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Que en esta lengua madre tu clara historia quede. ¡Corazones de todas las Españas, 1I0radl Rubén Dado ha muerto en Castilla del Oro.

esto nuevo nos vino atravesando el mar.

Pongamos, españoles, en un severo mármol,

su nomb, e, -flauta y líro-, y una inscripción no m6s

¡"odie esto lira taña si na es el mismo Apolo, ' nadie esta flauta suene si no es el mismo Pan!

RENOVADOR DE LA POE51A E5PAi\íOLA

Desde entonces, poemas, estudios, libros, apare·

cen, año con año, en España, en los Américas. Es

traducido o los lenguas cultos Su glorio -como los outénticas- crece con el tiempo Es ya un clásico en todas las latitudes y literaturas, porque no sólo escri· bió inmortales poemas, sino transformó la lengua de Cervantes, enriqueciéndola, ductilizándola, desalem– nizándola

Así lo reconocieron incluso escritores que en los comienzos del Modernismo habíonlo atacada con par– ticular encono, sobre todo por lo que llamaron "su froncesismo" Pero muchos de ellos andando el tiempo, reconocieron lo extensión y lo hondura de la obro de Daría en verso y prosa y se rindieron a lo rea– lidad Así, el gran crítico español Julio Cejador y Frouco, en su monumental Historio de lo Literotuoo Castellano escribe lo siguiente "merced o aquel mo– vimiento extraordinOl io de los sentimientos artísticos, muchos jóvenes despertaron o lo vida del arte, lo sen– sibilidad estético se afiná, se generalizó el ansia de lo bello artístico, el orle se levantó del fango naturalista en que yacía y tomó vuelos más ideales y poéticos, el tInte g,otesco de ía literatura bastante chabacana a la sazón desapareció, tomando su lugar la delicadeza, d

lo chiílón, sustituyó el matiz, a la o, dinariez, lo exqui– sita, o lo vulgarote, lo aristocrático, a lo común y ado– cenado, lo elegante y selecto"

El mismo Julio Cejador, señala lo que algunos críticos, por cíel fo pocos, especialmente poetas, no aciertan todavía a tomp,ender Cejador y Frauca describe así la naturaleza del Modernismo y da a Da. río su innegable papel de caudillo poético tanto en Améríco como en España Dice osi

"Los postreros años del siglo XIX y primeros del

XX fueron uno época de renovación artístico y de hervor estético, como no se había conocido después de lo romántico Rubén Daría ero, sin dudo, un gran poeta Sintiéronlo así, primero los jóvenes america– nos, luego los poetas jóvenes de España y hasta los que no eran ni poetas ni jóvenes aquende y allende el mar Los vibraciones de su lira se comunicaron 01

viejo y nuevo continente y una desusada ondulación estético recorrió los tierras todos de hablo castellano

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DijélQse que el dios Apolo había bajado y dado 01

mundo uno nueva y más exquisita sensibilidad Ello respiróbase con el aire Los nelvios parecían estar en continuo vibración Lo atmósfera aquella sentíase fuertemente cargado de poesía Y quien lo había traído ero Rubén Daría Fue un verdadero maestro él trajo lo nueva sensibilidad, él fue el Apola verdade.

10 de aquello época Eso es su gloria innegable".

Ha posado yo el tiempo los flecheros y hande·

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tuvieron mala suerte, como tenían que tenerlo "la piedra de lo honda fuese o lo onda, y la flecho del odio fuese 01 viento" Y hoy poro todos aquellos a quienes Dios hizo el regalo natal de lo lengua caste. llano, su glorio adquiere un calor íntimo, familiar El preside los hogares de nuestros poetas, él, que nunca pudo tener hogar Y todos podríamos firmar los en.

t rañabies versos -de J 928 - del poeta argentino

Fernández Moreno

COl.GANDO EN CASA UN RETRATO DE RUBEN DARlO

Aquí nos tienes! Darío, reunidos a todos, miro ésta es mi mujer, Palmira" moreno como un estío Este, el hijo en quien confío que dilate mi memoria,

y ésta mi niña y mi gloria

ton pequeño y delicada,

que de e!la no digo nodo Cuatro meses es su historia El momento de yantar

desde hoy has de presidir,

y hasta el llorar y el reír

y lo hora de trabajar

Desde ahí contempla el hagO! que no gozaste en el mundo, mientras yo, meditabundo, cuando mire tu retrato,

te envidiaré largo rato, triste, genial, errabundo

LUIS ALBERTO CABRALE9