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esfa riqueza puede esplofarse a beneficio común por medio de las colonias. El isimo de Nicaragua es el mas accesible para la junción de los dos mares por canales y caminos; y para emprender esta obra se necesita fal vez el firme apoyo de una potencia, y la Gran Bretaña, aliada y amiga de Nicaragua, po– dría presfar esfe apoyo, garantizando la ejecución de la obra sin ofender a nadie. En una palabra, el arreglo de esfas cuesfiones, haría restablecer en aquellos pueblos la confianza, é influir de una ma– nera eficaz en la consolidación de sus respecfivos Gobiernos, que es cosa que interesa tanfo al comer– cio universal.-Según la demostración que precede me persuado que S. M. B. no hallará en la solicitud de Nicaragua nada que sea injusfo, nada que pueda afeefar en algo el honor del frono, ni los infereses de la magnánima nación que tan dignamente go– bierna. Nicaragua en obsequio de la paz y por un aefo de deferencia hacia el Gobierno de V. E. se presfó a dar esplicaciones satisfactorias al coman– danfe de las fuerzas navales de S. M. que invadie– ron aquel ferritorio, y convino en que el Puerfo de San Juan quedase en poder de los Agentes Brifáni– cos, no obsfanfe el derecho que tenía para recuperar– lo, mienfras se ventilaba aquí la cuestión y se arre– glaba de una manera definifiva; y esfe aefo de gene– rosidad y de confianza es la prueba mas relevante del alfo concepfo que le merece el ilusfrado Gobier– no de S. M. Esfe aefo, pues, le mueve a esperar que su reclamo sea afendido cual corresponde por afro aefo de justicia y de imparcialidad, haciendo que el espresado Puerfo de San Juan le sea resfituido in– mediafamenfe con los daños y perjuicios que ha es– perirnenfado desde el día de la ocupación, y que se le deje en el goce pacífico de los derechos que en él le compefen, al menos mientras por un arbi– tramiento o fransacción se fijan definitivamente los límites del ferriforio de Mosquitos, cuya independen– cia reconocerán los Gobiernos de Honduras y Ni– caragua cuando haya sido reconocida por las prin– cipales potencias de ambos mundos conforme al de– recho infernacional, y usos que a esfe respecto han establecido las naciones.-V. E. ha manifesfado a mi Gobierno en su respefable comunicación de 17 de mayo del año próximo pasado, que el de S. M. B. recibirá al agenfe o agenfes que pata trafar este ne-

gocio se enviasen a esfa corle, y que V. E. aprove– charía esfa ocasión para espresar personalmente a fales agentes sus disposiciones amistosas hacia Ni– caragua, en el concepto de que no se 'invadiría el ferriforio de Mosquitos. Yo he sido por suerle el de– signado para desempeñar tan penoso encargo; y me considero tanto mas dichoso y honrado, cuando mas me favorece V. E. con demostraciones de bene– volencia, lisonjeándome de que mi conducta acerlará a merecer el aprecio de su Gobierno. Habiendo es– presado en nombre de los Esfados de Nicaragua y Honduras, los motivos que tiene para esperar que se le haga justicia, resiliuyéndole el Puerlo de San Juan, de que se hallaba en posesión cuando fué ocu– pado por las fuerzas navales de S. M. B. con los da– ños y perjuicios que ha sufrido, declaro igualmente: que bajo esfa condición tanfo Nicaragua corno Hon– duras guardarán el "status que" ele la cuestión como se hallaba el 1 9 de Noviembre 'de 1841, fecha en que el Superintendenfe de Belice los excitó para los nom– bramientos de comisarios que reconociesen y fijasen definifivamenfe los límites del ferritorio de Mosqui– fas; hasfa que' su independencia sea reconocida en los términos ya indicados. Esta manera de conci– liar los derechos e intereses de ambos países, creo que merece ser afendida, y no dudo que lo será por el Gobierno de S. M., persuadido de que dichos Es– fados lo recibirán no solo como un aefo de justicia, sino también como un testimonio de su amistad ha– cia Nicaragua. El insfrascrito aprovecha &".

El Licenciado Castellón continuó gestionando anfe el Gobierno Británico medio año más, y en ju– lio de 1849 emprendió el regreso a Nicaragua, sin haber logrado que el Foreign Office se pronunciara en el asunfo de la Mosquifia.

El representante de Nicaragua se hizo acreedor en todo fiempo a la más deferente acogida de la Corfe de Saint James·s. Asisfió a las grandes fiestas palatinas. realzadas por la presencia de la Reina Vic– foria. El Ministro de Negocios Extranjeros, Lord Palmersfon, distinguió con particular simpatía al diplomático nicaragüense, y hasta el úlfimo momen– to le brindó sus mejores afenciones. Era aquello una especie de anficipo al triunfo que significó pa– ra la República el primer Tratado de Managua, de 1860.

Nota del Ministro de Relaciones Exteriores, Licenciado Buitrago, al Cónsul inglés

Chatfield, afirmando los derechos de la República

El año 1849, el Ministro de Relaciones Exterio– res de Nicaragua, licenciado don Pablo Buitrago, di– rigió una nota con fecha 24 de octubre, al Cónsul Ge– neral de Su Majesfad Brifánica en Centro América y Encargado de Negocios cerca del Gobierno de Gua– femala, Federico Chaffield, que dice:

"Se ha recibido la comunicación de Ud. daiada en 5 del mes próximo anterior, en que, procurando contestar a la que se le dirigió por esfe Ministerio con fecha 7 de agosio úlfimo, se esfuerza en demos– trar la independencia natural y efecfiva de la tribu mosquifa, exisfencia de sus reyes hereditarios, y su alianza con la Corona inglesa, para desvirfuar las

protestas que ha hecho y hará Nicaragua anie el mundo enfero, confra la injusticia y la violencia con que le ha arrebafado la posesión más preciosa de su Litoral Atlántico, so pretexto de derechos terriforia· les del más oscuro salvajismo; y medifada deteni– damenfe por el Supremo Gobierno, ha acordado sea contestada en los términos siguientes:

Ud. muy lejos de demostrar su hipótesis, ha pro– bado con evidencia que la nominada tribu nunca ha sido soberana, que jamás ha tenido tales monarcas hereditarios, ni derecho de contraer alianzas con nin– gún Gobierno, y que no existe la que se le supone estipulada con el de Inglaterra.

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