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« Previous Page Table of Contents Next Page »pre vuelan en pares, se pueden ver miles avanzando con orden y regularidad. A veces
se ve a uno desconsolado sigtliendo a una
feliz pareja, lamentándose de la pérdida de
su cornpañero, que quizá hahía sido esiofa–
do, y de este modo lo condenaba a terrible soledad.
A menudo he observado con gran inte–
rés, los n10vÍlnieníos y maniobras del "crl–
curo" y "sulTIpeque", el prinlero ganando
siempre mis simpatías. Al pasearse al bor– de de una laguna, se puede ver un pájaro pequeño blanco, el "cricum", deslizándose y
rozando suavemenle la superficie del agua,
ora ascendiendo, ora hundiéndose con la mi–
tad del cuerpo en el agua en busca de su pre–
sa; a la larga sus incansables esfuer7.os iíe–
nen éxito, y huye rápidamente con un pece– sito que se abate en su pico. Al poco tieln– po aparece una manchita en el límpido cie–
lo azul, que se aproxima más y tnás cerca,
hasta que el enemigo morlal del "cricum",
el "sumpeque", se hace presen.te en plena persecución En ese momento ]a escena se
vuelve en extremo inieresanie¡ el "cricum" hace uso de toda su aslucia para huir, a ve– ces ascendiendo más y más alto, a veces, pre–
cipitándose violentamenle corno dardo, y lue– go volando en círculos, pero iodo en vano; el "sumpel<e" gana la altura, se detiene por
un mOIne;rito, y con un solo l.TIOVin1ien±o, cae
sobl'e su presa y la atrapa, ]a cual en su le– rror deja ir al pez; el "sumpeke" desciende,
y anles de regresar a su elemenfo nativo, es
atrapado y devorado rápidarnente; así el pi– llador es pillado. El pobre "cricum" huye, feliz de haber escapado de su verdugo; de nuevo rqza suavemen1e la superficie del agua- dé nuevo alrapa su presa, y de nue– vo se ve obligado a soltarla por un poder y
fuerza super~or. El "s'LllT\peke" eG conocido
enfre nosotros con el nombre de "pújaro de guerra"; no ·conozco el nombre Il'l~lés del ofro,
También se puede ver a n,enudo en Black River el guacamayo lo papagayo) de
vinieses colores, y aquellos exquisitos pája ros diminutos, 103 pájaros susurradores. El
pájaro del arroz y el pájaro del banano son diminutos y de vistoso plumaje, También se encueniran aquí el pájaro carpinlero, el pes– cador 1 "king-fisher"), el ave zancuda, ]a gnl–
Ha, el tucán, pájaros picudos, pericos, lUllco~
nas, chorlitos, y muhcos ofros
Al regresar a la colonia, hacía iiempo favorable para la caza, eslando los bosques
a nuestro alrededoy repletos de "warries",
que habían bajado de las colinas de los Se–
cos, corno suelen hacer en ciertas épocas del
año. En Jos maforrales fambién habían nu–
ll1erosos "curassows", Hqualmos", perdices,
elc. Los nalivos le llaman cacería a todo, ya
sea a la matada de un pobre perico, o de nn cola amarina, un "warrie" o un venado, etc.
En los bosques se abren caminos en va– rias direcciones, llamados calninos de cace-
ría, que varían en ancho de tres pies arriba. después que se apartan todos los obsiáculos'
se sigue por el camino alguna distancia y ~
su terminación es.f:án los espesos y enmara.
ñados matorrales, cubiertos de algo que lla– man "lie-tie", que en ciertos lugares cuelga
de los árboles corno cintas, de espesor varia_
ble, mientras en otras partes se enrrolla en
iodo como una serpiente, arrastrándose en el suelo en iodas las direcciones, de esie modo
dificultando la caza, especialmente en vista de que los mosquitos son una moleslia inso– portable; pero todo se olvida cuando Se es– cncha el tañido del "quaJmo" la melancóli_
ca nota del "curassow", o el latido rápido y
breve del "warrie", El cazador entonces sien1e la emoción y el deleite, que obliga a la gente, en todos los rincones del mundo
a exponerse a peligros de toda especie, e~
pantanos, selvas, praderas montañas y roa. res para darse esa satisfacción El "qualrno", cuando está gordo, es incomparable, siendo jugoso, alimeniicio y suave; es rnas grande que un ave de corral, y cuando están en bue– nas condiciones, les he visio cebo arnarillo
de por lo n,enos un cuarto de pulgada de es–
pesar. El"curassow" perienece a la familia
de los gallináceos; son buellos para volar, y
cuando se les perturba al estar escarvando la
lierra en busca de insectos y semillas, dan un
sonoro quejido y se suben a la cumbre del árbol más aUo. Son corno del iamaño de un
pavo, y su carne es excelente y de buen sa–
bor. Los huesos de esta ave, si se les dan a
los perros, los envenenan, y
mueren con la boca espunl.eante y con violentas convulsio·
nes. Mr Uplon perdió dos buenos perros
de esa forma.; sin embargo, los hombres Mos–
quitos se comen el tuétano de los huesos más
grandes. El "curas30w" es un pájaro muy
elegan1e y la cresta es extremadamente bella. El "pájaro rey" es negro, la reina lqueenl es
café; con unos pUl1til:os blancos. El "warrie" se encu€nlra en manadas, prefiere el terreno
húmedo, y con su tañido tan especial y tufo que ofende, se puede localizar fácilmente. Pertenece a la familia del cerdo, su carne es dulce y alimenticia, mucho más que la de cualquier cerdo de la región, no importa cuán bien se alimente,
Un cazador, al malar a un "warrie", de~
berla irnnediatamente cortarles el órgano
que causa el tufo, que Se encuentra casi al final de la espina dorsal, porque si no, la
carne se impregna de tal forma del detes– table mal olor, que es imposible comerla; aunque los hombres Mosquitos la comen, pe– ro nadie más Es menester lener cautela en el uso del corazó1'l, hígado, etc de los anima– les salvajes, Se cuentan n,uchos cuentos del peli9ro que hay en mezclarse con una ma–
nada de "warries", pero eso raramente su– cede; annque he sabido de dos casos de esO O,
en que los cazadores se vieron obligados a subirse a un árbol para evitar ser destroza– dos por los furibundos animales teniendO
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