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habláramos de la necesidad de operarse, nos dispara_ ría a quemarropa

Quería ver nuestra cara de espanto, el apuro de un hombre amenazado de muerte El cuñado no se prestó a su deseo

Esta situación de furor lo hizo cometer en León,

un acto agresivo.

Insultó fuertemente al Dr Escolástico Lora, lino de los médicos que lo asisten, insultos que éste pasó

inadvertidos, con sana paciencia

Cuando al siguiente día volvió el médico, le dijo el poeta'

-Doctor, no creí que Ud volviera a verme

-No hago caso de nada, contestó el médiCo Vengo a aplicarle la inyección El poeta se dejó inyectar.

Después de haberle extraído el suero, tuvo fuerte altercado con el Dr Debayle por una prescripción fa–

cultativa Darío se negaba a someterse, y como el médico insistiera¡ aquél montó en cólera y al cabo de

palabras hirientes, a pesar de su debilidad, tornó un vaso de servicio y se dice que con él dio un golpe a Debayle

Estaba verdaderamente furioso

-Yo no quiero que Uds me asesinen. No he venido a eso, y me defenderé E>liaba verdadera-mente trágico

Incorporado en el lecho, corno un dios irritado, blandió de nuevo el objeto con el brazo nervioso y quiso repetir el golpe

Debayle lo atajó con presteza y se lo quitó de las

manos

Su esposa, doña Rosario, gritó'

-¿Qué haces, Rubén? Y dirigiéndose al Dr Debayle'

-Dr. no le haga daño Y agregaba --Salga, salga planto. Si contin(la Ud aquí, se va a empeorar Rubén Dispense Ud

Al oir la novedad, ocurrió gente de las casas ve– cinas, principalmente artesanos, que tienen idolatría por el poeta

Colérico éste, dice a Debayle

-Lo que tú quieres hacer conmigo es aumentar el número de tus víctimas

Deboyle, que consultaba el termómetro a la luz de un foco de gasolino, se vuelve airado ante la injuria y se dirige en actitud severa al lecho de Daría. Rápida corno el pensamiento, doña Rosario se interpone entre ambos y cubre a su esposo con su cuer– po. Repite enérgicamente las palabras

-Salga Dr, salga! Yo se lo suplico Excuse a Rubén que está loco

Deboyle al fin se marchó disgustado y apenado En la calJe, la masa popular empezaba a mani-festar su inquietud

Cólela terrible la del poeta

Reconviniendo a su esposa, le dice

-¿Por qué no le diste una bofetoda? Te con-tentaste con decirle

-Salga Dr, salga Dr 1 E imitaba su gesto y su voz.

-¿Sabes lo que hubiera hecho una argentina? Pues le hubiera dado una bofetada. ¿Una fran-

No hoy esperanza de vida"

A menudo flaquea, y entonces cae su espíritu en profunda atonía; otras, en accesos de cólera. Los razonamientos entonces son los de un loco La ira desarrolla en él una corno epilepsia trágiCa, un instinto de acometividad que afortunadamente no se haduce en hechos

Un día me dijo en la capital

-Sé que voy a morir! pero no me moriré sin ha–

cer una cosa tremendo Antes de eso, despacharé a un hombre a la eternidad

y me dio el nombre de un caballero

-Cuando me convenza de que ha llegado el

minuto, monto en un carruaje, me acompañas tú o

cualquiera otro amigo y le hago una visita Saldrá él a recibirme Entonces saco el revólver y le disparo Nada me importa lo demás, porque sé que vaya mo–

rir.

Este inslinto sádiCo ha permanecido en él durante días. Cierto momento llamó a su cuñado y le reco– mendó que le preparara un revólver con cópsulos sin plomo.

-Les quitas el plomo y les pones corcho o papel. pero que no les quede nada de plomo, ¿oyes?

El revólver lo pondría el poeta bajo la almohada y cuando llegáramos a visitarlo algunos amigos, y le

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20 DE ENERO Rubén Daría tiene frecuentes accesos

de fu rOl

Son consecuencia de la enfermedad

Larga ésta, (más de seis meses), con lemperatura constante, con alimentación líquida, su cerebro no tiene perfecto equilibl io

18 DE ENERO La enfermedad no declina

Dice /fEI Comercio lt de Managua

"SIEMPRE GRAVE RUBEN DARlO Ayer tem– prano de la mañana el doctor Escolástico Lara llamó por teléfono a don Andrés Murillo, cuñado de Daría No estando éste en la ciudad, fue 01 teléfono doña Mercedes, madre del señor Murillo, a quien el doctor Lora le dijo

"Rubén continúa gravísimo, en un alto grado de gravedad; y desea que Andrés venga hoy mismo a León Daría, agregó, tiene el presentimiento de que hoy, día de su cumpleaños, moriró, y no ha querido hacer ninguna revelación sobre la entrevista que quiere

tener con Andrés ll

•

16 DE ENERO Se ha recibido en la capital un telegra-

ma alarmantísimo

Lo dirige de León doña Fidelina de Castro. Dice

"Rubén gravísimo

Lo asistía su esposa a quien acompañaba doña Fidelina de Castro y otras damas de la Metrópolí. Ha marchado la enfermedad con penosas alter-nativas Unas veces hace concebir esperanzas, otras las hace perder.

Es fuerte el organismo de Daría De lo contra-rio, hace tiempos que hubiera muerto.