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« Previous Page Table of Contents Next Page »püán Cor()~~do Ari01a, de Nanda~e, que gozaba de gran prestiglo en la tropa y qwen era un soldado de gran valor pers0I.1al. . , . Corno en la pnrnera ocupaClon, recoglInos :1:0–
do el bo:l:ín y lo llevarnos con nosotros a Moyogal-pa "
. Con lo obtenido en Zapatera y lo que habíamos recogido anteriormen:l:e, nuestro contíngen,te mili:l:ar ascendía ya corno a 800 hombres, es declr, era un gran ejérci:l:o para una revoluci6n que había comen– zado con tan pocos elementos.
Contábamos, además, con los dos vapores para poder maniobr~ ~n cualquier punto del Lago en el que nosotros qUlslerarnos operar. Esto nos daba un gran dominio o ventaja sobre las fuerzas del Gobier– no, porque por muy fuerle que és:l:e fuera, por raz6n de la extensi6n que tenía que defender,' el frente era muy extenso y por consiguiente en algunas par~
:l:es :l:enía que estar debilitado¡ por eso cada vez que había oporlunidad insistía yo con mi tío Alejandro sobre la idea de irnos a Chon:l:ales y en es:l:a oca– si6n lo encontré más anuente que en otras¡ sin' em– bargo, me hizo observar que no deberíamos llegar a Chcm:l:ales imponiendo contribuciones, ni qui:l:ando bestias' para uso de las fuerzas, ni ganado para la alimen:l:aci6n de las mismas, y me propuso que en– viáramos a Granada a cambiar unos treinta mil d6~
lares que :l:enía en giros bancarios para que con ese dinero compráram.os :l:odo lo que necesi:l:áram.os.
I'rulos Bolaños Morales
Me gust6 mucho su idea y me puse de acuerdo con sus ,observaciones e inm.ediatam.ente dispusim.os el envío de una comisi6n, -uno de ellos era don Frutos Bolaños Morales-, a quien mandam.os a de– jar a un punto de la costa del Lago, con instruccio– nes de recogerlo de nuevo, cuatro días después, en Los Cocos. Esa com.i~i6n se envi6 en el vapor Vic– toria y al regreso de éste, se nos inform6 que el desem.barque había sid<;l perfecto.
Persecución del "1,1 de Julio"
Uno o dos días después de haber enviado ~
eos com.isionados, se encontr6 el vapor Vic:l:oria con el vapor "11 de Julio" que el Gobierno había hecho trasladar del lago de Managua al de Granada. En– tiendo que en esta ocasi6n el "11 de Julio" llegaba de las cosias de Chontales y que em.prendi6 la, fuga por las costas de Rivas.
Cuando nos dimos cuen:l:a de ese encueniro y al oír los primeros cañonazos disparados salim.os a la cosia de la Isla a ver la posición de los vapores. Vim.os claram.en:l:e que el Vic:l:oria perseguía al "11 de Julio" y que la dis:l:ancia en:l:re uno y 0:1:1'0 barco se am.inoraba por m.omenio, y que cuando pasaron frenie a nosoiros entre la isla de Zapatera y Moyo– galpa, no:l:am.os a poco rato que el Vic:l:oria dism.i~
nuía su velocidad y que por úliim.o, abandonaba la persecución y se dirigía a Moyogalpa.
Por supuesto, esta úliim.a m.aniobra nos desalen– t6 m.uchísim.o, porque al principio del encuentro nuestras esperanzas eran que :l:ambién el "11 de Ju– lio" sería capturado. Por eso, al cesar el Vic:l:oria en la persecuci6n se hicieron com.entarios, algunos de los cuales yo mism.o oí, que no eran m.uy favora– bles para el com.andante del Vic:l:oria, mi hermano Evarisio Enríquez.
Al principio no podía darme cuenia de la verda– dera causa que había hecho suspender la persecu– ción, y la airibuí al tem.or de que en las costas de Rivas pudiera haber artillería oculia para sorpren– der al Vic:l:oria una vez que se acercara, aunque también adrni:l:ía la posibilidad de que a mi herma– no Evaristo, poco versado aun en cuestiones m.ili:l:a– res, le hubiera faliado el suficiente coraje que en esas acciones se requiere.
Por eso resolví m.andarlo a llamar a mi oficina para ordenarle que fuera a poner su renuncia ante el Jefe "Suprem.o de la Revolución, don Alejandro Cham.orro, a fin de dejar a éste en com.pleta liberlad para poner de com.andante del Vic:l:oria a cualquier oiro de los distinguidos oficiales que estaban en el
,vapor, dom.o Le6n Guerra,' por ejem.p10, joven m.uy apreciable, y de fam.ilia bien conocida por el valor personal de sus miem.bros, eS decir, de una familia de valientes.
Cuando a mi hermano le pregunté los m.otivos que había tenido para no contínuar con la persecu– ción del "11 de Julio", cuando ya parecía :l:an pr6– x4na su captura, él m.e contestó que la orden había sido dada a pedim.ento del ,tim.onel Francisco Roca, porque el lugar donde se navegaba era bastante se~
co, y que el Vic:l:oria no se podía m.eter donde el "11 de Julio" se m.e±ía por ser éste de m.enor calado. Aun cuando la explicaci6n dada m.e pareci6 plausi. ble, le dije que fuera a poner su renuncia al Jefe de la ~evolución, el que d,espués de tom.ar los debi. dos informes, del m.ism.o Evaristo y del ±ím.onel Ro– ca, sobre los m.oiivos que habían tenido para su.s~
pender la persecución del vapor aquel decidió exo– nerarlo de ioda responsabilidad y m.antenerlo en su puesto. '
El encuentro del Vic:l:oria con el "11 de Julio" nos hizo pensar a don Alejandro y a ,m.í, que debe~
ríam.os proieger con sacos de arena la m.aquinar~a
del vapor Vidoria hasia donde fuera posible, a cu– yo fin com.isionam.os al General Jersán Sáenz. S610 estábam.os esperando el regreso del com.isionado, Bo– laños Morales para irnos a Chontales, para lo que ya tenía la com.pleia venia de m.i tío. Por eso que~
ría dejar bien a!rincherada la m.aquinaria del Vicio~
ria para su m.ayor se¡¡uridad.
Así se llegó el dla que por fin el Vic:l:oria sali6 para Los Cocos a recoger a Bolaños Morales y su com.– pañero, quienes deberían iraer los ireinta m.il dóla– res convertidos en billetes nacionales. Pero el vapor llegó a Los Cocos, a las primeras horas de la noche, esperó allí toda la noche, y por fin, ya de m.añana, con los primeros rayos del sol, viendo que nadie aparecía, se decidió regresar a la Isla.
Nosotros ignorábam.os que Bolaños Morales ha–
bía sido capturado.
En la travesía de regreso de Los Cocos, se en– contró nuevam.ente el Victoria con el "11 de Julio" y con el "Hollem.beck". vapor de río, que había sido ar:rna40 en guerra y que llevaba un m.agnífico ca– ;iión m.arino. ,
En la reorganización que habíam.os es:l:ado ha– ciendo en el Vidoria, habíam.os noffibrado jefe dél cuerpo de artilleros al Coronel Jesús Arag6n. Era éste un arlillero muy afam.ado, que había hecho sus estudios en la Escuela de Artillería, pero quien p01," m.ás esfuerzos que hizo en la lucha contra los dos vapores a:l:acanies no logró poner a ninguno de ellos fuera de com.baie.
El cañoneo se oía perfeciamen:l:e bien en Moyo– galpa, y aun disfinguíamos los vapores, aunque no acerlábam.os a saber qué vapor sería el Hollembeck. De los ires vapores que peleaban nos dábam.os per';' fec:l:a cuenta cuál era el Vicioría y cuando éste reci– bió el tiro de gracia que' hizo exploiar la caldera y quedar inm6vil, yo declaré en el ac:l:o que habíamos perdido el encueniro, y al Victoria. Muchos otros me sosienían lo contrario, pero desgraciadam.ente después de dos o tres horas de' espera ya 'nO nos qued6 duda alguna. '
11 ChantaJes
Desde ese mom.en:l:o, nu unlCO pensamiento era el de utilizar el 93 para que rem.olcara unas cuan": tas lanchas de las qUe teníamos en el puerlo, y cal':: gar en ellas los elementos de guerra y las gentes, que llevaríamos a Chontales. La idea fue acep:l:ada en el acio por m.i tío Alejandro y por todos los q\.l~
iuvieron conocimiento de ella. Teníam.os todavía algunas horas de la tarde de que podíam.oB 'di,sp~
ner y toda la noche para hacer esa operación. Sin pérdida de tiempo nos pusimos a trasladar: a. la cos:l:a del Lago, al embarcadero de Moyogalpa, todo el material ele guerra que teníamos, así, corno las provisioXles y todo aquello que nos podla ser ú:l:il en la nueva campaña que emprElnderíamos. C1,lan40 Ya iodo Elsiaba listo en el puerto, dimos or~
den de que se Cargaran ¡as em.bé!Xcaciones grand.~l:1
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