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« Previous Page Table of Contents Next Page »de hacer gala de su conocimiento Otras adaptacio– nes de poesias griegas, al par de la oda LV de Ana– creOnte, fueron publicadas por Darío en El Mercada (4 de Febrera de 1886) la oda IV de Meleagro y la oda A la diosa de la fuerza de Erina de Lesbas Am– bas plOvienen de las versiones de D José Antonio Conde y de Menéndez Pelayo, lespectivamente, que se publican en el volumen de Poetas Ilricos griegos
Si es cieltQ que Daría conoció y utilizó las Odas de Menéndez Pe/ayo, donde se publicó originalmente la ver sión de Erina, es seguro que también conocía las versiones que se reproducen en los Poetas líricos grie– gos, porque Daría cita textualmente unas palabros de Asclepiades tomadas de la biografía de Erina de este volumen, a poco de llegado a Chile
Al mismo tiempo que los liricos, Daría debió de conocer los Poetas bucólicos griegos y las Odas de Píndaro, traducidos por D José Ignacio Montes de Oca y Obregón (1840- 1921 ), el sabio humanista mexicano llamado entre los Arcades de Roma, Ipandro Acaieo
Son los volúmenes XXIX y LVII de la BiblIoteca Clásica,
ediciones de 1880 y 1883, respectivamente, que toda– vía se conservan en la Biblioteca Nacional de Mana–
gua '''De los amel icano'> -escribe DolÍa en Enelo
de 1886-, hay un poeta eximio que merece un sillón de la Academia Española el árcade /pandro Acaico, sabio Obispo de Linares, traductor de los Bucó/ieas griegas y de otras grandes obras antiguas Este poeta, en la traducción del Idilio 111 de Teócrito, La
hechicera, escribió lo que sigue Habla Simeta Robóme mi albedrío, / y hay en mi sena el desho– nor derrama (De cómo EnJique Guzmán , El ImpOI–
cial, 29 de Enero de 1886). Daría cita la segunda ec!ición de las Poetas bucólicos griegos, es decir, la es–
p~ñola de la Bíblioteca Clásica, en cuya página 20 se encuentran los versas de La hechicera, de la portada de esta edicióh debió de tomar la noticia de "Obispo df, t.inar~s" que na se da en la primera. (12) Un
eje!\~plar de esta edición acompañó seguramente a
DóJ'Ío en su viaje a Chile %S cuatro< días de llegado
O VcJlpClraíso tila la noto 10 al Idílio IV (Los pastoles) del bucólico sirdCusano "Porque, comó dice Teócrito,
IÓ$ musas lo embellecen todo" (La erupcIón del Mo–
riJotomf:¡pj El Mercurio, Valparaíso, 16 de Julio de
1886) "Todo lo embellecen las Musas, diré con Teó– Clito y otros poetas", dice la nota del ilustrado haduc– tal mexicano (Poetas bucólicos gllegos, pág 342) A principios de 1886 inicia también DolÍa SIlS
lectUJas de PíndOlo Textualmente no lo cita en sus
escritos de Nicaragua, pero yo entonces debia de co– nocer la ti aducción de la oda XIV de las Olímpicas, de Menéndez Pelayo (13) Es muy probable que cono– cielO las traducciones de los Odas de Pindaro de Ipandlo Acuico, (\\) pues 01 hablm de los Poetas bucó-
lieos griegos, menciona "otras grandes oblOs antiguas"
traducidas igualmente por IpandJO Acaico, y en 1886
el traductor mexicano sólo había ¡¡'ublicado las Odas
de PilldOlo y los Poetas bucólicos griegos Sin embar– go, en toda la obla escrito en Nicordgua, Daría apenas una vez explícitamente lo menciona en Bolívar y sus cantoles (19 de Julio de 1885) afirma, por cimto con ingenua exageración, que Rivas Graot l/canto como Píndmo" Con todo, no hay indicios anteriores al viaje o Chile que nos pennitCln Clsegurar con Diego Manuel Sequeira que "Daría aprende a conocer el gran lírico gliegol/ en los Essais sur le génie de Pindare, de M Villemain, (15) y que "aprende de memoria (las odos de Píndaro) en la traducción en verso que de ellas hizo al español, don Ignacio de Montes de Oca"
(sic) sirviéndose de los ejemplmes existentes en lo Bi– blioteca Nocional de MClnagua (16) Lo cielto es que Daría cita a Píndaro; con toda minuciosidad, ya en Chile, en su Clónica de La semana (7 de Abril de
1888) En sólo dos páginas hoy veintiséis referencias muy concretas a las Píticas y Olimpicas
Intentamos ttQzar en este trabajo un resumen de las humanidades que el joven Daría adquirió en Nica–
t agua, basándonos en sus propios recuerdos y escritos y en los de sus amigos y recopiladores más devotos Nuestra investigación se reduce al cotejo textual entre lo recopilado y las fuentes clásicas obsorbidas durante los años de la iniciación literaria ejel poeta, de las que él mismo dio noticio tácita o explícita en su propia obra, y a dar cohesión a los datos dispel sos que se tenian sobre esos años Esta labor no excluye lo de la valorización del tesoro humaIJistico que Daría lleva consigo al alejarse de su país natal; antes bien, se hace indispensable en todo momento la comparación de lo obra escritd en Nicaragua con la inmediatamente pos– terior La preparación literaria que<DOI ío recibió en Chile, tan encomiada por los crítiCdS de ese pqíS, que– c!a reducida notablemente si se toma en ~ue[lla que gran parte de IeIS fuentes y lectura$, de 10$ procedi– Inientos y moddliclades, que ellos dán como caracte. Iísticos y exclusivos de los años de A?ul, figuran ya en obrCl nicOJagliellse, lo más juvenil de Rubén Daría Si la legendada plecocidod del póeta, que él mis· ma ciertámente no trató de disin1ular, se ha aminorado con la investigación metódica, ¡ambién el método esti– lístico, el cotejo literol nos devuelven a un Daría menos IJpoetu niño", peto sí mós p02ta culto, menos implO– visado, más lector Sobre todo, más cultivado, más leído y sabido, en su propio pais La lección, como siempre, no es inútil si hoy alguien que sepa aprender– la Nicaragua tuvo una vez un poeta, y, en cierta medida, también supo educarlo "Materia prima, tenemos muchísima", dijo el propio Daría al volver a la
II t ien a natal lJ
(1) Nu~\(H<. Rorbm1.('!, Mano.~~uo., D N, Sc\)ticmble do 1913, ulio n, No 2, F,{\l'Ilt (,~ Or\), en Vfll1<:¡;hw\ und l{\\ttu~ del Uomanell, IIambnrr::o, 1939
}!<JII 8 (8) Gflórgicas IV, vr'tg 511-515.
(2) Centro América, Guat~n\9'a, JuHo-Septlembre de 1913, V, No 3, llág (9) Biblioteca Clñsicu, túmo XX. 18S0, ~ág' 207
382 (¡H) Billlioteca Cláslc[\~ tomo-;; IX-X, 1879, estrof LXXVIII, PUg 27
(.i) Afio r, lQ de Ag6stú <le 1881, pM~i;: 11-12 (11) Mu{lrid, Luis Navarro editor, 188;i q) Nacimiento y pdn¡(!ta iüfancia de Rnbén Darío, AdmiJli3tración So- 02) México, ImlltenH dé lr~nncio EsC'itlalHe, 1871 moza 1!l11. pá", 13 . (l3) Odas, éllístolas y tragedias, pag 95 (5) Biografia. de Rubén Datío, en Rubén Darío y -BUS amigos domlnlcantls. (14) Biblioteca Clásica, tomo LVII, Madrid, 188S3
Bogotá, 1948 rtágs 141 y 157 . (15) París. Librairie de Finnin nidot Fréles, FiIs et Cie. Imc.ril\10llrG de
(E.) Madrirl, In'lprenta de A Pérez Dubrull, 1883 I'Institut, 1859, 614 págs
(7) El ruiseñor de las "Geórgicas" y so Influencio. en la. lírica e.!lPllñola (16) Rubén Darlo aiollo. Bueno:! Aire'J, 1945, pá«s 173-174
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