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« Previous Page Table of Contents Next Page »ciente ¿Qué quedaba en pie de todas aquellas
rrmurdciones~ Nada¡ nada más que la convic-
n:o~n de que Don Antonio Cánovas del Costilla era un Cl d f l' . 1 ' mántico¡ aun CUCln o uera corno po ¡treo e mas
rO d I l' . - I alista de ta os os po Itleos espano es
re ¿Merecía Doña Paca el marquesado) ¡Vaya . lo merecía! ¡Una mujer bonito vale eso y mucho
SI ás! y en el caso de que no fuera suficiente mérito la belleza, ¿no ela Doña Paca descendiente de ;;;'nquistadores? ¡Claro que sí! Los Aparicios descienden de Don Melchor de lo Cel da y Niño Ladrón de Guevara Y de Doña Bemabela de Aguilar, que a su vez descendían de los Capitanes de la Conquista, Don Sancho de Borahona, Don Antón de Morales y de Juan Pérez Dardón Por este último, Doña Pancho era parienta de nuestro biografiado, Don Rafael Ca– "era Pero no sólo a ella le corresponde este honor también el caudillo de la revolución de 1871, Don Mi– guel Gorcía Glanados, descendía de Don Melchor y
de Doña Bernabelo¡ por línea materna, como hijo de
['oña Gertrudis de Zabala y Corona, de modo que si el General Carrel a contaba por noveno abuelo (cosa que ignOló toda su vida) a Juan Pérez Dardón, igual– mente lo contobel por noveno abuelo Don Miguel Gar–
cío Granados (que se murió sin saberlo)¡ de suerte que
ambos eran primos en décimo grado! Pero, ¿qué
más¿z¡ El primer marido de Doña Pancho, el mismísi–
mO Don Justo Rufino BOl rios, era descendiente de un Conquistador' Con la ventaja de que él sí lo sa– bía y estaba muy ufano de ello, como veremos más tarde ¡También Don Rufino Ladrón de Guevnra' No, Don Rufino no estuvo en 10 de Guevara, la ascen–
dencia le venío
l
por línea potel na, del Conquistador
de San Marcos, el Capitán Juan de León Cardona Contando la MOl queso de Vista Bella tan ascen–
dientes tan i1ustles como los Litados¡ ¿en qué fundoban
sus protestas los aristócratas madrileños cuando se le dio el mOl quesada? ¿por qué tanta alharaca? ¿qué eran ellos sino descendientes de viejos hidalgos cas–
tellanos, ni más ni menos hidulgos que los que vinieron
a la conquista eJe América) ¿Y todos los títulos que ostentaban habían sido ganados con servicios públi– cos' ¿No habrían algunos ele origen parecielo al del mOl quesada ele Vista Bella) ¡Cuántos serían el fruto ele intrigas palaciegas y eJe adulaciones a los PrínCipes!
Abierta para los guatemaltecos la compuerto eJe los grandes honores, los Títulos se precipitaron en ca– tarata sobre las cabezas de nuestros compatriotas sin perdonar a uno solo José Urruela y Morales recibió el marquesado de San Román ele Ayala, que antigua– mente había pertenecido a la casa de Urruela A Isabel, su hermana, la hizo Alfonso XIII Marquesa de Retes, nombre elel pueblo ele origen de los Urruelas Anito Camacho recibió el marquesaelo de Villaurrutia, ganado tanto por su marielo como por ella en servicios diplomáticos, como Embajaelores en Bruselas, Viena, Londres, París y Romo Antes que a éstos le había sido concedido el título de Marquesa ele la Torre Villa– nueva a la señorita de Valelesillas, sobrina nieta ele Don Manuel Francisco Pavón Los que siguen obtu–
vieron sus Títulos por alianzas matrimoniales José
Luis de la Torre Coloma y Urruela, Grande de España,
Gentil-homble de Cámara eJe S M con ejercicio y servidumbre, Caballelo de la Maestranza de Zaragoza y Marqués de Guadalest, su hijo mayor MOl qués de
lo Havana y su segundo hijo} MOIqués de Távara,
Francisco Urruela, Grande de Españo, Gentil-hombre de Cámarcr de S M, Caballero Maestlante de la Real de Zaragoza y Marqués de Montealegle (su esposa, Daño Marío del Milagro García Sancho y Zabala, te– nía, además, el título de Marquesa ele Cebollas-Carva– jal), GuaeJalupe Urruela, Baronesa de Vallvert, Luz Ban ios, hija del Reformodor, es Condesa de Ramilla, y
su hermana, María Barrías, Marquesa de la Ensenada,
1 ítulo, este último, eJe los más prestigiados del Reino En toted eJos Grandezos de España, un Condado, una Baronía y diez Marquesados, sin contar el de Vista Gorda ¡Qué hermosura!
fiempo es ya de que hablemos del único marque– sdeJo que (oyó en Guatemala durante los tres siglos
que fue colonia de España Siempre que se mienta
el mm quesada de Aycinena, salta algún escritor eJi– ciendo que ese Título fue compraeJo y que el primer
Marqués, Don Juan Fermín de Aycineno, había sido
at riero en sus mocedades La última vez que se hizo
mención de este Título fue en el diario "El !mparcial"
r
en publicaciones del mismo autor eJe esta biografía, y
quien salió entonces a la palestra fue un extranjero,
Mr Joungh, haciendo, por supuesto, referencia al ne–
gociejo de las mulas
Dice Don Lorenzo MontúfOl en el tomo 3 9 de su
l/Reseña Históricd', l/Can era solía pensar que los
nobles 110 procurobon el bien de los pueblos y se deci– dió a rerJil/os La cólero elel Tenienie General se au–
mentaba con el recuerdo de que los mismos nobles
llamaron a A~orazón y le ofrecieron la dictadura, de
que ellos mismos llamaron a los quezoltecos pOI a ba–
tir/o No faltaban quiénes en esos momentos leyeran
a Carr12ro las proclamas en que Rivera Paz lo llamaba banelido y los papeles de Ayeinena, que lo llamaban
antropófago Carrero preguntó el significado de esa
po/ubro! que él no comprendía, y cuando se la expli–
caron, hizo un movimiento de fUtia que revelaba
deseos de repetir en Guatemala los escenas de Que– zaltenongo, pero no faltaban personas que lo calma–
ran y se conformó con dar la proclama siguiente
"Sigue lo proclama, que no por se, publicada por Don
LOIenzo se vaya a creer que es apócrifa, la proclama
existió y fue impresa en hojas volantes, una de las cuales tenemos a la vista El párrafo a que alude MontltfClr es el siguiente "Hay un plan oculto, que
no ignoro quiénes lo ftaguan, y cuyas tendencias van
a el último fin de desunirme ele la confianza pública,
esparciendo voces, propias de sus degtadados autores, concitándome una rebelión, prevalidos de su mismo
delito, expresándose en algunos pueblos, que yo no
cumpliré lo que les he ofrecido, cuando por lograr ha–
cerlo, intentan intetrumpirme, {Joniendo estos crimina–
les medios para que se fomente la anarquía y el desorden, y se vel ¡fique el antiguo deseo de los que quieren ese/avizor a los pueblos, mutilándoles de este
modo todos los recursos que disfrutan Estos indig–
nos imitadores de Maquiavelo, son por fortuna unos
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