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y en su léxico no existían las palabras chocarreras de cuartel o de mercado, ni siquiera esas que ya son belige– rantes aun en la geni'e culta; con amigos, adversarios y enemigos lucía siempre cortés y afable. El desdén, ei menosprecio, el orgullo, la vanidad y la soberbia, ni nin– gún mezquino sentimiento tuvieron sitio en el alma noble del Gral. Chamorro, que a pesar de haber llegado su gran personalidad a la cúspide de la gloria; de haber sido el

mimado de su pueblo y de haber dirigido como Caudillo indiscutible, desde la cima y desde la llanura, los intere– ses y el destino de su partido siempre, en todo momento y para todos fue el humilde grande hombre cuya rústica cuna mecieron las brisas de sus montañas chontaleñas. Todo esto constituye, para mí, el carácter equilibrado y la ponderacion de juicio que como virtud se destaco en el Caudillo Gral. Emiliano Chamorro.

EMILIANO CHAMORRO: LUCHADOR CONSTANTE

URIEL MENDIETA GUTIERREZ

POrCI fijar el comienzo de su época, citaré en forma condensada al Doctor Cuadra Pasos en su Libro "Hístoria de Medio Siglo", en el que el recordado y brillante tribu– no se expreso así:

"Revoludon de 1903. Zelaya gobernaba tiránica– mente pero no mostraba inclinaciones sanguinarias. En 1902 estallo el polvorín del Cuartel Principal de Managua. Se siguio un proceso y fueron condenados a muerte dos de los sinclicados: El General Filiberto Castro, militar con– servador y el Coronel Anadeto Guandique. Los dos acu– sados fUeron pasados por las armas con ostentacion una mañana en Managua, quemados su cadáveres y esparci– das al viento del Lago sus cenizas. El Partido Conserva– dor respondio a ese hecho extremando sus conspiraciones. Las cárceles se mantenían llenas. Los hombres más im– portantes del Conservatismo arrastraron cadenas o car– garon grillos. Pero los que lograron escapar prepararon la sublevacion. Desde Granada dirigio las operaciones Alejandro Chamorro, joven de buena inteligencia, de por– te elegante y sereno valor. La intentona fracaso en todas partes, menos en la region donde fue encargado de ope– rar el joven Emilicmo Chamorro, teniente de don Alejan– dro. Asalto el Cuartel de Juigalpa; con los pocos rifles allí conseguidos se apodero en San Ubaldo del vapor Vic– foria. Recorrio las costas de Granada y Rivas para vigilar las señales convenidas con los conspiradores. Encontro silencio y ausencia de los camaradas. En vez de ellos estaban las autoridades de Zelaya, arma al bra– zo. Habían artillado el vapor "El 93" y lo despacharon a perseguir al Victoria. La pelea resultaba muy desigual; pero Chamarro no se amilano y se lanzo al abordaje te– merario. Chocaron las dos naves frente a las playas de Granada. Los revolucionarios realizaron el asalto al arma blanca y se apoderaron del vapor "El 93". El 13 ele Mayo fue totalmente derrotada la revolucion y pacifi-cado el país con puño cerrado. . "Emiliano Chamorro impresiono vivamente al pue– blo nicaragüense con su hazaña del abordaje de "El 93",

-dice el Dr. Carlos Cuadra Pasos y agrega: "No ténía las cualidades de distincion de su Jefe y pariente Ali;ljan– dro Chamorro, pero poseía otras cualidades operant~s y simples, que aproximan un jefe al nivel de la masa.· Es el hombre que en las empresas ásperas no dice a los sol– dados vayan, sino vamos. El Partido Conservador tenía un caudillo, que daría más unidad a sus conspiraciones

y más agilidad en las revueltas".

En esa forma Emiliano Chamorro en la plenitud de su Juventud se incorpora en la fiia de los caudillos ame-

rica nos, pero con relieves propios que han de distinguir su personalidad, juntando la fuerza del caudillaje con su indiscutido y proverbial cultura y modales de caballero. __ El caudillo -dice el Lic. Exequiel Padilla Nervo- es casi siempre un General, muy rara vez un civil, pero ya con vision panorámica, capaz de formular programas y plataformas políticas. Su característica es que vive por encima de las instituciones, no obstante que estas han podido ya forjarse y consignarse en codigos generalmente avanzados que proclaman las libertades y la organizacion democrática" .

He hecho esta cita de la definicion del caudillo ame– ricano precisamente para justificar mi afirmacion de que el General Emiliano Chamorro fue un luchador con fiso– nomía propia que ha de distinguirlo y perpetuarlo en el sentimiento popular y mantener su actualidad de político a través d,e varias generaciones. Fue un luchador caba– llero; pero fue también un jefe 01 nivel de la masa. Su presencia fue como una clarinada de esperanza para el pueblo que creyo en él, lo amo y siguio en todas su cam– pañas, indudablemente porque adivino en él dos cuali– dades purísimas que guiaban sus pasos e inspiraron e impulsaron sus acciones: su valor personal que unido a su resistencia física extraordinaria lo llevo a la realiza– cion de temerarias hazañas; y su inmensa pasion liber– taria.

Como luchador penetro en la historia nacional montado en su potro chontaleño, después de caminar centenares de leguas por serranías encrespadas, azules montañas, llanos nostálgicos, bajo el sol quemante del verano o el manto frío de las noches invernales azotadas por recios vendavales ... seguido siempre por su pueblo con fe, porque sabían que luchaba por ellos, contra algo y por algo que ellos quizá no comprendían, pero sabían que era contra algo que andaba mal ... yeso les bastaba para seguirlo. .. Su figura crece en la constancia de la lucha, se purifica en el sacrificio y se vuelve cada vez más legendaria.

Su espíritu se fortalece en la lucha, su ideal desva– nece las fatigas, la constancia impulsa sus movimientos. El rima con la noche, la encrucijada y la montaña; con el caballo y la chamarra sobre la albarda nicaragüense; con el corrido y la guitarra, con el sueño al raso en los cam– pos y con el camino ... siempre el camino como un sím– bolo ... " para él llegar, es un pretexto de partir ..... Hombre sano y fuerte, avezado en la vida de lucha, tenía una resistencia física extraordinaria, por eso pudo soportar su labor de años, multiforme y complicada, aza-

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