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huésped de honor del Gobierno durante toda mi per- . "

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Pero estaba escrito que nunca el Gobierno nicara– güense lo trataría siquieta con decoro Llegado

(1 Madrid, presentadas sus credenciales, conocida por él la familia real, lo que mucho compla– cióle, vinieron los días negros de los eternos sueldos rezagados La confesión es avergonzante "A todo esto, el Presidente Zeiaya, preocupado con sus polí– ticas, se acordaba tanto de su Legación en España como un calamar de una móquina de escribir . En fin para no tener que hacer las de ciell0 Ministro turCO, a quien los acreedores sitiaban en su casa, tras– ladé mi lesidencia a POI ís, en donde na tenía que

apOlentar, ni gaslOl nada diplomáticamente"

Al poco tiempo caia Zelaya y depositaba el poder en el doctol Mad. iz Este nombró a Daría, Ministro Extraordinm iD en México con motivo del centenario de su Independencia POIte de España pela antes de Ilegm, cae el P.esidente Madriz por una revolución De La Habana cableglafía al nuevo gobierno pidiendo instrucciones Ni siquiera le contestan Sin embOl–

go sigue para México En Veracruz lé dan a enten– der que consideran su nomb. amiento cancelado Hay grandes manifestaciones populares en su honol, pero

de ahí no se pasa T 0\ na a La Habana Pasa allí dos meses negros, desconectado de La Nación y sin sueldo de Nicaragua Puede, al fin, pagar crecidos gastos y legresar a POI is, gracias a la ayuda de varios amigos, especialmente del General Bernardo Reyes, que le envió por cabl.~, desde París, un giro suficiente Así lo tenemos de nuevo en París Dejándose lIevOl de la mano por "los distinguidos negociantes señores Guido", funda la célebre revista Mundial Colaborar en ella es el sup.'emo éxito Iitelario Sufle todas las exigencias de la propaganda banquetes, viajes, entrevistas, elección de PI íncipe de la Poesía Castellana

Esa es -por hay- su vida pública, ¿La p~i­

vado) En su Autobiog.afía deja caer esta pequena confidencia IfEn lo í'ntimo de mi casa parisiense me

sonríe infantilmente un IdPClZ que se me parece, y a

quien yo llamo Güicho " Es Rubén Daría Sónchez La ha tenido con Flancisca Sánchez, apuesta joven

española, sencilla, sin letras, de origen campesino,

Palma sorOlal y oscura y tan blanca ll Es el laza-

tillo de Di0S en su sendelo Le dedicada -versos que

nunca publicOlá en libros Le había dado dos hijos más, muertos en la infancia una niña y un niño¡ a quien nombraron phocás

REI©RN© DlH'INITIV© A LA PATRIA

Es 1912 Pasan dos años La guerra es inmi-nente, Aquella guerra que el vate vaticinó desde

1893 a su cara Lutecio "En locas faunalias no sien– tes el viento que arrecia, el viento que arrecia del lado del férreo Berlín " "Hay alga que '{iene como una invasión aquilina" "Y vése a lo lejas la glOria de un casco imperial . "

El vate veía desde muy lejos, y ahora saldría fu– gitivo, huyendo de la invaSión dquilina, hacia España.

tn quinta cerca de Barcelona, discurre vida do· méstica con su Flancisca y su Güicho Pdreciera que la dicha casera -tan sóñada por él--, di fin le sonrie·

ra Pero en medio de esa paz dulcemente bw guesa su oído escucha 16S pasas de la muerte Canta su dicha pensando en el viaje hacia "la fuente de noche

y olviclo ll

SegUl amente Dios te ha conducido

para

I egO! el ál bol de mi fe,

hacia la fuente de noche y olvido,

F)oncisca Sánchez, ocompafíamé .

Su organismo venía siendo minado lentamente'

era muy vigoroso Pero de pronto las

I esistencias se

demoronaron Sin embargo, así enfermo, lo conven~

cen de hacer una jira por América, desde Nueva York a Buenos Aires, en prédicas de paz

En realidad finge que se deja COlwencel El sabe Para dónde VCl A Gómez Carrillo le escribe. "VoY en busca del cementel io de mi tierra natal"

Va enfermo y zarandeado por La Habana, Nueva

York, Guatemala. Rodeado siemp!e de un COI teja de admiradorés, de poetas e improbables poetas

Por fin llega a su patria NicOl agua 10 recibe con luidosos agasajas. Agasajos y luidos vanos para h6mbl e que se sabe mori.

En su veiejo León de la infancia, la ciudad colo– nial de aparecidas y difuntos, él sabe que pronto será uno de ellos

Se deja hacer de los médicos, pero piensa en arre– glar sus cuentas con la Iglesia Se confiesa, recibe el santo viático, na suelta un crucifijo de marfil que le d6nal a Amado Nervo Recita mentalmente sus últi–

mos versOs

Desdé que hoy, desde que existo,

mi pobre alma armonías vierte

Como la de mi Señal Jesuclisto

mi alma está triste hasta la muelte

Fallece, tras larga agonía, el 6 de Febre. o de 1916 Hay en el pueblo un duelo hondo y sincero Las muchedumbres se agolpan ah ededor de su fére– tro El Presidente, protocolOl io, decreta honores de Ministro de la Guerra El Obispo, honores de Príncipe de la Iglesia Una semana entera duran los funera– les

En todas las naciones de la comunidad de habla hispana hay también duelo Artículos y poemas de las más grandes escritores cubren las páginas de dia–

I ios y revistas

En España, el grande Y alto poeta Antonio Ma– chado vuelca en cortos versos el sentir de "todas las Españas"

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