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jares condiciones que los conductores de taxis de Nue– va York El riesgo es un factor poderoso para deter–

minar los tipos de interés Y nada hace más arries–

gado el préstamo de dinero que la persistente inflación y los peligros que desafortunadamente han afligido a

varias naciones de las Américas Los tipos de interés

cobrados por las entidades prestatarias locales en la Amé, ica Latina así lo demuestro n muy claramente

Cuando existe una inflación del 80 % por año,

se puede cargar intereses mucho más altos que en los

Estados Unidos, y aún así perder dinero El único y más importante paso hacia la reducción de los tipos de interés es el de poner coto a la inflación Todos

nosotros podemos ayudm a contrarrestar Ja creencia

errónea sobre el costo de los empréstitos, combatiendo las ci, cunstancias que la p' omueven Esto significa que debemos apoyOl una sana política anli-inflacionis– ta y monetaria, empleando para ello todos los medios apropiados u nuestro alcance

3 Una tercera frase errónea que los inversio–

nistas privados de los Estados Unidos miran hacia la América Latina como una propiedad feudal, lista para la explotación económica

La existencia de este argumento es evidencia

alormante de que la realidad de la inversión norteame–

ricana en la América Latina ho es comprendida por' los

pueblos latinoamericanos Esta "brecha en las co'

ml,.Jnicaci6.nes ll se qebe¡ al menos en parte

l

a la negli–

gencia de gran parte de la comunidad de los negocios de los Estados Unidos Es de esperar que en el futuro

nuevas cQtilJJoñías se unirán a aquéllas que ya están

tratondQ de transmitir un mensaje efectivQ de sus cQntiibucianes en la América Latina, de distribuir tal mensaje, y sobre todo de continuar respaldándolo me– diónte ac.ciQnes Concretas y brillantes Nada puede

ser hi.ás i1jlpbrfqnte pdrd él futuro d,e la' inversión

privada que un concienzudo programa de esta índole

En realidad, los mitos erróneos no reflejan la verdad Algunas estadísticas darán idea de la índole y la verdadera magnitud de la contribución que se está haciendo Los negocios de los Estados Unidos que funcionan en la América Latina abastecen 1/10 de la producción latinoamericana, pagan 1/5 de todos los impuestos, y rinden 1/3 de todos los ingresos de ex– portación Se calcula que un millón y medio de lati– noamericanos hallan empleo en los establec.imientos comerciales e industriales de los Estados Unidos con salarios más elevados que los ofrecidos por las industriales locales Los ciudadanos de los Estados Unidos, por otra parte, representan solamente el 2 %

del personal empleado por las firmas de los Estados Unidos en América Latina Las inversíones norte–

americanas en América Latjna, han tenido, afortuna–

damente, un éxito moderado ya que de no ser así' no habría aUciente para futuras inversiones Las utilida,

des, sin embargo, no han sido tan altas como el público en general supone

En una encuesta especial de Gallup al "hombre

de la calle"¡ una pregunta acerca de cuanto obtenían

en ganancias las compañías de los Estados Unidos, re– sultó en cálculos que fluctuaban del 35% en Roma al 60 % en Montevideo El hecho es que las utilidades en el exterior ascienden a alrededor del 14% antes de los impuestos locales, en compmación con el 13 % de rendimientos de las inversiones dentro de los Estados Unidos Después de pagados los impuestos, ese ren– dimiento eS de 5 o 6%, y los ingresos tributarios son naturalmente de gran beneficio para los respectivos países.

Una de las respuestas más convincentes a la

creencia falsa en la explotación económica es el cre~

dente número de compañías de los Estados Unidos que buscan la participación latinoamericana en la ad–

ministración de sus inversiones en América Latina Estas empresas conjuntas constituyen el medio más

prometedor para el cual los hombres de negocios lati– noamericanos pueden mejorar tanto el clima de las inversiones como lograr las metas de la Alianza

El aspecto ve,daderamente desalentador de la in–

versión privada en América Latina en los últimos años

ha sido el hecho de que no haya habido más El ob– jetivo de Punta del Este para las nuevas inversiones exttanjeras fue de $600 millones anuales, incluyendo $300 millones de fuentes privadas de los Estados Unidos El año pasado fue menos de un te,cio de

aquello¡ y las inversiones europeas fueron aún meno–

I~S A mi juicio una de las razones principales de este

resultado desalentador fue que en los años iniciales de la Alicinza se puso demasiado énfasis en la asistencia estrictamente de gobierno a gobíerno Y esto no pro–

movió las condiciones que son necesarias para dar

impulso a la inversión privada.. Ahora que se ha. re· conocido de manera más amplia la participación vital de la empresa privada, vemos el desarrollo de un clima de negocios más favorable Confío que las compa– ñías e indivíduos por igual, tanto en Estados Unidos co–

mo locales, responderán a esta creciente oportunidad,

y que los índices de inversión aumenten nuevamente.

El hombre de negocios latinoamericano puede hacer mucho para ayudar a estimular la inversión Al combinar los vastos recursos del talento, iniciativa y

conocimiento de las condiciones locales a su disposi–

ción, puede trabajar con sus gobiernos para crear un

clima de negocios que atraiga el capital extranjero y

retenga los fondos locales Puedo asegurar que las inversionoistas de los Estados Unidos no van en pos de

í ovares, sino que¡ como la mayoría de los hombres

de negocios, b\Jscan estabilidad, garantías de que los contratos entre las dos partes sean obligatorios para ambos y que serán honrados, y buscan la evidencia de que las amenazas de expropiación no proyectarán sornbJOs ominosas s.obre la inversián de capital,

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