Page 83 - RC_1966_02_N65

This is a SEO version of RC_1966_02_N65. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

o cuando canta o declama o demuestra poseer más intéligencia y mejores conocimientos; con lo que es co– mún todavía en los '1iejos hogares leoneses recordar nombres de mu jeres entre los de los grandes animado· ras de tertulias.

Pues bien, una de las tertulias más famosas de León en la segunda mitad del siglo diecinueve es, pre· cisamente, la de doña Bernarda Sarmienta de Ramírez,

más comúnmente conocida como doña Bernardo Da– ría Como esposa de un militar y político prominente recibe a diario a los compañeros y correligionarios de su marido, que ya celebran animadamente los actos del Gobierno o ya esperan nerviosos el próximo golpe de cuartel según los vaivenes de nuestra politico crio– lla les tengan en codo oportunidad como goblernistas o como contrarios del régimen

El conocido cranista don Francisco Ortega Aron– cibla hace de ello una interesante mención en sus relatos Refiriéndose o los acontecimientos de 1845, que culminaron con lo toma de león por los ejércitos cooligades que comandaba el General Molespín, dice que en el momento en que se esperaba el dsalto se realizaba una reunión "en los Cuatro Esquinas de lo Calle Real en lo coso de Bernardo Daría come de costumbre"; y en lo que participaban los Ceroneles José María Valle alias El Chelón, les Mochos, Bernobé Someza y etrOs omigos de Managuo que, aún siendo adictos 01 Gobierno de León, estaban resentidos con éste (como lo mismo doña Bernardo) por la separación de Cabaños, BarriOs y demás coquimbas; o seo, que estaban cerno en simple espectación de le que ocu· rría, "La casa en que había esta tertulio; -~omenta el citado cronista-o-, ne sólo servía de recreo, sino otOm· bién de centro polítice. La dueña era señora de ta–

lento y estaba en contacto con el pueble y cen las personas del mundo pelítico" (26). .

Mas ne sólo gente de está clase ha de llegar, pues el Coronel y ello !>óbre todo, gozan' de buen nomo bre como personas ilileligentes y cultas con quienes da g\lsto conversor. y así, además de los políticos, esta– rán también en su tertulio intelectuales y artistós Rubén evoca en su Autobiografía estós reuniones

"Los domingos, -rememora-, llegaban a casa a

jugar el fusilico viejos amigos, entre ellos un platero y

Un cura. Pasaba el tiempo. Yo crecía. Por la. noche. había tartulia, en la puerta de la calle, una calle mal em· pedrada de redondos y puntiagudo. untos. llegaban hombres de política y se hablaba de revoluciones. La

señol a me acariciaba en su regazo. la conversati6n y la

noche cerraban mis párpados. Pasaba el "vendedor de

arena" . .. Me iba deslizando. Quedaba dormido .obre e\ ruedo de la maternal falda como un gozquejo".

Bien podemos imaginarnos cómo aquellos con· versaCiones, cómo aquellos cuentos, discusiones, acero lijos, declamaciones, charadas, comentarios de obras,

(26) "NlearaG'UlI Cuarenta años .....tSM.l8'tO......... Edld6n d~ 1912 Ae Tipo–

at,atla CO~~l"c1al de Francisco Huezo ti blj<r.J )diular:ua Paga.. 69

y 'lo.

etc. golpearían \0 mente infantil del Rubencito que se acogía a la falda de la tía Bernarda y se quedaba dor– mido a sus pies . i cómo estimularían su imaginación y avivarían su curiosidad, perviviendo aún durante el sueño como un estímulo podereso paro su subcons– ciente!

Los nombres de los principales contertulios nos los revela don Alfonso Valle Eran "los generales Mateo Pineda y Manuel Rivos, Jos doctores Román Buitrago, Ramón Esteban Ti jerino, Trinidad Candia, Benito Ro– jas, José Nicolás Valle, y las señoras doña Bienvenido Goyeno y doña Félix Murillo de Golorzo" Entre ellos vale lo peno destocar, aunque seo ligeromente, 01 li–

cenciado don Trinidad Candio, quien por su buen hu– mor y su espíritu franco y amistase, era el contertulio de casi todos los salones leoneses Mi padre, el Doc– tor Nicolós Buitrogo, ha hecho un interesante retrato (27) de su pintoresca y gracioso personalidad que alcanzó a gozar en las reuniones familiares de mi bisabuela y de mi abuelo Era, según parece de tales relaciones, uno de esos personajes a quienes don Mi– guel de Unamuno consideraba como indispensable paro uno producción artístico o literario, aún cuando ellos no produzcan nodo de por sí, porque sirven de estímulo al creador con sólo su conversación Y lo cierlo es que, de conformidad con los importantísimas memorias del maestro Vonegos a los que tantas '1eces hemos '1enido recurriendo (28), fUe el Licenciado Can· dio quien descubrió y anunció por primera vez la genialidad de Daría A él buscó, en efecto, el pOeta– niño con sus primeros versos paro que se los oyera y le díera su opinión.

"Muchacho de mandados, -cuenta el Doctor Vane– tlas-, en uno de ésos se entr6 donda el Licenciado Trin¡· dad Candia y le mostr6 unos '1ersos. A Candia le llenaron de admiraci6n, se fue donde doña Bernarda y le dijo: Rubén es un genio; 'lea los '1erSO$ que ha hecho. La tia abuela no estaba conlenla con l. lardanza del ehico y le dio unos co~que$ entre en~iQda y cariñosa".

Pór su porte, el escritor granadino, don Anselmo Fletes Bolañós, atribuye el descubrimie",to éle Rubén a otro contertulio de doña Bernardo, el dOclor don Roso Rizo (29); mostrande siempre eso como inconformidad y desagrado de doña Bernardo con el entregamiento de Rubén a los versos

De ambas informaciones, así como del gran inte– rés demostrado por lo madre odeptiva del poeta por hacerle sastre, pareciera desprenderse que, en efecto, le incomodaba su inclinación o lo peesía y que no supo intuir su genialidad Sin embargo, no es posible lle– gar a una conclusión dé esta naturaleza, sin correr el riesgo de cameler una grave injusticia con la buena y abnegado tía Bernardo Para comprender en toda su exacta significación esta actitud de ella, debemos re·

(27) 'En un articuló tlo.b\illaclo en la Revl~ta "La Vor de León", de León,

Nic:lYll.gua.

(28) Nacimiento y pritnera in!anclll. de :Rubl!n Darlo (oh dt)

(29) Anllelmo FleUB Bolaiioll.

81

Page 83 - RC_1966_02_N65

This is a SEO version of RC_1966_02_N65. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »