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« Previous Page Table of Contents Next Page »Chamorro-8ryan que a él le toco firmar con el gran esta– dista norteameritano Mr. William Jennings Bryan. Y aunque en esa política no es él solo responsable sino más bien aquellos a quienes toco decidirla y dirigirla, la crí– tica se ha cebado en él por ese acto trascendental de la vida internacional de nuestra Patria.
Es conveniente mencionar dos casos en que esta vir– tud de su abnegado patriotismo se puso en evidencia en sus relaciones con los interventores cuando ocupo la Pre– sidencia de Nicaragua.
En tiempos del Ministro Lansing, quien le quiso im. poner un interventor, le dijo al Ministro norteamericano que antes lo colgaban de una viga de la casa antes que ¡:aceptar esa imposicion. Y no hubo interventor.
En otra ocasion, el Director ele Policía Coronel Bar– tolomé Ibarra recién fallecido, detuvo a un grupo de
Marinos por un fenomenal escándalo que hicieron en una cantina de esta Copital y como se negara a darles liber– tad 'ante las exigencias del Jefe de los Marinos, éste lo amenao con enviar sus tropas a libertar a los detenidos. Avisado por el Coronel lbarra de esta amenaza, el Gral. Chamorro le dio instrucciones de no entregarlos hasta tanto no levantara la correspondiente instructiva y le en–
vio refuerzos para resistir a la amenaza del Comandante de Marinos. Ante la actitud del Presidente Chamorro, este Jefe militar norteamericano desistio de su amenaza y tuvo que conformarse conque se procediera conforme a las leyes de Nicaragua. Otra prueba inequívoca del abnegado patriotismo del General Chamorro.
15 LIBERTADOR MAGNANIMO
Las luchas políticas del General Chamorro fueron primordialmente de carácter guerrero, pues tuvieron por objeto libertar a su pueblo de la Dictadura del General Zelaya por medio de las armas. La esencia, pues, de su personalidad y de su gestion pública a la que debib más tarde su prestigio en el campo de la política fue el ser un verdadero libertador. Pero el hombre empeñado en
105 azaras de la guerra en que la violencia es la voz de orden, difícilmente se sustrae a dejarse al'rebotar por les instintos primarios y olvidarse de todo respeto y consi· deradon ti la vida de los demás y de 105 actos de cruel. dad con sus adversClrios. El mismo Libertador, Siman Bolívar, en medio de su grandeza y de su g"~l'Iio político no fUe ajeno ti la dureza y crueldad con sus adversarios. Por eso es un fenomeno raro y puede decirse extra– ordinario que el General Chamorro, que tuvo que comba– tir con dureza, que tuvo que sufrir sañas persecutorias, que exponía constantemente su propia vida, se haya sus– traído a deseos de venganza si no justificados, hasta cierto punto explicados en tales circunstancias.
La magnanimidad es una virtud que refleja una' virtud humana, pero que es imposible de definir, como una cuestion filosOfica, ella solo se define con hechos que la demuestran, y es en ese cClmpo en que son incontables las anécdotas en que el General Chamorro dio muestras constantes de su magnanimidad en medio del vivac, en que no se dejo arrebatar por la venganza ni la crueldad, que, generalmente, empuja a los hombres como conse· cuencia del fragor de la violencia. A él no se le puede aplicar el apotegma de Hobbes "Homo hominis lupus" "El' hombre lobo entre hombres". El General Chamorro
si bien fue un lobo en el combate, con la victoria fue todo lo contrario, fue ecuánime, magnánimo y clemente.
16 ESTADISTA CIVICO
Uno de los fenomenos más curiosos e interesante de la política nicaragüense es que el General Chamorro, quien fue esencialmente un militar aguerrido, si bien obli. gado más por las circunstancias que por vocacion militar, haya desarrollado, cuando ocupo la Presidencia de la República, un régimen eminentemente cívico. No revis. tio de boato militar a su Gobierno, no formo un ejército, cdtivo y prepotente que caracteriza a los gobiernos de ti· po militarista. Fue sencillo y civilista como Presidente de la República, no hizo sentir nunca una mano fuerte, sino que más bien fue austero y suave y se dedico, sobre todo,
el gobernar como un descendiente de aquellos patricios que honraron a su Partido en lugar de mostrarse arro– gante como tienden a serlo los militares en el poder. Su preocupacion era el progreso; su actividad principal, la administradon pública; rodeándose para ese objeto de personalidades eminentemente civiles, de posicion econo~
mica solida, de hombres de leyes y de cultura. Fueron Ministros suyos el doctor don Rafael Cabrera, el Ingeniero José Andrés Urtecho, don Mar~ín Benara, don Juan José Zavalo, don Gordiano Herdocia, el Dr. David Arellano y otras personalidades de esa índole.
Su primera administradon se caracterizo por la bo– nanza y el progreso, por la conformidad y la armonía y
al clejar el poder fue a ocupar el cargo de Ministro en Washington donde a pesar de su falta de experiencia di– plomática y su poca cultura intelectual propiamente dicha, se supo desempeñar en su cargo con discrecion hasta el grado de haber sido magnífica su labor en ese difícil campo y en circunstancia extraordinariamente complica– das.
En esas ocasiones el General Chamorro se mostro como poseedor de verdaderas cualidades naturales de es– tm:lista y de hembre cívico, cualidades de las que más bien aparecieran alejarlo su origen polltico guerrero, de inclinaciones castrenses. Es, pues, induclahhmente un raro fenomeno no solo en la historia Centroamericana sino en general de Latinoamérica, el que este hombre que debía a la guerra su grandeza, su presHglo y la populari– dad que le llevo al poder, se olvidara de la guerra para convertirse en un gran estadista cívico y en un discreto diplomático. Ejemplos solo los hay en los patricios de los treinta años como el General Tomás Martínez, el Ge– neral don Fernando Guzmán y el General don Pedro Joaquín Chamorro y antes que ellos el General don Fruto Chamorro, verdadero fundador 'del dvilismo quien ha– biendo tenido que combatir como militar se propuso y
logro someter el poder militar al poder civil unificando ambos mandos bajo la cutoridacl civil cUl:lndo ambos se encontraban separados y mantenían al país en constante zozobra. En esa materia el General Chamorro se mos–
~ro buen heredero de aquellos varones.
17 HABll ESTRATEGA
En el sentido estricto de la palabra la estrategia del General Chamorro consistio siempre en la sorpresa y el ataque frontal y temerario que desconcertaba a sus ene-
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