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"Nunca Indio 'lgul1o habló como él, a nueslros

españoles".

UI1 momento dado, el soldado y el poeta de todo uÍl con· tinente".

Una tarde, frente al Gran Lago de Nicaragua, leía a Francisco López de Gamora Los ojos se me ibdn del libro tras otros pensamientos Nuestra ter– tulio juvenil se había agitado alrededor de Rubén Da– ría y volvía, con ¡nconforme insistencia o mi recuerdo, el diálogo sostenido No sólo nos había parecido Rubén, por razones literarias, un extranjero, sino que

para todos sus bi6grafos y comentaristas

l

su nocimi~n·

to en este pequeño lugar de América era algo extraño y djeno a su obro, un hecho casual y desvinculado de la acción de su genio Rubén aparecía como un ni– caragüense de nombre que hasla dejar esta tielra Y'

abrirse por sus viajes 01 cosmopolitismo, había captado el horizonte de su canto y dado a su acento el vasto wnido indo-hispónico que lo convirtió en el poeta de América, o, como él decía, de las Españas

Me dolía firmar con mi inteligencia ese de– creto de expatriación! Y volví a Gomora El cronista narraba el encuentro helénico del conquistador Gil González Dávila (en el cacique Nicaragua y el "admi– rable diálogo" y "razonamiento ll del indio, inquieto por los altos problemas del hombre, por los misterios de la Divinidad y por los rudimentos del mundo Era como la inauguración del destino nicaragüense con un diálogo de inquietudes universales. Y Gomara co– mentaba

,Fue en esa frase del Cronista y bajo lo luz de aquel encendidó crepúsculo lacustre donde yo descu– brí por primera vez, para "ní, la nicaragL!anidao de Rubén Daríó Gomara me ofrecía en lci admirable figura del Cacique, la anunciaci6n de Rubéli; elÍe otro ilidio qué habló como ninguno a los hispanos. Era ún contactó de misterio dentro de Id profecía,' pero, bajo el símbolo comenzaron a entrégárseme las realidades; Ví desfilar lo' histórió nicora.;]üense, en ún rosario con– tinuo de inquiefudes universales; y ví entonces 'cómo ,iuestros hechos y óconfeCimientos eran todos, desda Nicarógua hasta nuestros días, desconcertantemente' rubenianos El poeta surgia ahte mí como un produc– to típico nicaragüense, y pude to(ar boja la tierra, en que mis manos amorosamente nativas se hundían, su profunda raíz recibiendo el movimiento y la savia de nuestros siglos y de nuestras cosos.

El genio, como toda hombre, se nutre de su óm– biente Los grandes expresivos devoran su horizonte para alimentar su palabra Don, entonces, conforme al alimento, el sabor de su mensaje Un genio dentro de un barril tendró toda ló orgullo.a soledad de Dió– genes Otro genio, llámese el Greco, en la prisión infinita del horizonte de Castilla, no buscará a Un hombre con una linterna, sino que encenderá la carne

del hombre comó Un(] d1itorchaparq buscar a Dios. Vemós, por ejemplo,' cómo la:s gra'ndes épocas de plé. nitud o predominio naciondl producen edades de: ór6 , " "Lo que hiz" graniloí • 'Boíl,;ar 'i

il RlÍbén' Darlo literariós, 'i Cóino la altura consegUido, la imperiiilidad -eserlbl. ,J. Edwards Bello- fue h¡¡ber:~póilido .ser, en dél hórizonte comunal nutren de póténcia la voz' de

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I1J tiempo, su tiempo, cipenoS pudó gravar sus señales en -lo -prodigiosa ubicuidad de su genio Tan plcnto bajo dios sótohos del pretérito para beber con Berceo un vaso .de bon vino, como sube por las calles de París al café d'Harcourt a probar el amargo ojenjo de Vetloine Acompaño o Lópe o o Góngora en lo diáfana mañana de nuestras letras y escapa en la tar– de musical a las jardines de Versalles, para llegar, en un crepúsculo de marsellesas, al arco de sangre de la guillotina Escala la torre de marfil del Renaci– miento o monta un centauro para atravesór la Pampa Se descalza póganamente en las marmóreas groderías griegas del Partenón, para ascender luego a las siete colinas de la verde Roma, con la seguridad de un he– redero al trono del Imperio lírico latino.

Así también en el espacio, aún cuando los límites

y fronteras de los pensamientos opongan a su paso la contradicéión Los que toman sus banderos chocan osi donde América choca en su constante movimiento germinal de mestizaje y fusión Un día don Ramiro de Maeztu, claro varón de España, acusará de pecado al cantor de la "Hispania Fecunda" por su "Salutación al Aguila" Otro día el poeta Juan Larreo, profesor de misteriasofía, descubrirá por el contrario que el pe– cado de impertinencia lo cometiá Rubén en sus "Can– tbs de Vida y Esperanza" y que el mensaje verdadero del poeta e nsu "Salutación al Aguila"

Miles de bocas recitan sus poemas como quien tomó fusiles cóntra el impelialismo yanqui Otras multitude's los gritan como quien alza bandera de pan– americanismo Los casticistas hacen partido de su hispanic:lód. Lós afrc"ncesódos van con él a PatÍs Los liberales usan sus versos como escarapelas. Los reaccionarios tras de ellos se atrincheran. Y en medio

d~ eontrarios aplausos, Rubén recorre -en alto y uni–

tó~ió rutó- todós los cominos de la genealogía hispa– no-americana, para expresar, corn6 un' clásico, la viva

vo~ de su roza, el bullente múndo de sú 'cultura, agó– nic<;l entonces' y todavla entre laS dos tentrJciones de

n'u~st¡'d ciln,q mestizo' .la aventura y. el orden. , Ei:julvocál¡am6s a Rubén porque nÓs ¿olocóbdmOS demóSiqdi>' cerca' de su p'ropió multiplicidad, Cuondo nos cilejamos; ciunque 'descontertddas, adquirimos Id perspeCtiva y descubriinos su unidad Su unidad era América i Hispanoainérica! '

Los que se acercaron a la Divina Comedia, en la Crisis temporal qe su nacimiento, quizás, níirar~n mós su mod~rnismo güelfo que el resplandeciente universo Medioeval que allí, vitalmente, se sintetizaba Ru– bén, sin embargo, no campendía en su obra un tiempo ni un continente eh síntesis Del Dante a Rubén hay la diferencia que existe entre und Summa y una Anto– logía La coherencia formidable y sustancial del Alighieri -que responde a la unidad Cristocéntrica de los siglos medioevoles que en él culminan- se con– vierte en Rubén Daría en un haz de antítesis, en una uni-diversidad contródictoria y agónicd, porque Amé–

ri~o!, todavía alejoda de su síntesis, avdnza por un

~rJódocbristituyenté¡ agitado y fórmidablé, como que es la g,óvidet de un "'{úévo MlJndo.

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