intento de desembar– car tropas en Bluefields u ocupar toda la Reserva, si se pensaba reincorporar la Mosquifia por la fuer– za, y por úllizno, si se fenía el propósito de bombar– dear la ciudad. El Comisario juzgó este documento corno una provocación. Si no existía un estado de cosas tal que revelase un conflicto inmediato, acómo hubo de sospechar el Jefe que podía llegarse al ex– tremo de un bombardeo? aPuede álguien imaginar siquiera que se adoptase semejante procedirnien:l:o con una ciudad pacífica y amiga?

Replicó el Comisario al Jefe rechazando tal inte– rrogatorio, recordándole las repetidas notas en que

-31-

Page 64 - RC_1966_05_N68

This is a SEO version of RC_1966_05_N68. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »