Page 89 - RC_1966_03_N66

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genioso hidalgo manchego. Iba sin chis– tar palabra y sólo reanimábase cuando de tiem.po en tiempo determinábamos dar un tiento á las cantimploras.

En la cima de la cuesta, en un vento– rro, cruzámonos con otra caravana de la que formaba parie chica guapísima que nos alegró la vista y el espíritu con su saludo y su apostura. Reyes, de puro en– ±usiasmo, resolvió comerse en honor de la muchacha una caña de az"4car; Vicente Acos±a i:rnprovisóle medianejo madrigal; yo, suspiré de admiración y de lo adolo– rido que me tenía mi rnula; Meneses se descubrió con respeto, y el oficial ayudan– te, á guisa de estímulo, nos aseguró que en la ciudad de San José abundan las jóvenes de ese parle.

A las diez de la mañana y con un sol que no nos merecíamos, concluÍ"rnos de transponer la cuesta; y por más que arrea– mos á nuestras cabalgaduras, no pudi– mos llegar á A±enas hasta cerca del rne– dio día.

Menas

111 A±enas!! !... y cuán distante quedas del Pireo...

Es un villorio, aunque infini1arnen:!:e superior á Esparta, también jnfiniiarnen– te inferior á lo que nombre tan sagrado prometiera.

-¿Por qué habrán padecido en Cos–

±é;!. Rica de esta manía de helenismo agu– do?...

En el ancho y bien cuidado camino carretero que desde la falda de la cuesta del Aguacate conduce á Atenas, adviér– tese á cada kilómetro un poste l"netálico elegante que n1.arca el número de aqué– llos; las malas lenguas costarricenses cuentan, sin embargo, que los tales no son ITI.'UY verídicos y que las leguas que anuncian, en ocasiones son más largas y

en ocasiones más carias que las le~í±imas;

la g·en:l:e del pueblo llámalas "leguas del cacho" en memoria de un celebérrimo cuerno de buey simnpre Heno de wisky, que el ir¡geniero que frazó la ruta apura– ba cuando tenía sed; COTI1.0 su sed, dado su origen brifánico, era, aunque conslan– te, muy irregular, donde le apretaba re– quería el cacho y donde vaciaba el ca– cho clavaba el poste.

Nos recibieron en A±enas con esplén– dido almuerzo guisado por negro de Ja– maica, cordon bleu de son é±at y rnú sico de afición, pues al acabar de servirnos la comida hizo gala de sus talentos en el acordeón regalándonos con algunos aires casi intraducibles.

De acuerdo con la universal cos±um– bre en países cálidos, de hacer la siesta, hasta después de ella no se nos presentó el Jefe Político ateniense, llevándonos dos buenas noticias: primera, la muy atenta

respuesta que el Presidente D. Rafael Igle– sias se había servido enviarnos por el sa– ludo ielegráfico que desde Pun±arenas le dirigirnos Reyes y yo: segunda, el hala– güeño anuncio de que para concluir el viaje, disponíamos de m.agníficos caba– Has que el Gobierno puso á nuestra dis– posición.

Aupándonos mutuamente, nos encara– rn.amos en ellos, y salvo una furiosa caída que sufrió el sirviente de Reyes, no regis– trarnos más novedad en este viaje equino– rial principiado á las cinco de la tarde y ±enninado en Alajuela á las nueve de la noche.

En AlajueJa aguardábamos t1n her– 11.1.ano del Presidente de la República, un edecán del núsmo y las autoridades lo– cales.

1"Jo obs±anJ:e la fiebre amarilla que está devastando la comarca, afeciuosa– n1.en:l:e obl:i.gáronnos Él. acep±ar cena co– piosa.

Slll¡¡t ,íl'@5é

Media hora de camino de hierro y

arriban1.os á San ,José de Cosía Rica. En

la estación había diversas personas y

aun personalidades, de éstas el Subsecre– tario de Relaciones Exteriores.

Nos empacaron en un carruaje de la Presidencia, per.o yo estaba tan horrible– rnen±e callsado, que apenas si me perca–

de que la ciudad pron1.eiía ser bonita. Todo derrenuado, llegué al "Imperial Ho– ±el", de aspedo agradable.

No hubo descanto todavía, sino una copa más de chan1.paña, de bienvenida.

Sonambúlico; dí al fin con luís hue–

SClS en ca~cna rnullidísin1.a, y en seguida, aou1.O un chiquillo, sin pensar, rne inva– dió sueño de plomo.

i\@ ~E mroilllE@

(San José de Cosía Rica). Mi fantás±i– ca impresión de anoche, lejos de desva–

necers~e, se ha acentuado en el curso del dS.a de hoy. La ciudad de San José, den– tro de su p8queñez, no sólo es bella sino sirnpá:tica al exlrmno. Tiene lLl.ucho de las ciudades nacien:Les de los Es±ados Unidos, con la circunsranda. á su favor de no ha– ber perdido este sello español común á toda nuestra América; sello de que es rrtO–

da lualdecir, pero que Él. lui me subyuga.

y al César lo que es del César: ha sido aquí, en San José, donde por prime– ra vez con:l:emplo un tranvía elécirico.

El Subsecrelario de Relaciones Ex±e– riores, encargado ahora del Ministerio, es Jusio A. Facio, colombiano de origen, con lb que dicho queda que es literato de buena cepa. Desde luego, hicimos buenas migas que me prorne±o amasar hasta 10-

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