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« Previous Page Table of Contents Next Page »peñar un papel prominente. Por ello he querido hacer una descripción de lo poco que ví de este hombre, de una manera tan circunstancial como me ha sido posible.
Cuando Blyaft hubo terminado su misión con el Gol;lernador, y después de haber permanecido en su casa tres días, abandonamos el lugar y empren– dimos el regreso recorriendo los mismos caminos que habíamos recorrido no hacía mucho. Gran par– te de la costa de esta región se halla inundada du– rante la época lluviosa, de tal forma que es posible navegar en canoa de la Laguna de Para hasta el Río Wawa. Igual cosa sucede, generalmente, en to– das las praderas bajas desde Laguna de Perlas hasta el Cabo, y de ahí hasta "Plantain River". En Duck– warra fuimos muy bien recibidos y agasajados por Andrés, el tío del Rey: este jovial anciano nos rogó que nos quedáramos unos días más en su casa con él y sus amigos Rowla y Tarra, dos de los jefes, pe– ro nosotros reanudamos nuestro viaje a la mañana siguiente. Me hizo una impresión muy favorable la
apariencia física de la gente de la colonia de An– drés; tienen excelente contextura, siendo los hom– bres muy activos y buenos pescadores, y hermosas las mujeres y niñas.
A nuestra llegada a Sandy Bay nos encontra_ mos con Earnee, quien no estaba muy bien, el cual nos suministró hombres y una canoa para nuestro viaje hasta el Cabo, hacia donde me encaminé si– guiendo un pasaje interno, pues hay una comunica_ ción entre Sandy Bay y Punta de Wano IWano Sound), siendo ~ste último el lugar que tiene solo cuatro o cinco pies de agua en la barra y es igual– mente seco en su interior.
Al anochecer llegamos a una colonia de Misqui– tos en el extremo superior de Wano Sound, donde fuimos recibidos con la misma hospitalidad que ya he dicho encontré en todas las aldeas de la Costa. Reanudamos el viaje temprano a la siguiente maña– na y seguimos hasta la entrada de Wano Sound don– de desembarcamos y continuamos a pie hasta el Ca– bo, una distancia como de ocho millas.
Capítulo VII
Cabo de Gracias a Dios. - El viejo Rey Jorge. - El Rey aclum. - Su educación en Jamaica. - Terrenos malos. _ El puerlo. _ Río Orea! Cape. - Imporlancia de! Cabo. - Origen ele los Sambos. - Río Croalch. _ Kukari. _ Indios manchados. - Laguna de Cal'a!lasca. - Peces y Caza. - Productos del suelo. - Crá. ter volcánico. _ Río Palook. _ CabaUos. _ Kharibees. - Laguna 8I'ewel'. - Río Negro y Laguna. – Fortaleza antigua. _ Colonizadores. _ Minas. _ FerHlidad. de los ·establecimientos. - Risl. de lan Auslin.
A mI llegada al Cabo Gracias a Dios me sentí defraudado al encontrar que solo habían unas po– cas casas y las pocas que habían eran de un aspec–
:1:0 malísimo, con la excepción de la del Rey, la de Dalby, uno de sus asis:l:en:l:es principales, y la de Bogg, un viejo mercader; :l:odas las demás no eran o:!:ra cosa que pequeñas chozas que apenas pro:l:egían a sus moradores de las inclemencias del tiempo. Permanecí en casa del Rey varios meses y :l:uve la oporlunidad de llegar a conocer ín:l:imamen:l:e, :l:an– :to a és:l:e como a su gen:l:e. Las circuns:l:ancias que hi– cieron que en su juven:l:ud fuera enviado a Jamaica donde recibió una educación deficien:l:e son, en bre– ve, las siguientes: Su padre, el Rey George, era de raza mezclada, o sea mitad Negro y mitad Indio; tenía un carácter duro, indómito y vengativo; por su causa habían sido esclavizados muchos Indios de las tribus Blanco, Woolwa y Cookra; y al igual que :l:odos los demás jefes Misquitos, tenía muchas espo– sas y mujeres a quienes a menudo trataba con tan– ta cf1.eldad que más de una había recibido la muer– :l:e de sus manos. La muerle de una de esas muje– res bajo circunstancias de horrible crueldad le había :!:raído el resentimiento de los amigos de la víctima quienes se habían rebelado y habían creado un mo– :l:ín en el que el Rey recibió un disparo que le cau– só la muerte. Dejó dos hijos, George Frederick" el actual Rey, y Roberlo que era medio hermano de éste, a la sazón ambos de tierna edad. Un comer– ciante de la Bahía de Honduras, creyendo que po– dría obtener grandes ganancias si se apoderaba de esos niños, se las ingenió para ponerlos en su em– barcación y convenció a los jefes de que sería de gran beneficio para :l:odos si el futuro Rey fuera edu-
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cado a la "usanza Inglesa" para que pudiera com– prender algo de las costumbres, leyes y modo de vi–
da de sus amigos los Ingleses. Los pequeños par– tieron y los jefes formaron una especie de regencia. Los tres jefes principales acordaron que el país se– ría regido por el mayor de los niños, y mientras tanto lo dividieron en :!:res partes; la primera com– prendía desde Roman River, cerca del Cabo de Hon– duras, hasta Paiok, incluyendo las tribus de Khari– bees, o Caribes, Poyers, Misquitos y algunos negros que habían perlenecido de antaño a la colonia Bri– tánica. Esta parle fué puesta en manos del "Ge– neral" Robinson.
La segunda división, desde Caratasca lo Croa– ta), hasta Sandy Bay y Duckwarra, incluyendo a to– dos los Misquitos propiamente dichos, o sea la raza mezclada de Sambas e Indios. Esta fue puesta ba– jo el mando de un jefe hermano del difunto Rey, conocido con el nombre de "Alrnirante".
La tercer división comprendía desde Brancmans hasta el Río Grande IGreai RiverJ fué puesta en manos de Don Carlos, conocido con el nombre de el "Gobernador"; incluía las tribus de Tongulas, Tow– cas, Woolwas, Cookras, etc. Cada uno de esos tres jefes nombró su asis:l:ente principal lo jefe subalter– no) en cada una de las tres divisiones, quienes es– iarían bajo su autoridad. Sin embargo, a las pe– queñas colonias de Sambas en Laguna de Perlas y Bluefields se les permitió escoger a sus propios go– bernadores.
Pasado algún tiempo, los pequeños fueron en– viados desde Honduras a Jamaica y Su Alteza el Du– que de Manchéster parece haberse ocupado un po– co del mayor, quien siempre hablaba del Duque con
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