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Molillo y otros guatemaltecos, entre los cuales¡ agre-
o l/figuraba Don Basilio Pon as" Por qué nombra
g Molino y a Bar¡ undia, y no a los OtlOS caudillos, es fa
que no sabré decil, ni menos el que llame la aten–
ción sobre que enÍJ e los guatemaltecos figurase Po-
rras.
/lEn cuanto a lo de la inmensa muchedumbre,
debo decil -y yo tengo bueno memoria- que a la novedad de los cohetes que tilQron los que quel ion
reulJir pueblo¡ pota dor al movimiento un carácter po–
pular e imponente, me fuí al Palacio y no ví a esa
inmensa muchedumbre de que habla Marure La ver– dad es que el pueblo no tomó ninguna parte en aquel
movimiento, al cual se mostró verdaderamente indife–
rente El oda se ejecutó pací ficomente y sin derra–
marse una sola gota de sanUJe, y el mismo Gaínzu
quedó en el poder"
Lo ocun ido en el interior de la sala del Gabiel no
\'0 lo suocrnos reunida la junto de {uncionm ¡os y de
~ersonCls pi incipales de la ciudad, 01 primero en tornar
la palabro fue Don José Cecilia del Vulle, lomado "el
sabio Valle", pronunciando un elocuente disCUlSO en
pro del aplazamiento de la pi aclamación de Iluestra independencia, aunque reconociendo su utilidad y necesidad Si esta praposición hubiese triunfado, el aplazamiento habria sido por ti6rnpo indefinido, por–
que lo que se buscaba con élfa era, precisamente, fl L15–
trar los plOpósitos de los partidarios de la independen– cia Pelo por fortuna, el Canónigo Costilla, que siguió o Valle en el uso de la palabra, estuvo OÚIl más elocuente, y tallto que arrastl ó a la mayoria de los presentes en {ovar de la proclamación inmediata La elocuencia del Canónigo salvó la causa de nuestra
emdncipación~ en la memorable Junta del 15 de Sep– ¡iembre de 1821.
•
El año último se trató en nuestlo Ayuntamiento de dar el nombre del sabio Valle a la plaza principal de esta ciudad, considerándolo como el factor máximo de nuestra Independencia Los que hicieron esta 'noción no andaban descaminados a Valle se le debe
en primer término la conquisto de nuestra emancipa–
dón, no porque la hubiese procurado, todo lo contra–
'-;0, sino porque él fue el encargado, por el Capitán
Genetal, de ülganizar la resistencia Cuando recibió
este encargo desempeñaba la Auditorio de guelra, pelo no fue por medio de plocesos a los independien–
~es Como contrarrestó sus propagandas, sino organi–
lOndo la suya bajo un plan genial ¿No han sido en todo tiempo los ricos los ellemigos natUlales de los pobles;> ¿Cuándo se ha visto que un pueblo deje de seguir a un demagogo que le incita o proceder contra "los detentadores de la fortuna pública";> Claro que
no se podía ir contra los ricos eh general, puesto que
los habian entre los filas de los españolistas, pero sí
(ontla los al istócratas¡ que en su mayoría eran más o
m'?nos ricos, y que ya se habían señalado como slmpa–
tizc1dares vergonzantes de la causa de la independen– cia ¡Sus! a los aristócratas Ellos eran los instiga– dores ocultos de todas las maniobras que tendían a
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separ"" nos de España, los que empujaban a los libe– rales ) colaboraban secretamente en sus periódicos Al vers,' agredidos los nobles por los representantes
mismos de las autot ¡dades espafiolas, ya no les quedó más rem\~dio que unirse a los liberales para procurar
su defcnso Unidos formaron lo que se llamó el par-
tido caco A... primera vista pareció que la maniobra
de Vedle hcbia dado excelentes lesultodos, porque el
pueblo ya t'o vio, en el rroyccto de independencia, más que un deseo de los aristócratas de recuperar por
ese medio la 3ituación privilegiada de que gozaban
antes de entror en vigor la Constitución española de
1812
Siemrre que los sabios se meten a políficos no se cansan de hoc€r 1onterías} y la de Valle/ en esta OCCI–
sión, fue ue
lus más grundes que podían cometerse ¿Cómo no previó el hombre que los nobles/ al verse flúsiilizados¡ acabCJrían pOI abrazar la causa de la In– depfmdencia? ¿Y CÓlliO evitar que se atrujescn al
l.i€lO, influido 1an:bién por clérigos
al istócratas?
El Canónigo CasUlla se conquistó al Cabildo Eclesiás–
1ico, y el Cura del Sagtorio¡ Don Juan José Aycineno¡ iercer MClrqués de Aycineno, conquistó a los otros Curos Unidas esas dos fuerzas/ aristocracia y clero,
¿qué podio oponedes el Capitán General? Sólo la fuerza armado y ésta era insignificante España
no podía enviar refuerzos a Guatemala¡ porque ape–
nas se bastaba pOlO sostener la lucha en aquellas de
sus Colonias ClUB le importaba más conser var/ como
México, la Nueva Granada, la Argentina, etc El Capitán General tenío que sucumbir a la presión de los independientes aun pi ecindiendo de los halagos de
que lo rodearon} prometiéndole conservarlo como Jefe
Suplemo del Estado libre Antes de la unión de los aristóClotas con los liberales, el peligro paro España no era grande Don José Francisco BOllundia y el Doc– tor Don Pedro Molino, habían demostrado ya su ineptitud pOlO atraerse al pueblo La novelería de
andar exhibiendo sLis ideas volterianas de reciente ad– quisición, los desconceptuó entre la masa popular/
fervientemente católico La causa de lo Indepen–
dencia en manos de estos corifeos no era, a los ojos
del pueblo, más que asunto de h8lejes, que querían repetir en Guatemala los crímenes contra la Iglesia CatólicCl que se habian cometido en Francia durante la revolución Ban undia y Molino jamás habrían conquistado o las clases adineradas, a las "'gentes de pro", que los tenían por un par de pobretones bullan– gueros, que se enti egaban a la política porque no te–
nían hada que perder Los ricos nunca se embarcan en empresas uventuladas a menos que vean que otros más ricos que ellos las toman por su cuenta Enton– ces, sí, porque se hacen siempre la misma reflexión "Si estos ricachones se meten, es que no hay ningún riesgo y sí¡ alguna ventaja que sacar/ que nosotros todavía no hemos alcanzado a veril
A pesar de todo, ni los liberales, ni los aristócra– tos, ni el alto clero lograron interesar al pueblo en la empresa de su emancipación El pueblo no estaba descontento del régimen español, que era muy pater– nal, muy benévolo El Gobierno de España, una vez asegurada la conquista de estos ten itorios, dio cons– tantes muestras de su gran respeto a la vida humana
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