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el perfume esparcís de las praderas,

cuando, a su paso, vuestros pies enfloran;

cuando bajan en densas espirales, del cabello, las viboras, que enroscan sus anillos de seda en vuestra cuello

esas ávidas víboras, que flotan como oscuros afluentes del Cocito

o cual rayos de una alba esplendorosa, buscando sobre el seno palpitante la miel de Hymeto en la colmena roja! ¡Athis divinal ¡Que se encienda mi alma en la risa de luz que hay en tu boca,

y que es rayo auroral que va jugando

en los pétalos frescos de una rosal iQue me envuelva tu pelo rubio, como

un áureo monto real! Y que a la sombra de tu pestaña crespa, Amor encienda en tus célicos ojos tus auroras,

en tus ojos azules como el Actium,

y como el Etna ardientes "

ITú Anactoria,

que enloqueces mi mente! ITú, el ensueño del alma ambicionado. .1 lOe tu boca

riega sobre la mía la cascada de tus ígnicos besos! ¡Venid todas,

bellas hijas de Pira. .! ¡Ven, Cyrina, la del moh¡n ·Iascivo . .. ! ¡Ven, Andrómedal ¡Timas,Nais. .. volad! ¡Volad! ¡Que escancie la madre del Amor en nuestras copas sus embriagantes vinos .. 1 ¡Que se tiñan los aurlferos bordes, y las rosos de vuestros grasos labios encendidos ensangrienten la tez de sus corolas!

¡matadme, delirantes.. I

¡Ven, Corino¡

hazme que pruebe de tu piel sabrosal ¡Ponme borracho de dele¡te ... 1 ¡Déjame con mis sedientos labios en la copo!

y tu, mi Cydno, ¡mi adorada Cydnb! ¡Blanca como el plumón de la garzota, como la espuma que envolvió o Citeres en pañales de tul . .. 1 Ya la zozobra de nuestras gratas expansiones íntimas me agita el corazón, e hirviendo, azoto

mi sangre las arterias. ¡Haz que sea, por el amor, mi sangre abrasadora, mar de oleaje brcrJlo, mar de lava que se estrella en sus cárceles de roca,

y levanta vorágines, y escupe a los cielos la espuma de su cóleral iLlegad presto, queridas! El deseo con sus puntas eléctricos me toca.

iMe parece que os tengo entre mis brazos,

que vuestras carnes con mis carnes rozan,

que un aliento caldeado me enloquece, en un pujante resollar de forja,

y que son vuestros senos pebeteros

do eróticos perfumes se evaporan! iVolad, hijas de Zeus. I Que ya siento

calcinarse las frases en mi boca,

mi lengua se entumece, y es mi labio un páramo ILa angustia, sudorosa,

me aprieta el corazón, tiembla en mis carnes,

me estruja !a garganta y me sofoca . .. !

iVenid a refrescar este desierto de mis áridos labios con las pomas humedosas de miel de vuestros pechos! Que vuestras carnes, en sus tibias combas, cual los poros sutiles de los pétalos

don 01 insecto su embriaguez de aromas,

me den a mi su seductor perfume . ..

IToda la esencia de sus flbres todasl ITodo el dulce rocío de sus cálices! iTodo el grato licor de sus corolcis!

iY dormirme, ebrio yo ... 1 ISlempre soñando con otro goce más . ! Que me aprisionon otros brazos mejores, y otrc¡s ojos·

más fúlgidos me queman. .• ¡Yen los ondas del piélago supremo, en los orrulk.s . del abrasan te amor, sentir ansiosa la divina epilepsia del deleIte, con avidez frenética de lOCa . .. 1

¡Venid! IQue ya mi ceñidor desciendel ¡Mi túnica está suelta, ya pregona lo pasión delirante . I ¡Me parece el mareo sentir de vuestras rondas, oh, lúbricas hetairas . I ¡Vuestro pelo,

en viperina contorsión, retoza

en los rápidos giros de la danza . .. ,

y las sedeñas vestes en la alfombra .. ,

y la gloriosa seducción sin velos que vuestros regios cuerpos aureola . .. ,

y los senos recónditos, que emanan oróbigas esencias voluptuosas. . ,

y los besos que sangran , y las sangres, embriagantes, dulcísimos y rojas ,

y la estrechez gratlsima.. ,y el lánguido desmayo de la dicha enervadora . .. ,

y el hondo frenesl que al reino vuela donde tiene el delirio su corona . . '.1 ' .

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CORTESIA DE

MARINA MERCANTE NlCARAGUENSE