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« Previous Page Table of Contents Next Page »Darío, poeia nlno de Nicaragua, sumer– gido en ese ambienie, desde el fondo de esa cueva de odios y disparaies filosóficoJ¡l, lanza sus primeros canios al mundo, eS decir, a los pocos leciores de nuestras gaceias de enion– ces.
En la inauguración de la Biblioieca Na– cional, biblioieca que funda el Presidenie conservador que ha expulsado a los jesuíias,
recita cien décin1as, mil versos, ni uno más
ni uno menos, sobre "El Libro". Se :traia de El Libro con mayúscula. Porque no hay li– bros en plural, no hay libros buenos o per– V'ersos; no hay libros perlecios o mediocres, solo hay "El Libro", y por la simple razón de serlo ya coniiene en sí iodas las excelen–
cias.
Darío suelia su vena lírica, y sería largo exponer, aun extraciado, iodo lo que se le ocurre con respecio al Libro. Basten estas breves citas"
El libro. Celeste lumbre
de la humanidad amparo
Radicse, divino faro
que guía a la muchedumbre El Libro elevada cumbre de la verdad. Mas, qué digol
El Libro, que yo bendigo
con entusiasmo profundo tiene anie la faz del m unda
Wt implacable enemigo.
Sabéis quién es'? Allá esfá Su trono se bambolea
porque' el soplo de la Idea
su trono derribará.
Sabéis quién es? Vedle allá
sobre el slfo Vaficano. Contempladle. Genio insano
apaga fodo desfello
con una esfola en el cuello
y el Syllabus en la mano
y prosigue por otro lado:
Mira las humanas lisias: en ellas'haya millares nihilistas para los Zares, para los Papas, nihilistas.
Cansado de recitar 990 versos por ese es– tilo, exclama para concluir:
Basia ya, Musa querida,
ya basiante ma alentaste
y unida a mi voz camaste
la humanidad redimida. Redimida con la vida
no con Gólgoia ni Cruz,
ni martirios de Jesús sino con la fuerza inmensa, con el Libro, que es la Luz
y dice la crónica de "El Centroamerica–
no": "Esa composición, que es un poema So–
bre las excelencias del libro, arrancó eniu– siastas aplausos de ioda la concurrencia".
De ial I'llodo andaba la poesía, el buen gusio, y el pens!'lmienio de nuestro pais en
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la época bendita de los llamados Treinia Añosl
En el poema a La Raz6n -otra Diosa_ dice:
Cayó la fe con sus terribles fueros,
ya tu voz por doquiera Se derrama, se hunden Vichnú, Crisio, Buda y Brahama,
y las naciones van por tu sendero.
En oiros versos exclama, complacido y orgulloso: "Por fin el dogma expira anie la
Ciencia".
Naturalmenie, los jesuíias tendrían tam– bién su buena parle de inV'entivas. ~No aca– baban de expulsarlos del país como malhe– chores'? ~Los expulsanies no eran; hombres pensanies y graves, desde el Excelentísimo Señor Presidente de la República hasta los Honorables Senadores'? ~No respiraba ya Ni– caragua aires de luz, aventadas hacia el mar las tinieblas de las soianas jesuíticas'? ~Qué
podría sentir el adolescente poeia ",ino senti– lnienios de incomprensión y de odio?
He aquí esoS sentimienios en décima:
Bien, ahora hablaré yo, juzga después, lector, tú. El jesuifa es Belcebú
que del Averno sali6.
¿,Vencerá al Progreso? Nol
¿Su poder caerá'? Sí!
Odieros el que quiera a mí,
pelO nunca. tendrá vida la sofana carcomida' de estos endriagos aqui
Aunque gen~o en brote, Darío no podia sustraerse a la influencia avasalladora del llamado pensamiento de la época. :;;i los hon– rados hombres y gobernanies de enionces, ~_
los litl'lraios o más o menos pasables de ese tiempo, así pensaban y sentían, ~qué otra di– sa podía pensar y sentir un adolescenie que apenas abandonaba los años de la niñez?
Por esa época se creía en las laiitudes ceniroamericanas que un literato no podía en manera alguna ser caiólico. Esa creen– cia exiravagante para la juventud del siglo XX, está eSiereotipada en este, que quiso ser irónico, ierceio de Darío:
IQué cosa tan singular,
ese joven liferato aún se sabe persign.arl
Por oira parie no se crea que la influen– cia ancestral católica había desaparecido por completo de aquel espíritu. Desde el fondo de los siglos y de la sangre hacía sus llama– das secreias y le arrancaba esias nosiálgicas exp"esiones:
¿Mi fe de niño .do esfá?
Me hace faIfa, la deseol
ba:tió las alas y creo
que ya nunca volverá.
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